3. Las diez ofensas



3
Las diez ofensas

Existen diez ofensas al cantar Hare Kṛṣṇa. Estas involucran no solamente el momento en que nos sentamos a cantar japa, sino toda nuestra vida devocional. Estas ofensas —desobedecer las órdenes del maestro espiritual, cometer pecados deliberadamente a cuenta del canto, blasfemar contra el devoto— van más allá que la simple pronunciación correcta de los nombres del Señor. De modo que, nuestra prueba es si podemos llevar a cabo las órdenes del maestro espiritual. Para cuando te sientas a cantar, ya está determinado por tu actitud de servicio —o ya has cometido las ofensas, o no. Tanto el canto sin ofensas como el seguir son interdependientes.

Por cantar cuidadosamente, obtienes la fuerza para seguir las órdenes de tu maestro espiritual a medida que te asocias con el nom­bre de Kṛṣṇa. Pero sabemos que si te asocias sin ofensas es mucho más efectivo. Seguir los cuatro principios y vivir en servicio devocional te garantiza el evitar las diez ofensas.

El cantar Hare Kṛṣṇa tiene el poder de erradicar todos los pecados, pero si te vuelves un ofensor de los santos nombres del Señor, entonces no tienes oportunidad de ser liberado.

----------

LA PRIMERA OFENSA es la de blasfemar contra aquellas per­sonas que de hecho han dedicado sus vidas a propagar las glorias del Señor, la Suprema Personalidad de Dios. A esto se le llama vaiṣṇava-aparādha. Acostumbramos pensar primero en el guru, guru-aparādha, pero esta ofensa se refiere a todos los devotos, in­cluso los tales devotos menores con quienes vivimos.

Devoto significa cualquiera que en realidad está rendido a las enseñanzas de Dios. No puedes ponerte a encontrar faltas o criticar a tal persona. Uno que ha dedicado su vida al servicio de Dios no debe ser considerado una persona ordinaria. Y no solamente debes refrenarte de blasfemarlo, sino que debes hacerle compañía. Cuando Rūpa Gosvāmī menciona cosas favorables al servicio devocional, declara saṅga-tyāgāt sato vṛtteḥ ṣaḍbhir bhaktiḥ prasidhyati: Uno debe evitar la compañía del no devoto, y mantener la compañía del devoto y valorarla.

Hemos estado hablando acerca de la comunidad de devotos. Así que yo soy un devoto; cada uno de nosotros es un individuo. Tenemos que honrar a todos los devotos. Cualquiera que canta Hare Kṛṣṇa tiene que ser honrado mentalmente. A cualquiera que es iniciado y está siguiendo los principios y regulaciones, se le ofrecen reverencias. A cualquiera que en realidad es un devoto avanzado se le ofrece servicio. Aunque uno mismo sea un devoto —que se ha iniciado; que está cantando hari-nāma —debe considerarse un sirviente de los devotos y venerar a los devotos.

No puedes cantar el santo nombre y también hablar ofensivamente, actuar ofensivamente, pensar ofensivamente acerca de otros que están cantando las glorias del santo nombre. Las relaciones podrán ser diferentes, pero en ninguna de estas relaciones se descuida al devoto genuino de Dios. Y si lo desatiendes, entonces estarás en dificultad, no podrás cantar con un efecto puro. No puedes cantar con tus cuentas y al mismo tiempo blasfemar o ser desatento con los devotos del Señor. Eso es como tratar de encender un fuego mientras se le hecha agua. La potencia del mantra Hare Kṛṣṇa es siempre absoluta. Pero si al mismo tiempo cometes una ofensa tan grande, es como echarle agua al fuego. Harás un gran desastre de tu vida devocional.

Alrededor de todo el mundo los devotos de Dios están trabajando en diferentes religiones, como seguidores de Mahoma o Jesús, y los devotos conscientes de Kṛṣṇa no deben blasfemar a estas personas. Cualquiera que en realidad es un devoto del Señor es querido por el Señor. No deben ser blasfemados.

También son una ofensa al santo nombre las críticas entre discípulos de diferentes gurus (ya sea de discípulos de Prabhupāda hacia otros discípulos u otros gurus), o entre los gurus, o entre los discípulos del mismo guru. Todos están predicando, todos han recibido iniciación auténtica, todos están siguiendo. En lo que a mi concierne, debo adorar a mi guru exclusivamente, pero debo respetar a todos los otros devotos auténticos y maestros espirituales de una manera humilde y tratar de mejorar mi propia conciencia de Kṛṣṇa en relación con mi maestro. Y todos deben mantener los principios de la iniciación, adorar a su maestro espiritual con la correcta comprensión y el correcto siddhānta, y no blasfemar contra ningún devoto del Señor.

