Śubhānanda narra una entrevista personal que tuvo con Śrīla Prabhupāda
en Vṛndāvana en la que Prabhupāda le dio su permiso y sus bendiciones para
escribir un libro sobre psicología védica.
Puṣta Kṛṣṇa Swami lo presentó: —Śrīla Prabhupāda, este es Śubhānanda dāsa,
que escribe para el BBT. Quiere hablar con usted acerca de escribir un libro
sobre psicología védica.
Prabhupāda le preguntó a Śubhānanda si había estudiado psicología.
—No, Prabhupāda —replicó Śubhānanda.
Entonces Prabhupāda se volvió hacia su secretario y le dijo: —¿Entonces
cómo va a escribir un libro sobre psicología?
Śubhānanda se sintió descorazonado y trató de explicarse. Le dijo que el
libro que quería escribir no era un estudio comparativo entre la psicología
védica y la psicología mundana occidental, sino que quería escribir sobre
psicología basada en el Bhagavad-gītā
y el Śrīmad-Bhāgavatam.
—¿Has leído todos mis libros? —preguntó Prabhupāda—. ¿Has leído el Bhagavad-gītā, el Śrīmad-Bhāgavatam?
—Sí —respondió Śubhānanda.
—¿Qué psicología hay en esos libros?
Śubhānanda respondió que la psicología es el estudio del ser. El nombre
viene de la palabra psyque, que
significa ‘alma’. En el Bhagavad-gītā
se describe que no somos el cuerpo, sino que el ser es el alma espiritual. —Por
lo tanto —continuó Śubhānanda—, si uno piensa que el cuerpo es el ser ¡está
totalmente loco!
Prabhupāda abrió los ojos, asintió con la cabeza y se volvió hacia Puṣta
Kṛṣṇa Mahārāja.
—¡Muy bien, muy bien!
Śubhānanda continuó dando una pequeña sinopsis de lo que explicaría su
proyectado libro, describiendo la dinámica entre los sentidos, la mente, la
inteligencia y el falso ego. Tomaría todo esto de los libros de Śrīla Prabhupāda
y lo pondría en forma literaria para demostrar que en realidad las Escrituras
védicas son libros de psicología avanzada. Prabhupāda parecía aprobatorio, pero
siguió preguntando.
—¿Y cuál es la meta?
—¿La meta del libro, Prabhupāda? —preguntó Śubhānanda.
—No, la meta de la vida.
—La meta es rendirse a Kṛṣṇa —respondió Śubhānanda.
—¿Y eso por qué? —desafió Śrīla Prabhupāda.
Śubhānanda replicó: —Porque Kṛṣṇa es la Suprema Personalidad
de Dios y nosotros somos Sus partes y porciones. Nuestra posición
constitucional es la de rendirnos a Él.
—Sí —asintió Prabhupāda.
—¿Así pues —preguntó Śubhānanda—, esa debería ser también la meta del
libro: que Kṛṣṇa es la
Suprema Personalidad de Dios?
De nuevo Prabhupāda dijo: —Sí—. Luego quedó en silencio y parecía que no
había nada más que decir. Sin embargo, Śubhānanda quería estar seguro de que
Prabhupāda quería realmente que él escribiera el libro y que no estaba
simplemente condescendiendo con un discípulo apegado.
—Prabhupāda —preguntó Śubhānanda—, ¿de veras quiere que escriba este
libro? ¿Usted cree que sería algo importante y realmente quiere que yo lo haga?
Prabhupāda asintió. Entonces Śubhānanda le pidió a Prabhupāda sus
bendiciones para poder escribir el libro.
—En algunos de sus significados —afirmó Śubhānanda— usted explica que
nadie puede escribir literatura trascendental a menos que esté apoderado por su
maestro espiritual.
Prabhupāda alzó la mano y dijo: —Ya estás apoderado.
Śubhānanda había tenido en mente una presentación formal, larga, mas
repentinamente Śrīla Prabhupāda había contestado todas sus preguntas. Para Śubhānanda,
el gesto de Prabhupāda fue, por un lado, muy casual, pero al mismo tiempo muy
significativo. Había movido el brazo como si fuera una varita mágica y con un
gesto trascendental había dicho: —Ya estás apoderado—. Śubhānanda no estaba
seguro si tomarlo como que Prabhupāda quiso decir que ya estaba apoderado desde
antes, o que en ese momento él lo estaba apoderando desde entonces en adelante.
Cualquiera de las dos interpretaciones significaba lo mismo y Śubhānanda sintió
una gran confianza y humildad. Sabía que no tenía cualificaciones personales
para escribir, a menos que Prabhupāda le confiriese esa capacidad. Arrebatado
de júbilo, Śubhānanda se levantó ante Prabhupāda con las palmas de las manos
juntas y le rogó en voz alta:
—Prabhupāda, estoy intentando avanzar en la conciencia de Kṛṣṇa y siento
que necesito su misericordia. Por favor, bendígame con conciencia de Kṛṣṇa.
Prabhupāda respondió: —Teṣāṁ
satata-yuktānāṁ bhajatāṁ prīti-pūrvakam, si el devoto es sincero, Kṛṣṇa lo
bendecirá.
Entonces Śrīla Prabhupāda tomó una naranja de su mesa y se la dio a Śubhānanda,
quien se marchó nadando en un océano de felicidad trascendental.
Entrevista con Śubhānanda dāsa
Él explica
más extensamente lo que significó para él ser apoderado por Prabhupāda:
Yo nunca he
tomado la frase de Prabhupāda «ya estás apoderado» como queriendo decir que de
ahora en adelante, Kṛṣṇa hablará directamente a través de ti y todo será muy
fácil. Más bien lo tomo como que si soy sincero y trabajo arduamente y trato de
rendirme a Kṛṣṇa y al guru, si trato de hacer bien mi servicio, Kṛṣṇa
me apoderará.
Jaya Srila Prabhupada Patita Pavana kiiiiiiiiiiii
ResponderEliminar