La identidad espiritual de los Santos Nombres



Parte II: Las enseñanzas sublimes de Haridās

La identidad espiritual de los Santos Nombres

Śrīla Haridās juntó las manos. Con sus ojos rebasando de lágrimas y con la voz embargada de amor espiritual, comenzó su respuesta en tono suave, gentil: “El nombre del Señor Kṛṣṇa es como una piedra de toque eterna y trascendental. Una piedra de toque puede conceder todos los objetos deseables; la piedra de toque de los santos nombres del Señor Kṛṣṇa puede conce­der religiosidad, fortuna, placer sensorial y liberación a una persona materialista. A un devoto rendido, ofrece amor puro por Kṛṣṇa. El Señor Kṛṣṇa y Su santo nombre son idénticos; Ellos son una y la misma Verdad Absoluta, la forma de la espiri­tualidad dinámica que incluye todo y, no obstante, es supremamente independiente, plena de emoción, sin principio ni fin. Siempre situados en la bondad pura, los santos nombres descienden a este mundo en forma de letras como la encarnación com­pleta y la personificación de la más elevada dulzura: rasa. Cualquier objeto es conocido a través de cuatro aspectos caracterís­ticos: nombre, forma, cualidades y actividades. El Señor Kṛṣṇa es el Objeto Supremo; por consiguiente, Él puede ser cono­cido en términos de Su ilimitado y eterno nombre, forma, cualidades y pasatiempos. La ausencia de estos cuatro aspectos en cualquier cosa, niega su status como objeto. Por ejemplo, el brahman impersonal es sin forma; por consiguiente, no es un ob­jeto en sí, si bien es una característica distinta del Señor Supremo. El Señor Kṛṣṇa es el objeto absoluto no-dual que Se mani­fiesta perfectamente en estos cuatro aspectos. Estos aspectos son plenamente potentes y capaces de expresarlo en Su totalidad; ellos existen y son sustentados por la potencia sandhinī del Señor (existencia eterna). Son eternos y trascendentales. Así como el Señor Kṛṣṇa atrae a todos los seres vivos, de igual forma, los santos nombres, que no son diferentes de Él, también atraen a todos.

“La forma particularmente bella del Señor Kṛṣṇa no es diferente de Él, el nombre y forma de Kṛṣṇa igualmente son idénticos. Recordar y cantar el nombre de Kṛṣṇa inmediatamente evoca Su bella forma en la mente, y ambos residen allí armoniosamente. De forma similar, las cualidades del Señor Kṛṣṇa son de carácter ilimitado y trascendental. Todas las ex­pansiones y encarnaciones del Señor son parciales. El Señor Brahmā y el Señor Śiva, Sus expansiones cualitativas, solamente exhiben parcialmente la naturaleza del Supremo Señor. Todo en el Supremo Señor Kṛṣṇa es infinito, eterno, ilimitado y ab­solutamente espiritual. Solamente Él tiene todas las sesenta y cuatro cualidades, mientras que Sus expansiones, comenzando por el Señor Nārāyaṇa hasta el Señor Rāmacandra, son ornamentadas apenas con las primeras sesenta de Sus cualidades tras­cendentales. El Señor Brahmā, el Señor Śiva y los otros semidioses poseen sólo cincuenta y cinco de estas cualidades, y éstas apenas en grado parcial. Los seres vivos comunes poseen sólo las primeras cincuenta, visibles en mero grado fraccional, como pequeñas gotas. Solamente Kṛṣṇa, incluso entre todas Sus expansiones Viṣṇu, demuestra la supremacía de ser el amo de las cuatro cualidades excepcionales que son inherentes sólo a Él. Si las cualidades del Señor fueran comparadas con olas, enton­ces, sus pasatiempos se mezclan con tales olas y continuamente se forman, se superan y toman nuevo formato nuevamente. Dondequiera que se exhiban, ya sea en Vaikuṇṭha, Goloka o en la Tierra, en Vṛndāvana, ellos son siempre trascendentales. Por lo tanto, nombre, forma, cualidades y pasatiempos del Señor son de la misma sustancia espiritual. El ser vivo condicionado en contacto con la naturaleza material ilusoria experimenta un estado de conciencia diametralmente opuesto a la conciencia de Kṛṣṇa. Puesto que se identifica con su cuerpo material, el nombre, forma, cualidades y actividades del ser vivo son todos separados y diferentes de su verdadero ser espiritual. Una vez que se han purificado de su contaminación material, estos cuatro aspectos asumen la misma naturaleza espiritual y pasan a ser no-diferentes de Él. Mas, hasta que sea purificado y liberado por la gracia del Señor Kṛṣṇa, el ser vivo tendrá que sufrir los dolores de la falsa identificación. Con el Señor Kṛṣṇa, que es Absoluto y Supremo, es diferente. Él nunca experimenta tal sufrimiento. De entre los cuatro aspectos característicos (nombre, forma, cualidades y actividades), los santos nombres del Señor es el [aspecto] original, porque proporciona conocimiento acerca de los otros tres. Por lo tanto, cantar los santos nombres es la actividad religiosa primordial de un vaiṣṇava. De los san­tos nombres, gradualmente florecen la forma, cualidades y pasatiempos del Señor. El panorama entero de los pasatiempos del Señor Kṛṣṇa está presente en los santos nombres. Has declarado personalmente que Tu nombre es la más elevada Verdad Absoluta. Esta naturaleza material no posee nada para ofrecer que sea superior a los santos nombres. Los santos nombres son el más precioso tesoro en el almacén del Señor. El ser vivo y los santos nombres son los dos únicos objetos supramundanos en este universo material; todo lo demás es materia inerte. El ser vivo está viviendo aquí, en un estado condicionado de concien­cia, debido a la voluntad del Señor. El ser vivo inicialmente era la única presencia espiritual aquí. Fuimos incluidos entre los seres vivos, o partes y porciones separadas del Señor.