Si cantamos Hare Kṛṣṇa pero no evitamos ésta y otras ofensas, entonces no habrá esperanza para nosotros. El canto es tan purificante que todas las otras discrepancias y ofensas serán lavadas. Pero si al cantar estás lleno de ofensas, ¿qué te puede salvar?

----------

LA SEGUNDA OFENSA es considerar los nombres de los semidioses, tales como Brahmā y Śiva, iguales o independientes del nom­bre del Señor Viṣṇu o Kṛṣṇa. Vemos esta ofensa especialmente en quienes han sido educados erróneamente, en nombre del hinduismo o la cultura védica, que existen muchos dioses y que todos son lo mismo. No, krsnas tu bhagavan svayam: Kṛṣṇa es la Suprema Personalidad de Dios. Él tiene muchos nombres, pero solamente los nombres del Señor Supremo están en la categoría del harināma kīrtana, y no se les puede comparar con los nombres que uno canta por beneficio material.

El nombre de Kṛṣṇa no es diferente de Kṛṣṇa. En realidad es Kṛṣṇa Mismo. Así, uno tiene que comprender la posición del santo nombre. No es un nombre que designa a un dios; en realidad es Dios, Kṛṣṇa. La vibración sonora no es diferente de Kṛṣṇa. Pero aunque el Señor Supremo tiene diferentes nombres, uno no debe hacer distinciones entre ellos. Uno no debe confundir los nombres de semidioses con el nombre de Dios, o si no es como un ateo. El en realidad no comprende el valor del nombre de Dios. Dios es uno; Él es supremo. Ya hemos explicado, que Su nombre es diferente de cualquier otro nombre. Es purificante, liberador, y no se puede comparar con ninguna otra meditación o mantra. Así que si uno toma el nombre de un ser ordinario, o aun de un excelso semidiós como Brahmā o el señor Śiva, si uno confunde el nombre de un semidiós con el nombre de Dios, esto es ofensivo al santo nombre. Los semi­dioses también son expansiones de Kṛṣṇa, ni independientes ni iguales a Kṛṣṇa. Dios es uno, supremo; Él no tiene competidores.

Existe un mal entendido común en el hinduismo. Es un hecho que muchos semidioses controlan diferentes partes del universo, pero la gente piensa comúnmente que todos estos dioses son iguales. Ellos piensan que el hinduismo es una religión de muchos dioses, un politeísmo. No te metas en este revoltijo que ocurre en nombre del hinduismo. En realidad no existe tal cosa como hindú en las Escrituras. La palabra no se encuentra ahí; no es una palabra sánscrita. Es un error, un nombre inapropiado. Los mahometanos de la frontera de la India llamaban sindhu a las personas que vivían en el Río Indus, y luego la palabra se convirtió en hindú. Y ahora hindú significa cualquier cosa. Puedes ser un ateo, puedes adorar un fan­tasma, puedes adorar un semidiós, Durgā —lo que quieras— y aún ser llamado hindú. Los líderes nacionales de la India están orgullo­sos de que cualquier cosa puede ser hindú. Pero si bajo ese nombre equívoco dices: “Si, está perfectamente bien y es religioso. Nues­tros líderes, nuestros gurus, dicen que cualquier adoración es buena. Si adoras a un perro, si adoras un fantasma, si adoras a un político, si adoras a Kṛṣṇa. Todo es lo mismo, todo es uno” —esto es una ofensa. El Señor es la Verdad Suprema. Todo emana de Él. Él tiene muchos nombres, pero no confundas esos nombres o los consi­deres iguales a nombres ordinarios de personalidades materiales.

Existen muchos nombres de Dios —Jehová, Allah— en di­ferentes culturas religiosas. Cualquier nombre puede ser cantado, con la comprensión de que es un nombre del Supremo. Pero creer que cualquier otro nombre es lo mismo que el nombre de Dios es una ofensa. Y nosotros estamos cantando este nombre Kṛṣṇa porque es­tamos siguiendo al Señor Caitanya, quien cantaba Kṛṣṇa y quien nos dio evidencia de que éste es el nombre supremo original del Ser Supremo. Así que tenemos que defender nuestra posición cuando algún pícaro dice otra cosa, y en lo que a nosotros concierne, ni si­quiera podemos considerar adorar a ningún semidiós al lado del Señor Kṛṣṇa. Kṛṣṇa desea adoración exclusiva —anyābhilāṣitā-śūnyam— servicio devocional puro. No cometan tal error.

