Parte I: Las actividades inusuales de Haridās
Haridās
describe las glorias de los Santos Nombres
Haridās resolvió trasladarse a un lugar próximo a la
confluencia de los ríos Ganges y Yamunā. En este lugar, conocido como
Candapura, se hospedó cerca de la casa de Balarāma Ācārya, quien era el
sacerdote de Hiraṇya y Govardhana. En la residencia de Hiraṇya y Govardhana,
algunos vaiṣṇavas se reunían para glorificar al Señor. Cierta vez, Balarāma
Ācārya con gran humildad pidió a Haridās que lo acompañara en esa asamblea
auspiciosa. Viendo a Haridās, todos se postraron humildemente y, tal como si
tuvieran cinco bocas, comenzaron a glorificar las santas cualidades de Haridās.
Oyendo esto, todos sintieron gran júbilo. Ellos mencionaron que Haridās
cantaba los santos nombres trescientas mil veces por día. Después de eso, los
eruditos comenzaron a discutir las glorias de los santos nombres. Algunos
dijeron: “Por cantar los santos nombres del Señor, una persona se libera
completamente de todas sus reacciones pecaminosas”. Otro decía: “Simplemente
por cantar los santos nombres, una persona se libera del cautiverio material”. Haridās
entonces, protestó: “Estas dos bendiciones no son los verdaderos resultados
del canto. En verdad, por cantar sin ofensas, una persona despierta su amor
extático por los pies de loto de Kṛṣṇa. La liberación y la extinción de las
reacciones pecaminosas son subproductos naturales del canto”. Haridās, entonces,
recitó el siguiente verso: “Así como el sol naciente disipa la oscuridad del
mundo, que es profunda como el océano, de la misma manera, si los santos
nombres son cantados sin ofensas, ellos disipan todas las reacciones de la vida
pecaminosa de cualquiera. ¡Todas las glorias a los santos nombres del Señor,
que son auspiciosos para el mundo entero!”.Luego de recitar este verso, Haridās
dijo aún: “Oh, eruditos, por favor, expliquen el significado de este verso”.
Pero los oyentes pidieron a Haridās: “Es mejor que tú expliques el significado
de este importante verso”. Haridās dijo: “Cuando el sol comienza a nacer,
incluso antes de ser visible, disipa la oscuridad de la noche. Con el primer
destello de la luz del sol, inmediatamente desaparece el temor a los ladrones,
fantasmas y demonios, y cuando el sol se hace realmente visible, todo se vuelve
manifiesto y todos comienzan a ejecutar sus actividades religiosas y deberes
habituales. Similarmente, a través de nāma-bhāsā, o la primera señal del
canto de los santos nombres del Señor sin ofensas, las reacciones de la vida
pecaminosa son inmediatamente erradicadas. Y cuando una persona canta los
santos nombres sin ofensas, ella despierta al servicio extático amoroso a los
pies de loto de Kṛṣṇa. La liberación es un resultado insignificante derivado
simplemente del reflejo del canto sin ofensas de los santos nombres. La
liberación, en verdad (aunque nunca sea aceptada por los devotos), es siempre
ofrecida por Kṛṣṇa sin la menor dificultad”. Luego de hablar de esta manera, Haridās
calló.
En esta asamblea de eruditos, existía
una persona llamada Gopāla Cakravartī, quien trabajaba para Hiraṇya y Govardhana
como recaudador de impuesto. Puesto que él era materialista y estaba
acostumbrado a la práctica de la lógica mundana, quedó muy disgustado por la
explicación trascendental ofrecida por Haridās. No pudiendo ocultar su
tendencia crítica, Gopāla Cakravartī se dirigió a la asamblea de la siguiente
manera: “Oh, eruditos, ¿oyeron la conclusión sentimental de este devoto? Ni siquiera
después de muchos millones y millones de nacimientos, cuando una persona
obtiene el conocimiento absoluto, es posible alcanzar la liberación. Aún así,
este hombre dice que una persona se libera simplemente con un destello de los
santos nombres”. Haridās agregó: “¿Por qué dudas de ello? Las escrituras dice
esto. Para un devoto que disfruta de la bienaventuranza del servicio
devocional, la liberación es insignificante”.
Gopāla Cakravartī replicó: “¡Si una
persona no se libera por tal nāma-bhāsā, entonces te cortaré la nariz!”.
Todos los miembros de aquella asamblea que oyeron tan desafío insensato,
quedaron profundamente agitados. Todos se levantaron e hicieron un sonido
tumultuoso. Inmediatamente Balarāma Ācārya reprendió a Gopāla Cakravartī: “¡Tú
eres tan sólo un lógico tonto! ¿Qué entiendes del servicio devocional al Señor Kṛṣṇa?
Has insultado a Haridās y, por ello, estás en una posición de gran peligro. ¡No
debes esperar nada auspicioso en la vida!”.
Entonces, Haridās se levantó para
salir. Todos los miembros de la asamblea, incluyendo a Hiraṇya y Govardhana, cayeron
a los pies de Haridās. Sonriendo Haridās dijo las siguientes palabras: “No fue
culpa de ustedes. De hecho, ni siquiera ese ignorante es culpable, pues él
está acostumbrado a la especulación seca y lógica. Nadie puede entender las
glorias de los santos nombres simplemente a través de la lógica y el argumento.
Por lo tanto, no le fue posible comprender las glorias de los santos nombres.
Todos ustedes deben volver a sus casas. Que el Señor Kṛṣṇa derrame Sus
bendiciones para todos ustedes. No se preocupen porque fui insultado”.
Entonces Hiraṇya volvió a su casa y
ordenó que Gopāla Cakravartī fuera dimitido de su trabajo. Tres días después,
este brāhmaṇa fue atacado de lepra y, como resultado, su nariz empinada
se desarmó y, finalmente, cayó. Los dedos de sus pies y manos eran tan bellos
como pétalos de loto pero, debido a la lepra, gradualmente fue perdiéndolos
todos. Viendo la condición de Gopāla Cakravartī, todos quedaron espantados.
Todos glorificaban la influencia de Haridās y le ofrecieron reverencias. Aunque
Haridās, como vaiṣṇava, no hubiese tomado en cuenta las ofensas del brāhmaṇa,
aún así, la Suprema Personalidad de Dios no pudo tolerarlas e hizo que el brāhmaṇas
sufriese las consecuencias. La característica de un devoto puro es que él perdona
cualquier ofensa hecha por cualquier bribón. La característica de Kṛṣṇa, sin
embargo, es que Él no tolera blasfemias contra Sus devotos.
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