“Los santos nombres pueden ser clasificados en dos tipos: principales y secundarios. Refugiándose en los principales nombres del Señor, el ser vivo obtiene la esencia de la vida espiritual. Los nombres principales del Señor Kṛṣṇa describen Sus pasatiempos trascendentales y contienen todas las excelencias del Señor. Ellos son, por ejemplo, Govinda, Gopāla, Rāma, Śrī Nandanandana, Rādhānātha, Hari, Yasomati, Prāṇadhana, Madana-Mohana, Śyāmasundara, Mādhava, Gopīnātha, Braja­gopala, Rākhāla, Yādava, etc. Quien canta esos nombres del Señor, que representan Sus pasatiempos eternos, puede alcanzar la morada suprema del Señor. Los Vedas se dirigen al Señor con nombres que caracterizan Su ligación con la naturaleza material. Éstos son Sus nombres secundarios, tales como Īśvara, Paramātma, Brahmān, Yajñeśvara, Hara, etc. Tales nombres del Señor son invocados por aquellos que buscan actividades fruitivas y conocimiento empírico. Conforme a las orientaciones védicas, el canto de tales nombres del Señor nos proporciona piedad y liberación. Con todo, el resultado de mejores consecuencias por cantar los nombres del Señor –amor por Dios–, sólo pueden obtenerlo las almas santas que invocan los nombres principales del Señor.

“Si los santos nombres son cantados sólo una vez, incluso impuramente, o si simplemente son oídos, el sonido penetra in­ternamente y, entonces, el ser vivo es inmediatamente liberado, independientemente de su casta elevada o baja. Ése es un hecho escriturario. Y, además de ello, cuando los santos nombres son cantados en la etapa de limpieza (nāmabhāsā –la etapa en la cual las impurezas están siendo barridas del corazón de quien canta), entonces, la más elevada meta es alcanzada luego de un tiempo. Todos los otros resultados auspiciosos y piadosos, inclusive la liberación, pueden fácilmente obtenerse, sin em­bargo, alcanzar amor a Dios queda en suspenso durante algún tiempo. En la fase de limpieza, el ser vivo es absuelto de sus pecados, y, por seguir esta senda, gradualmente alcanza la más elevada etapa del canto: śuddha-nāma o el nombre puro. Se obtiene amor por Kṛṣṇa únicamente después de llegar a ese período de canto puro. Cuando nāmabhāsā se completa, todos los pecados y anarthas (anhelos indeseables del corazón) son disipados, y el devoto canta puramente. Entonces, śuddha-nāma ofrece al devoto el más elevado logro espiritual: amor por Kṛṣṇa.