----------

LA TERCERA OFENSA es minimizar o blasfemar la orden del maestro espiritual. El maestro espiritual da el santo nombre. Sampradāya-vihīnā ye mantrās te niṣphalā matāḥ. A menos de que recibas el mantra del maestro espiritual en sampradāya, no tendrá efecto. Una razón por la cual canto con mis discípulos cada mañana es para enfatizar la conexión entre cantar y recibir el mantra del maestro espiritual. A menos que hayamos recibido el mantra en sampradāya, no tendrá efecto. Sólo entonces podrás recibir la autoridad para cantar los santos nombres del Señor.

Uno no debe minimizar al maestro espiritual, quien también está practicando cantar el santo nombre, quien está sumido en el gusto del santo nombre, y quien está enseñando el santo nombre, y no debe pensar que otro maestro o enseñanza es más elevada. Los māyāvādīs piensan que la filosofía Vedanta es lo último. Pero no, el santo nombre es el conocimiento más elevado. Así que uno nunca debe olvidar que su maestro espiritual, al darnos el santo nombre, nos está dando la enseñanza más elevada; no existe nada más profundo, ṣaṭ-karma-nipuṇovipro mantra-tantra-viśāradaḥ. El guru tiene que ser vaiṣṇava. El guru vaiṣṇava que te da el santo nombre es el maestro más grande.

El maestro espiritual, como se declara en el Caitanya-caritāmṛta, es la presencia manifiesta de Kṛṣṇa. Él es la misericordia de Kṛṣṇa manifiesta en el maestro espiritual. Así que él está llevando la instrucción de Kṛṣṇa. Si descuidas o desobedeces eso, entonces, ¿cuál es tu canto de Hare Kṛṣṇa? Es inútil. Así que cuando reconoces que el maestro espiritual es el representante de Dios, debes seguir sus instrucciones. ¿Cómo podemos desobedecerlo y esperar progresar? “Bueno, ahora él está aquí. Tomaré iniciación y me comportaré bien hoy, pero mañana haré algo en contra de su orden. Él nunca lo sabrá”. Pero él si lo sabrá. Kṛṣṇa lo sabrá, y será muy malo para mí si hago esto. Este desafío, craso o sutil, es una especie de suicidio. Nunca debe hacerse.

Cada mañana oramos, yasya prasādād bhagavat-prasādo, pero algunas veces olvidamos lo que significa. El verso significa que por la gracia del maestro espiritual uno obtiene la misericordia de Kṛṣṇa. Si uno no complace al maestro espiritual, no tiene oportunidad de avanzar. Así que esto se aplica a nuestro canto de Hare Kṛṣṇa. Entonces, ¿cómo puedes desobedecer las instrucciones de tu maestro espiritual y todavía tener éxito al cantar? Estas ofensas contradicen el espíritu y la esencia del canto. ¿Cómo puede uno cantar mientras desobedece la orden del maestro espiritual, y esperar las bendi­ciones de Kṛṣṇa? Las órdenes del maestro espiritual son iguales a las de Kṛṣṇa, porque el maestro espiritual es el medio para llegar a Kṛṣṇa. Hemos escuchado este verso muchas veces, yasya deve parā bhaktir yathādeve tathā gurau / tasyaite kathitā hy arthāḥ prakāśante mahātmanaḥ. Esto quiere decir que solamente a aquellas grandes almas que tienen fe tanto en el Señor como en el maestro espiritual, se les revelan los significados del conocimiento védico en forma automática. Así que eso incluye que únicamente a aquellos que tienen esa fe, se les puede revelar el canto de Hare Kṛṣṇa. Prabhupāda explica en el Caitanya-caritāmṛta, “Creyendo en las palabras de Su maestro espiritual, el Señor Caitanya introdujo este movimiento de saṅkīrtana, tal como el actual movimiento para la conciencia de Kṛṣṇa empezó con la creencia en las palabras de nuestro maestro espiritual. Queríamos predicar. Creímos en sus palabras y de alguna manera tratamos de llevarlas a cabo. Y ahora este movimiento ha tenido éxito en todo el mundo. Por eso la fe en las palabras del maestro espiritual y la Suprema Personalidad de Dios es el secreto del éxito”.

Entonces, cómo podemos disgustar o desobedecer la orden del guru y decir: “Pero está bien, estoy cantando Hare Kṛṣṇa”. Ese canto no será efectivo. Tengo que cantar con las bendiciones de mi maestro espiritual.

