En el verano de 1971, Indradyumna dāsa acompañó a Śrīla Prabhupāda en su
vuelo a Londres, donde debía atender al festival del Ratha-yātrā. En el vuelo se
estaba exhibiendo una película muda de Charlie Chaplin.
Cuando comenzó la película, Indradyumna bajó la mirada y empezó a leer
el Bhagavad-gītā, pero de repente se
percató de que Śrīla Prabhupāda, sentado dos filas adelante, estaba viendo la
película y riéndose. Indradyumna quedó algo confuso, porque sabía que los
devotos no debían ver películas, pero notando que Śrīla Prabhupāda la
apreciaba, dejó de leer y se rió con él y con su sirviente del humor de Charlie
Chaplin.
Cuando terminó el filme, Indradyumna le preguntó al sirviente de Prabhupāda,
Pradyumna dāsa (que estaba en la parte de atrás del avión), por qué Śrīla
Prabhupāda se había estado riendo durante la película. Pradyumna dijo que se lo
iba a preguntar personalmente. Pronto regresó sonriente y explicó: —Dice
Prabhupāda que Kṛṣṇa es la fuente de todo, y dado que el humor de Charlie
Chaplin es tan original, él pudo apreciar a Kṛṣṇa incluso allí—. Indradyumna
regresó a su asiento, apreciando cómo Śrīla Prabhupāda veía a Kṛṣṇa en todas
partes.
Cuando el avión aterrizó en Londres, Indradyumna estaba deseoso de ver a
los devotos y escuchar la conferencia de llegada de Śrīla Prabhupāda en el
templo de Bury Place. Sin embargo la compañía aérea había extraviado la maleta
de Prabhupāda, y se le pidió a Indradyumna que permaneciese en el aeropuerto en
caso de que la maleta apareciera. Disgustado, Indradyumna se quedó solo y los
otros devotos hicieron kīrtana
mientras escoltaban a Śrīla Prabhupāda al automóvil.
Indradyumna esperó durante dos horas antes de que por fin apareciese la
maleta. Luego tomó un taxi hacia el templo, pero para gran decepción suya, al
llegar se enteró de que la ceremonia había finalizado y que los devotos estaban
terminando de respetar una fiesta en honor de la llegada de Prabhupāda. Indradyumna
les preguntó a los devotos dónde estaba la habitación de Prabhupāda y le
dijeron que estaba cuatro pisos más arriba.
Al llegar al cuarto piso, Indradyumna tocó a la puerta de Prabhupāda y
entró, arrastrando tras de sí la enorme maleta. De repente se dio cuenta de que
Śrīla Prabhupāda estaba de pie en la habitación mirándolo. Avergonzado por no
haberlo visto y por no haberle hecho reverencias, Indradyumna se arrojó al
suelo, ofreciendo sus humildes daṇḍavats.
Repentinamente sintió una fuerte palmada sobre su espalda y escuchó que Śrīla
Prabhupāda estaba diciendo algo. Cuando se levantó, Prabhupāda se había ido a
la habitación contigua. Sintiendo aún la firme palmada de Śrīla Prabhupāda, se
volvió a Nanda-kumāra, que estaba allí con los ojos bien abiertos y una gran
sonrisa en el rostro.
Entonces Indradyumna le preguntó qué fue lo que había dicho. —Dijo que
en este mundo material todo es muy difícil —explicó Nanda-kumāra—, pero que
cuando regreses a Dios, todo será muy fácil.
Entrevista con Indradyumna Swami
Yo tuve una
experiencia similar con Śrīla Prabhupāda cuando lo servía como secretario. En
1973 Prabhupāda quería viajar desde Calcuta a Londres. Tropecé con algunos
retrasos y dificultades para obtener los pasaportes, así que en el aeropuerto
le pregunté si para ir al mundo espiritual había que preparar tantos billetes y
pasaportes. Dijo que no, que simplemente uno va allí de inmediato. Aunque el
viajar en el mundo material sea tan difícil, ir de vuelta a Dios es simple y
rápido.
El primer
incidente muestra cómo Śrīla Prabhupāda podía ver a Kṛṣṇa en todas partes. En
el Capítulo Décimo del Bhagavad-gītā Kṛṣṇa enseña que todas las cosas grandes
vienen de Él. Así que entre todos los humoristas, Kṛṣṇa es Charlie
Chaplin.
Aunque no
podemos imitar a Śrīla Prabhupāda, aun así podemos apreciar sus līlās. Él es un devoto puro, y es
maravilloso y entrañable que él pudiera beberse una Seven-Up o reírse con una
película de Charlie Chaplin. Aunque estas actividades puedan ser ordinarias, Śrīla
Prabhupāda era siempre extraordinario.
No hay comentarios:
Publicar un comentario