Vṛndāvana, la morada de Śrī Kṛṣṇa, se describe en la Brahma-saṁhitā (5.56):
śriyaḥ kāntāḥ kāntaḥ parama-puruṣaḥ kalpa-taravo
drumā-bhūmiś cintāmani-gaṇa-mayī toyam
amṛtam
kathā gānaṁ nātyaṁ gamanam api vaṁśi prīya-sakhī
cid-ānandaṁ jyotiḥ param api tad āsvādyam api
ca
sa yatra kṣīrābdhiḥ sravati surabhībhyaś ca
sumahān
nimeṣārdhākhyo vā vrajati na
hi yatrāpi samayaḥ
bhaje śveta-dvīpaṁ tam aham iha golokam iti yaṁ
vidantas te santaḥ kṣiti-virala-cārāḥ katipaye
En la morada trascendental de Vṛndāvana todo es consciente. Aunque se
manifiesta en el mundo material, existe eternamente, incluso después de la aniquilación
del mundo material. El Bhagavad-gītā
(8.20) confirma esta afirmación.
En Vṛndāvana, Śrī Kṛṣṇa disfruta de todas las pastorcillas de vacas, y Él es el
único disfrutador allí, porque es la Persona Suprema. Los árboles de Vṛndāvana
son todos árboles de deseos y la tierra está hecha de cintāmaṇi, piedras que satisfacen los deseos. El agua de Vṛndāvana
es néctar, las palabras son dulces canciones, cada paso en Vṛndāvana es una danza
y la flauta es eternamente la constante compañera de Śrī Kṛṣṇa. Los astros
luminosos del cielo son trascendentales y bienaventurados. Teniendo esto en
cuenta, siempre debemos intentar comprender Vṛndāvana. En Vṛndāvana, ni
siquiera un instante se pierde nunca, porque ningún instante pasa y por lo
tanto tampoco existe un concepto limitado de futuro.
El Vṛndāvana-dhāma que podemos experimentar en este mundo mortal es, por
lo tanto, un tema de estudio minucioso, y la importancia de Vṛndāvana sólo la
conocen los devotos puros. Por todo ello, adoremos Śrī Vṛndāvana.
El Vṛndāvana-dhāma que se manifiesta en el mundo material no se puede
comprender por medio de los sentidos materiales, siempre proclives a disfrutar
de la materia. Cuando estemos inspirados por la actitud adecuada de servicio
trascendental a Madana-mohana, podremos comprender el ver dadero Vṛndāvana.
Como es muy difícil de comprender, Śrīla Narottama dāsa Ṭhākura nos instruyó con su
ejemplo a implorar la misericordia del Señor Nityānanda Prabhu. Por la
misericordia del Señor Nityānanda, podemos despojarnos de la conciencia de
intentar disfrutar del mundo material. Este espíritu de disfrute se conoce con
el nombre de saṁsāra-vasana. El que se libera del saṁsāra-vasana, se libera de centrarse por completo en comer, dormir, temer y otros
hábitos de complacencia sensual. Cuando esto se produce, la mente del devoto se
purifica de toda s la s infeccion es de la materia, y en ese estado mental
puede percibir el verdadero Vṛndāvana-dhāma situado en este mundo mortal.