El otro día Su Divina Gracia
reveló en detalle sus planes para los restaurantes Hare Kṛṣṇa, que pueden ser
abiertos en cualquier parte del mundo. Después de su última charla me dijo que
me encargara de que esta información se diseminara entre todos los devotos. Él
describió esto como «la próxima fase de nuestro movimiento». Así pues, hagan
por favor una circular de la información que sigue para su distribución a todos
los centros de ISKCON.
Nuestras fincas del movimiento
para la conciencia de Kṛṣṇa, como Nueva Vṛndāvana, están produciendo mucho ghī. Ese ghī se debería vender a los diversos templos, y —una vez comiencen
a abrirse restaurantes— el ghī será
una de sus principales materias primas. Otras provisiones como hortalizas,
cereales, etc. pueden obtenerse a nivel local.
Los restaurantes deben ser de
estilo autoservicio. El prasāda se
mantiene en exhibidores y la gente pasa en fila con una bandeja y van eligiendo
lo que quieren. Prabhupāda propuso que haya un solo precio, y que si una
persona se sirve más que otra, no debe pagar más. Puede comer tanta comida como
quiera por un precio estipulado. Sin embargo no debe desperdiciarse la comida.
Cada persona debe servirse lo que pueda comer. Al oír, esto un devoto dijo:
—Prabhupāda, me parece que las personas se irán a sus casas llevándose las samosās en los bolsillos—. Śrīla Prabhupāda
respondió: —No, esto es un negocio. Sólo pueden servirse lo que van a comer. No
deben pagar más por comer más, como sucede en los hoteles, que apenas comes
algo más y te hacen una nueva cuenta.
También podemos hacer un
servicio de entrega a domicilio. El prasāda
debe servirse siempre fresco, y a medida que se va acabando se va cocinando
más. El exhibidor debe verse siempre completo. Deben haber veinte tipos de
dulces y veinte tipos de preparaciones saladas como kacaurīs y samosās
(hechas con papas, coliflor, arvejas, harina blanca y ghī). Los vegetales deben servirse calientes. Todo debe estar tan
limpio que no se vea ni una mosca. Cuando la primera tanda de prasāda esté preparada, se ofrece al
Señor Caitanya con un ārati, y así el
prasāda del resto del día se
considera ofrecido. Por supuesto, está prohibido fumar en el restaurante. Se
pueden poner cintas de nuestros kīrtanas.
La idea es que las personas que no vienen al templo vengan a nuestros
restaurantes, coman prasāda y
escuchen. Así mismo, ello ocupará a nuestros devotos en una variedad de tareas,
y evitaremos que coman en nuestros templos en nombre del servicio devocional
sin tener ninguna ocupación. ¡Restaurante Hare Kṛṣṇa! Debemos registrar el
nombre —dijo Śrīla Prabhupāda— para que nadie lo copie.
Deben haber todas las
variedades estándar, comida cocinada con ghī
y con agua. Especialmente la comida cocinada con ghī es maravillosa y saludable. La gente debe venir y relajarse, comer
y hablar en una atmósfera tranquila. Vean qué buena es la conciencia de Kṛṣṇa.
En cada restaurante habrá también una pequeña tienda de libros y discos.
Los devotos harán todo el
trabajo del restaurante. Si es necesario incluso podemos importar un experto
cocinero hindú. Al final de la jornada, todo tiene que estar bien lavado, y no
deben haber restos. A una cierta hora, al final del día, los remanentes se
deben dar a mitad de precio, o incluso algunos pueden darse regalados. El
proyecto debe ser un negocio económicamente provechoso.
Comiencen con un solo
restaurante para entrenar a los devotos. Después, gradualmente pueden ir
expandiéndose. Se pueden vender buenas bebidas. La leche masālā (hecha con pequeñas cantidades de jengibre, pimienta, canela
y azafrán) se puede servir caliente, y también zumos de fruta fríos. No se
servirá té. Con la leche caliente se puede hacer yogur, y cuando se bebe en
forma de suero, es muy buena para la digestión.
Carta de Satsvarūpa dāsa Goswami (18 junio 1974),
cuando servía a Śrīla Prabhupāda como secretario
Es una buena idea que la gente
venga a nuestros restaurantes vegetarianos y coman tantas cosas buenas,
especialmente panir (o queso frito), samosās, kacaurīs, rasagullās y sandeśas.
Así rápidamente olvidarán el comer carne. Si preparamos una sopa de panir frito con asafétida y jengibre,
reemplazará la estúpida sopa de langosta. Naturalmente, no nos interesa darles
simplemente comida vegetariana, queremos darles prasāda. Así poco a poco se irán haciendo devotos.
Carta a Tuṣta Kṛṣṇa dāsa (9 noviembre 1975)
Quiero que todos los devotos
casados se dediquen a organizar estos restaurantes.
Carta a Guru-kṛpā dāsa (20 julio 1975)
Respecto al restaurante, no le
pongas el nombre que me sugeriste, sino «Restaurante Hare Krishna». Ese debe
ser el nombre. En cada restaurante debe estar el cuadro del Señor Caitanya y la
comida debe ofrecerse para ser distribuida a los distinguidos clientes. También
debe haber una cinta de saṅkīrtana
cantado con una voz suave.
Carta a Batu-gopāla dāsa (16 agosto 1974)
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