“Cualquier persona que desee alcanzar el más elevado logro al cantar con pureza debe aproximarse a un maestro espiritual fidedigno y servirlo sincera y cuidadosamente. Gradualmente, conforme todos los anarthas o anhelos indeseables del corazón son destruidos, el nombre trascendental de Kṛṣṇa aparece y danza en la lengua del devoto. El devoto debe saborear los santos nombres –en tal caso, de sabor nectáreo–, a cada momento. Así, espiritualmente intoxicado, el devoto también danza, y en aquel instante el éxtasis del amor a Dios entra también danzando en el corazón del devoto. El mundo entero cae a sus pies y Māyā se aparta corriendo. El Señor Supremo confirió todas Sus potencias a Su nombre trascendental y Lo ofreció a los seres vivos. Quien tiene suficiente fe en los santos nombres, está cualificado para cantarlos. Quien canta el nombre del Señor Kṛṣṇa está ejecutando debidamente sus deberes prescritos. Los santos nombres son tan poderosos que el canto no depende de las condiciones de tiempo, lugar, reglas, limpieza, etc. Las actividades piadosas, tales como dar caridad, realizar sacrificios y abluciones, y cantar mantras védicos, son reguladas por reglas rígidas. Sin embargo, el único prerrequisito para cantar los santos nombres es la fe. Quien se refugie en los santos nombres con fe inquebrantable obtendrá toda la perfección. En ser vivo en la Era de Kali debe librarse del engaño, afiliándose como miembro de la familia de devotos del Señor Kṛṣṇa y, continua­mente, cantando los santos nombres. Se debe aceptar todo lo que es favorable a la realización del servicio devocional y, al mismo tiempo, rechazar todo lo que es desfavorable. Se debe buscar la asociación de los devotos y utilizar la vida en constante cantar y recordar los santos nombres del Señor. Se debe abandonar todas las otras prácticas religiosas y actividades piadosas, y no adorar nunca a cualquier otra persona. Tampoco se debe pensar que otros son independientes del Señor Supremo. Quien siempre canta los santos nombres y sirve a los devotos, ciertamente, obtendrá amor por el Señor Kṛṣṇa”.

Haridās nuevamente colocó su cabeza en los pies de loto del Señor. Llorando, imploró al Señor que pudiese desenvolver apego por los santos nombres. Quien sea bendecido con amor y devoción, y tenga el placer de servir a los pies de loto de Haridās, considerará esta conversación entre Haridās y el Señor Caitanya tan valiosa como su propia vida. El misericordioso Señor Caitanya extendió Sus manos semejantes al loto y levantó a Śrīla Haridās. El Señor dijo: “Oh, Haridās, por favor, concéntrate. Explícame claramente el nāmabhāsā. Así cualquiera que comprenda nāmabhāsā, a partir de allí, se esforzará por cantar el nombre puro”. Los santos nombres son potentes y dotados de tales cualidades trascendentales, que cualquiera fácilmente puede obtener la liberación simplemente por cantar.

El Señor Kṛṣṇa es el Sol omnipotente, y Él y Su nombre son idénticos. Así, los santos nombres son como el todopode­roso Sol refulgente que dispersa la oscuridad de Māyā, o la ignorancia. A fin de derramar misericordia sobre las almas condi­cionadas, el Sol de los santos nombres surgió en el horizonte de este mundo material. Sin embargo, a veces, las nubes y la niebla oscurecen nuestra visión, y, entonces, el Sol no es visible. El ser vivo queda cubierto por la nube del anartha y la niebla de la ignorancia. La nube y la niebla extienden una cobertura sobre la visión del ser vivo, de tal manera, que éste se vuelve incapaz de ver los santos nombres semejantes al Sol. El Sol es lo bastante grande como para que una nube o la niebla lo encu­bran, pero si la visión del ser vivo está obnubilada, entonces, el Sol se esconde de ella. La falta de conocimiento de la natura­leza trascendental e identidad de los santos nombres, crea una niebla que sumerge al ser vivo en la oscuridad. Quien es igno­rante en cuanto a la supremacía del Señor Kṛṣṇa por sobre todo lo demás, queda confuso y comienza a adorar a los semidi­oses. Así, queda enredado en el ciclo de la acción fruitiva del karma. Aquella persona que no realizó la naturaleza trascenden­tal del ser vivo, está en conciencia material, y permanece ilusionada y siempre en la ignorancia.

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