Aunque todavía no cantemos completamente sin ofensas o no entendamos enteramente, cantamos bajo la orden de nuestro maes­tro espiritual como lo hizo el Señor Caitanya, considerándose Él Mismo un tonto. “Firmemente creo que con sólo cantar el santo nombre del Señor puedo quitar todos los conceptos falsos del mundo material. Hago esto porque creo firmemente en las palabras de mi maestro espiritual. Aunque los filósofos māyāvādīs no gustan de ese cantar y bailar, lo hago a fuerza de las palabras de mi maestro espiritual”.

Śrīla Prabhupāda estaba cantando Hare Kṛṣṇa cuando llegó a la ciudad de Nueva York en 1965. Uno podía haber pensado: “Bueno, él es un sannyāsi hindú. Esa es su religión. No la mía”. Pero luego, cuando te vuelves su discípulo, cantas Hare Kṛṣṇa porque él es el maestro espiritual y dice que éste es el proceso. Y cuando te vuelves el sirviente y cantas de esa manera, entonces el nombre se te revelará. Pero no puedes cantar sin tener esa conexión con el maestro espiritual como su sirviente. Éste es el significado de dīkṣā. “Es el maestro espiritual quien libera al discípulo de las garras de māyā al iniciarlo en el canto del mahā-mantra Hare Kṛṣṇa. De esta manera un ser humano dormido puede revivir su conciencia al can­tar Hare Kṛṣṇa, Hare Kṛṣṇa, Kṛṣṇa Kṛṣṇa, Hare Hare / Hare Rāma, Hare Rāma, Rāma Rāma, Hare Hare. En otras palabras, el maestro espiritual despierta a la entidad viviente dormida a su conciencia original para que pueda adorar al Señor Viṣṇu. Este es el propósito de dīkṣā, o iniciación”. Así que, para que cualquier discípulo haga avance en la vida espiritual, debe protegerse cuidadosamente contra esta ofensa. Él no debe descuidar las órdenes del maestro espiritual.

----------

LA CUARTA OFENSA es menospreciar las Escrituras védicas o la literatura que concuerda con la versión védica. Las Escrituras son nuestra luz, nuestra guía. Sin ellas es imposible avanzar en la conciencia de Kṛṣṇa. Sólo por la misericordia de la encarnación del Señor Supremo como śāstra es que esta información ha llegado a nosotros —a través de guru, śāstra y sādhu. El guru está repitiendo el śāstra, los sādhus están repitiendo el śāstra. Yo soy el sirviente de los sādhus y el guru, de modo que escucho el śāstra del guru y del sādhu; el śāstra es mi vida. No hay posibilidad de tomar una actitud mun­dana, especulativa, y menospreciar de alguna manera las palabras de las Escrituras. Nuestra autoridad es Kṛṣṇa, y Kṛṣṇa habla a través de las Escrituras. Así que esta es nuestra autoridad.

Entonces uno podrá decir: “Bueno, esta declaración está aquí en el śāstra, pero no la tomamos literalmente”, o “no significa esto, significa otra cosa”, o “estos libros fueron escritos hace mucho tiempo”. No, no. Esta es la palabra de Kṛṣṇa. No hay posibilidad de acercarse a Kṛṣṇa sin estos libros.

Estamos derrotando la iconoclasia atea en contra de la con­ciencia de Kṛṣṇa a fuerza de śabda-brahma, la prueba de las Escri­turas, la vibración sonora proveniente de Kṛṣṇa, proveniente de afuera de este mundo material, apauruṣeya. La verdad absoluta nos llega así, descendiendo del Señor a nosotros a través de los mahājanas autorizados. No se puede menospreciar las Escrituras y es­perar cantar Hare Kṛṣṇa. Cualquier cosa que se declara, uno la acepta. Toda razón se encuentra ahí, pero uno acepta en base a la prueba de śabda, o sonido.

Nuestra filosofía consciente de Kṛṣṇa está basada en la autori­dad de las palabras de Kṛṣṇa manifestadas a través de los Vedas, brahmākṣara-samudbhavām. La respiración del Supremo Señor es el conocimiento védico. No lo tomes como alguna filosofía ordinaria. No seas “demasiado inteligente” y menosprecies tontamente los mandatos védicos, sin entender el verdadero conocimiento. No tenemos que ser originales, inventivos o confeccionar algo. Más bien, tenemos que repetir las palabras de Kṛṣṇa y seguir las instruc­ciones dadas ya por Kṛṣṇa y los mahājanas del pasado. Pero si estás mal guiado de alguna manera y tomas una actitud atea y sofisticada hacia las Escrituras, y no comprendes su naturaleza como verdad absoluta y axiomática, entonces esto es una gran ofensa.

