61. Un cuerpo trascendental después de la muerte


Las modalidades de la naturaleza material
El cuerpo supramundano es trascendental a los cuerpos burdo y sutil de la entidad viviente, y es el adecuado para ofrecer servicio amoroso a Śrī Śrī Rādhā-Kṛṣṇa. La transmigración del alma de un cuerpo a otro se efectúa en la existencia material conforme a las actividades fruitivas de la entidad viviente, las cuales se ejecutan en relación con las tres modalidades de la naturaleza. En el Bhagavad-gītā, se explica con mucho detalle la transmigración del alma. La mente transporta al alma a otro cuerpo tal como el aire transporta los aromas. En el momento de la muerte, el estado mental que se tenga es muy importante en conexión con esto. La mente tiende a absorberse en el tipo específico de pensar, sentir y desear en que siempre lo ha hecho en relación con sus actividades diarias.

El estado mental en el momento de abandonar el cuerpo depende de las modalidades de pensar, sentir y desear. A los devotos se les aconseja que piensen continuamente, día y noche, en los pasatiempos de Rādhā y Kṛṣṇa, de manera que se absorban en ese tipo de pensar, sentir y desear. De ese modo, a la entidad viviente le será posible entrar en el reino de Rādhā y Kṛṣṇa y relacionarse directamente con Ellos para ofrecer servicio en el sentimiento específico que haya cultivado constantemente durante toda su vida.

En la existencia material, la mente está siempre condicionada a pensar en el disfrute material. Por eso, la mente tiene que ocuparse en contemplar el ámbito trascendental que no tiene conexión con las tres modalidades de la naturaleza. Los pasatiempos divinos de Rādhā y Kṛṣṇa y las actividades de las pastorcillas de Vraja están más allá de las tres cualidades de la naturaleza material. Cuando la mente se ocupe en pensar, sentir y desear en relación con esos temas trascendentales, la entidad viviente obtendrá, sin duda alguna, el servicio de Rādhā y Kṛṣṇa.

Los deva-vratās, las personas que están situadas en la modalidad de la bondad, adoran a semidioses como Brahmā y Śiva y alcanzan las moradas de esos semidioses. Los pitṛ-vratās, las personas que están situadas en la modalidad de la pasión para disfrutar del mundo material y que adoran a los pitṛs, los antepasados que ya han fallecido, van a las diferentes moradas de los pitṛs. Los bhūtejyās, los adoradores de fantasmas y animales, que están situados en la modalidad de la oscuridad y la ignorancia, también alcanzan sus respectivos destinos en el mundo material. Pero los devotos de la Personalidad de Dios Śrī Kṛṣṇa se dirigen a Su morada suprema, que es eterna. Quien ha llegado a esa morada, nunca regresa.

Todas las demás esferas a las que se puede llegar se consideran moradas temporales, bien porque son aniquiladas después de un tiempo determinado de duración, bien porque los habitantes de esas moradas tienen que regresar de nuevo a la Tierra después de agotar los resultados de sus actividades piadosas previas. En lo que respecta a los bhūtejyās, están condenados a permanecer en la Tierra o en regiones del universo incluso más bajas.

La información expuesta previamente es en realidad lo que explica el Bhagavad-gītā. El significado es que todo el mundo puede prepararse ahora para obtener el destino que desee después de abandonar el cuerpo actual. El cuerpo humano es, por lo tanto, una oportunidad de elevar el alma espiritual, que está transmigrando en diferentes especies de vida conforme a su modo específico de trabajo.

El Señor Caitanya ofrece a todas las personas de la era de Kali que por naturaleza son desafortunadas en todos los aspectos, el beneficio más elevado de la vida. Aquellos que aprovechen esta oportunidad serán considerados las almas más afortunadas. Por seguir los principios de las actividades devocionales como las expuso Rāmānanda Rāya por orden del Señor Caitanya, todo ser humano puede alcanzar la vida eterna del éxtasis en compañía de la Personalidad de Dios en diferentes rasas trascendentales tal como los disfrutan los habitantes de Vraja o Goloka Vṛndāvana, la morada eterna de Śrī Kṛṣṇa.