El favor especial del Señor Caitanya para Haridās



El favor especial del Señor Caitanya para Haridās

Śrīla Haridās continuó: “Oh, Señor, bondadosamente cúbreme con Tu misericordia sin causa. Oro para que me concedas la entrada en el reino de bhakti-rasa”. Diciendo eso, Śrīla Haridās cayó inconsciente en éxtasis amoroso, plenamente rendido a los pies de loto del Señor. Al decir eso, Śrīla Haridās infirió que era espiritualmente no-realizado y que, por tanto, no tenía esperanza de recibir el tipo de misericordia que el Señor Kṛṣṇa concede a Sus devotos puros. En su humor de total desam­paro simplemente oraba por la gracia incondicional del Señor Caitanya.

Oyendo eso, el Señor Caitanya fue arrebatado por emociones amorosas divinas. Levantó a Śrīla Haridās y lo abrazó. El Señor entonces le habló confidencialmente: “¡Oh, Haridās! Escucha atentamente lo que tengo que decir. La verdad sobre los santos nombres será ocultada por bribones maliciosos que crearán una oscura nube de ignorancia sobre el mundo entero. En ese momento, tus instrucciones excelentes y sin rival sobre el canto en compañía de personas santas sólo serán comprendidas por un puñado de devotos remanentes. La verdadera senda de los santos nombres será seguida por las almas santas que están totalmente desapegadas de la vida material. Ellas cantarán los santos nombres con bhāva; por causa de ello, serán conocidas como rasika-bhaktas. Su bhāva será aquel de la separación. A través de su canto saborearán los pasatiempos de Rādhā-Kṛṣṇa y Sus ocho principales amigas gopīs. El ser vivo es bendecido con bhakti puro sólo por la fuerza de su sukṛti, o piedad y fe. No todos están cualificados para tener tal devoción. A fin de intensificar su devoción, descendí y propagué el canto de los santos nombres como la religión de esta Era. El canto del mahā-mantra Hare Kṛṣṇa, Hare Kṛṣṇa, Kṛṣṇa Kṛṣṇa Hare Hare, Hare Rāma, Hare Rāma, Rāma Rāma, Hare Hare es, de hecho, la religión inherente y eterna del ser vivo. ¡Oh, Haridās! De­pendo de ti para realizar esta tarea y, por tanto, oigo de ti las glorias de los santos nombres”.

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