Toda nuestra conclusión, nuestra prueba, es śabda-brahma, las Escrituras, y nunca debemos especular ni menospreciarlas. Pero tampoco es que debo tan sólo respetarlas guardándolas en un esca­parate de museo —tienen que ser escuchadas regularmente. No menospreciar las Escrituras significa que las estudias, que escuchas de ellas, sin especulación, sino con sumisión y preguntas. Si surgen dudas, leer y escuchar regularmente de las Escrituras es la mejor manera de quitar estas dudas. Esto es muy importante. Así que, junto con el cantar debemos escuchar de estos libros para volvernos predicadores competentes y combatir nuestras propias dudas, porque todo está basado en la autoridad de la Escritura. Nos atenemos a la verdad del śāstra.

----------

LA QUINTA OFENSA es considerar las glorias del santo nombre un producto de la imaginación. La quinta ofensa y la sexta ofensa son similares —creer que el canto de Hare Kṛṣṇa es algo imaginario, o considerar que las afirmaciones sobre el canto son una exageración.

Esta mañana leímos que si un hombre que lleva aún una vida pecaminosa canta Hare Kṛṣṇa, puede volverse mejor que un brāhmaṇa. El śāstra también declara que estas dieciséis sílabas del mantra Hare Kṛṣṇa contienen todas las posibles actividades religiosas y rituales que se ejecutan con gran costo y esfuerzo. Todas son reali­zadas con tan sólo cantar el mantra. El efecto del canto —que uno termina su vida material y alcanza amor por Dios— no puede ser interpretado ni exagerado. Ajāmila se salvó al momento de la muerte por cantar el nombre de Nārāyaṇa. Haridāsa Ṭhākura dijo que si alguien canta el santo nombre descuidada o incluso inadvertidamente, obtiene liberación. Estas no son exageraciones.

Tenemos que librar nuestras mentes de la duda y la especula­ción mundana. No podemos comprender a Dios, ni al universo ma­terial, y ni siquiera nuestro propio cuerpo, así que tenemos que escuchar de la autoridad más elevada. Presentamos nuestras dudas ante el maestro espiritual. Sus respuestas destruyen estas dudas. Luego nos acercamos al śāstra y al santo nombre con plena fe.

Nuestros críticos mundanos consideran el mantra Hare Kṛṣṇa un sonido material, un sonido imaginario. Pero el Señor Caitanya dice:

nāmnām akāri bahudhā nija-sarva-śaktis
tatrārpitā niyamitaḥ smaraṇe na kālaḥ
etādṛśī tava kṛpā bhagavan mamāpi
durdaivam īdṛśam ihājani nānurāgaḥ

“Kṛṣṇa está viniendo en Su nombre. Él tiene muchos, muchos nombres. A pesar de que Él es fácilmente accesible a través de Su nombre, no tengo ningún gusto por él”. Ésa es la declaración del Señor Caitanya; el nombre está en realidad lleno de potencia. Kṛṣṇa Mismo se ha invertido en Hare Kṛṣṇa. Así pues, no es algo imagina­rio. Las gloriosas descripciones de cómo Hare Kṛṣṇa limpia el cora­zón ceto-darpaṇa-mārjanaṁ bhava-mahā-dāvāgni-nirvāpaṇaṁ: limpia del corazón el polvo acumulado por muchas, muchas vidas, extingue el fuego de la vida material, y te da a probar del néctar por el cual siempre estás ansioso —estas declaraciones no son imagina­rias. Así que tenemos que cantar con fe en glorificación del santo nombre.

Con solo cantar Hare Kṛṣṇa puedes regresar de vuelta a Dios. Así que, al principio quizás no comprendas, pero tienes que tener fe, y tienes que aprender del śāstra —no de tus propias maniobras mentales— cómo funciona la ciencia de los santos nombres.

----------

LA SEXTA OFENSA es interpretar el santo nombre. En el śāstra hay muchas diferentes declaraciones de los poderes del santo nombre. El Nārada-pañcarātra declara que cantar el santo nombre lo protege a uno de los malos efectos de esta era de Kali-yuga. El Kali-santaraṇa Upaniṣad dice que el mahā-mantra contiene dentro de sus sílabas todos los otros mantras y rituales védicos. Tan poderoso es. Así que no interpretes —que el canto en realidad le hace algo a la mente, que hipnotiza a la mente, o que está hecho para meditar en el Brahman, o cualquier otra interpretación sutil. Escucha. Aprende. Lo que tu guru y los śāstras dicen acerca del santo nombre es comprensión literal. No hagas alguna interpretación inventada por ti. Cuando al principio cantábamos en Tompkins Square Park, Alien Ginsberg estaba presente y un periodista le preguntó, “¿Qué es este canto?”. Él dijo: “Es algo biológico. La descarga de oxígeno por el constante cantar produce éxtasis en el cuerpo”. ¿Dónde demonios escuchó eso? Debido a su fértil imaginación poética. Eso es su invención. O algunas veces las personas dicen que los devotos están hipnotizados. Estas son explicaciones materiales. Y no inventes tampoco las llamadas interpretaciones espirituales. Cierta vez una joven le dijo a Prabhupāda, “Cuando canto, veo en mi cerebro una gran luz; roja. ¿Qué debo hacer?”. “Tan solo continúa cantando”, dijo Śrīla Prabhupāda, “ya desaparecerá”.

Así que debemos tener fe en la autoridad védica del guru y śāstra. Por ejemplo, las Escrituras dicen que en la era de Kali por cantar Hare Kṛṣṇa te puedes liberar de toda contaminación. Sin embargo, alguien que desea vida espiritual la encuentra muy difícil en este mundo material. La vida material está llena de sufrimiento, sin embargo todos están tratando de disfrutar; y aun su pequeño disfrute es sólo sufrimiento. Sus intentos por disfrutar más incremen­tan su sufrimiento, con más y más agitación por la vida sexual, y las drogas y el alcohol. Uno puede prácticamente sentir como incrementa su sufrimiento, pero continuará tratando de disfrutar del ho­locausto. Esto es māyā, la ilusión; no nos hará felices. ¿Cómo entonces permanecer espiritual en tal atmósfera?

Se nos da la información, harer nāma harer nāma harer nāmaiva kevalam: Cantar Hare Kṛṣṇa en esta era de Kali te salvará. Pero si piensas: “No, no lo creo. ¿Cómo pueden estos nombres, simple­mente cantar o recitar nombres, salvarme? Sí, yo deseo salir de este mundo material, pero ¿cómo me puede ayudar este canto?”, —esto es ofensivo. No inventes tu propia comprensión de lo que el canto hace, o rehúses creer las bendiciones atribuidas al cantar Hare Kṛṣṇa. Haridāsa Ṭhākura explicó que la sombra del santo nombre, aunque cantada con ofensas, y aun desatentamente, le dará a uno la liberación. Un escéptico escuchó y dijo, “Haridāsa Ṭhākura, estás exagerando. ¿Cómo puede ser que tan sólo por la sombra del nom­bre uno obtiene liberación?”.

Haridāsa Ṭhākura contestó, “No lo dudes. Ésta es la declara­ción del śāstra. El santo nombre es tan grande que Ajāmila cantó la palabra Nārāyaṇa al momento de la muerte y fue salvado. No seas incrédulo”.

“Tú puedes decir eso”, dijo el hombre, “pero si la sombra del santo nombre no nos da la liberación, entonces te cortaré la nariz”.

Así que, todos se sintieron muy ofendidos por este hombre, quien después perdió su propia nariz porque Kṛṣṇa tomó el insulto a Su devoto tan seriamente. Si está en el śāstra, no lo tomes de una manera diferente —imaginación, interpretación, o exageración. Lo que el śāstra, el guru o el sādhu dicen acerca del santo nombre es autoritativo; no es para que algún arribista lo interprete. El nombre de Kṛṣṇa no es diferente de Kṛṣṇa, y Kṛṣṇa es Su nombre. Así como no puedes especular sobre el inconcebible Kṛṣṇa con argumento y lógica, así también el nombre es inconcebible. Solamente lo puedes comprender en paramparā. No trates de interpretar el santo nombre.

----------

LA SÉPTIMA OFENSA, una ofensa muy grande, es la de cometer actividades pecaminosas intencionalmente mientras se canta Hare Kṛṣṇa. Algunas veces esto se practica en diferentes religiones: uno obtiene el perdón del sacerdote confesando sus pecados, pero luego comete inmediatamente los mismos pecados otra vez. Ciertamente que el representante de Dios está apoderado para liberarte de los pecados, si realmente pides perdón. Pero no que deliberadamente sales y pecas otra vez. “Este proceso de cantar es muy bueno por­que me purificará de los pecados que repetidamente deseo come­ter”. Este es un trato ofensivo del santo nombre. Y si repetidamente una persona no reforma su actividad, no puede esperar que sólo por pedir perdón quedará resuelto el asunto. Tiene que haber realmente una reforma.

Has hecho una promesa al maestro espiritual ante el fuego, ante los devotos y ante las Deidades. Ahora no hagas planes para una vida pecaminosa. “Este es mi plan; cantaré Hare Kṛṣṇa, com­eteré algunas actividades pecaminosas, y el canto nuevamente me limpiará. Pero en realidad no tengo verdadera intención de dejar es­tas actividades pecaminosas. Utilizaré el canto para mi propio beneficio”. Esta mentalidad —confesar pecados, obtener bendición, y continuar pecando— es condenada. Obstaculizará grandemente tu avance. Podremos preguntarnos: “¡Oh!, he estado cantando por tanto tiempo. ¿Por qué no siento el efecto?”. Es por esto. Śrīla Prabhupāda dijo, “Puedes cantar a gritos durante millones de años y no hacer ningún avance, si no cantas como un devoto y tratas de evitar estas ofensas”.

Podemos cometer un error, que puede ser rectificado. Pero si en realidad planeas hacer una profesión de cantar Hare Kṛṣṇa y romper las reglas, entonces no harás ningún avance. Arruinarás tu enredadera devocional. Sé honesto y sincero. Los śāstras son tan profundos, que la gente no los puede comprender. Hasta los sabios de Naimiṣāraṇya preguntan: “Por favor explícanoslos”. Por eso, sim­plemente seguir las Escrituras no es suficiente. Sino que tienes que seguir a alguien que pueda explicar las Escrituras: mahā-jano yena gataḥ sa panthāḥ.

Si cantas el santo nombre de Dios, sigues estas reglas y eres sincero, habrás asimilado la conclusión de los Vedas. Si podemos permanecer fijos así —”Ahora el maestro espiritual es el representante de Dios. Él me dio este nombre. No puedo romper estas re­glas. No importa lo que digan. Simplemente tengo que mantener el pacto. Aunque no conozca tantas cosas, esta única cosa tengo que hacerla”— entonces llegarás a la perfección más elevada.

Cuando aceptamos la iniciación, tomamos responsabilidades que no teníamos antes como no devotos. Ahora, si cometemos una ofensa, es todavía más vergonzosa que la ofensa del no devoto, así como el policía que roba es más deshonrado que el ciudadano ordinario. Así que al recibir este gran regalo no debemos utilizarlo como un instrumento del pecado.

Uno podrá pensar, “soy muy débil. Fui criado de otra manera. No puedo seguir las reglas y regulaciones, pero cantaré Hare Kṛṣṇa”. Pero es ofensivo hacer el mal deliberadamente. Si vas a cometer actividades pecaminosas y luego tratar de borrarlas mediante el cantar, entonces estás empleando mal el santo nombre. El nombre no es para limpiar tu sucia situación, para que puedas nuevamente realizar algo sucio con borrón y cuenta nueva, y después cantar Hare Kṛṣṇa, y nuevamente realizar actividades pecaminosas. No utilices el santo nombre en planes infames como ese. Acércate al santo nombre cuando quieras servir a Kṛṣṇa, glorificar a Kṛṣṇa, y pedirle a Kṛṣṇa que te readmita en el eterno servicio devocional. Ese es el poder de Hare Kṛṣṇa.

Cualquiera que tiene algún tiempo de estar practicando el canto, conoce por sí mismo sus buenos efectos. Él puede sentir que lo está purificando. Recuerdo que al principio cuando iba a cantar al templo, le pedí a un antiguo amigo que viniera conmigo. Él cantó con nosotros y luego le pregunté qué le parecía. Él admitió que era muy refrescante. Así que la gente puede sentir que esta purificación trae felicidad. Nosotros también sabemos que al cantar uno se está limpiando del deseo pecaminoso, y esto también trae alivio. Pero si te aprovechas de esta purificación y deliberadamente continúas tus actividades pecaminosas, ésta es la mayor ofensa. No puedes cometer actividades pecaminosas como embriagarte o tener vida sexual ilícita, y después tomar el canto de Hare Kṛṣṇa sin ninguna verda­dera intención de dejar tu actividad pecaminosa. Es como las per­sonas que se emborrachan mucho. A la mañana siguiente sienten los efectos de la embriaguez y se toman un Alka Seltzer o algo por el estilo. La idea es sentir algún alivio y luego emborracharse nuevamente. Ellos no están tomando la medicina para aliviarse definitivamente, sino para disfrutar otra vez.

En consecuencia, es una gran ofensa usar así el mantra Hare Kṛṣṇa, pues este Hare Kṛṣṇa es en realidad Kṛṣṇa Mismo, sólo es para desarrollar amor puro por Dios. Tantos pecados terribles se pueden cometer en este mundo, inclusive asesinato. No obstante estos pecados pueden ser perdonados por cantar Hare Kṛṣṇa. Pero si cometes ofensas contra el santo nombre, cómo podrás entonces ser perdonado. El santo nombre es nuestra última esperanza. Así que evita esta séptima ofensa a toda costa. Sé muy cuidadoso de no caer en algún tipo de vida pecaminosa e inadvertida por el hecho de ser un devoto. No tomes malos ejemplo de las actividades malas de otros. Sé ejemplar. Te tienes que reformar.

Toma el santo nombre con seriedad. Has hecho el voto de can­tar por lo menos dieciséis rondas todos los días, y de obedecer las cuatro reglas; —estos van juntos. Cuando Jagāi y Mādhāi fueron perdonados de todos sus pecados cuando aceptaron el santo nom­bre, el Señor Caitanya dijo también: “Pero no más pecados. Cual­quier cosa que hayan hecho no es importante, así que no tienen que preocuparse. Pero no más. Ahora canten Hare Kṛṣṇa y sean pacífi­cos”. Esta es la naturaleza del perdón de Kṛṣṇa; Él puede perdonar cualquier cosa. Pero ya no peques más. Y esto es posible si sólo aceptamos nuestra posición de sirvientes y dependemos de Kṛṣṇa y la guía correcta de Kṛṣṇa.

----------

LA OCTAVA OFENSA es considerar que cantar Hare Kṛṣṇa es un ritual piadoso como los descritos en la sección karma-kāṇḍa de los Vedas. De nuevo, es una ofensa entender erróneamente la na­turaleza del santo nombre y cantar por alguna causa material piadosa.

Uno le ora a Dios por alivio de las cosas materiales. “Por favor Dios, ve que mi familia obtenga algún dinero. Por favor, mejora mi salud. Por favor, ve que obtenga una buena esposa, que mi negocio mejore”. El canto no debe ser utilizado de esa forma —por buena salud, por alguna razón nacionalista, o para ocasionar cambios en el clima, o conseguir dinero, ni por alguna causa humanitaria. No po­demos tomarlo como un acto material piadoso, cantando el santo nombre para obtener de Dios alguna cosa utilitaria y material, como tratamos a través de las actividades piadosas. Existe incluso un grupo que abiertamente canta por beneficios materiales. En sus reuniones alguien dará testimonio sobre el poder del mantra: “Tengo la experiencia de que deseaba una guitarra y canté el mantra, y al día siguiente obtuve esta guitarra. Por lo tanto es un mantra muy bueno”.

Uno puede orarle a Dios y eso es piadoso. Pero no cantamos Hare Kṛṣṇa para acercarnos a Dios de una manera material. No uses el nombre con este tipo de oración. Sólo pronuncia el nombre cuando quieras servir a Kṛṣṇa. “¡Oh! Kṛṣṇa, ¡Oh! energía de Kṛṣṇa, por favor ocúpame en Tu servicio”. “¡Oh nombre de Kṛṣṇa!, ¡Oh energía de Kṛṣṇa! por favor sírveme”. Nosotros no cantamos así. Cuando uno quiere glorificar al Señor, uno canta Hare Kṛṣṇa. Uno sirve a Dios. Y un servicio es —śravaṇaṁ, kīrtanacantar Su nombre. Canta así. No le cantes a Dios para que te ayude con algo mundano. Canta para volverte Su devoto, no para algún beneficio material. No debemos pensar que el canto es como una actividad piadosa o una religión material en la que el practicante está tratando de sacar algo material a cambio de su poquita conciencia de Dios. Si glorificas a Dios como Su sirviente eterno, entonces automáticamente recibes todos los beneficios.

Aun si después de la iniciación tengo que sufrir por mi pasado, si hay algún castigo simbólico de parte de Kṛṣṇa para mi purificación definitiva, canto Hare Kṛṣṇa no para ser salvado, sino: “Por favor sálvame de māyā —māyā en la forma de sufrimientos, māyā en la forma de placer material. Por favor ocúpame en Tu servicio”. Cuando uno continua cantando así, se vuelve elegible para regresar de vuelta a Dios.

Como ya dijimos, el canto de Hare Kṛṣṇa puede traer la liberación, pero éste no es su propósito. El propósito de cantar está más allá de la liberación. Es glorificar a Dios, servirlo. El cantar es servi­cio a Kṛṣṇa. Estamos orando para ser puestos al servicio a Kṛṣṇa. Así que, tan sólo canta con la actitud de glorificar a Kṛṣṇa: “Kṛṣṇa, Tú eres tan grande. Yo soy tan pequeño. Sin Ti no soy nada. Pero soy tan pequeño, por favor ayúdame a cantar. Por favor ocúpame en Tu servicio devocional”. No que: “Por favor Kṛṣṇa haz que esto suceda. Haz que aquello ocurra”. No hagas que el nombre te sirva, sino que sirve al nombre. Tienes que comprender que el canto de Hare Kṛṣṇa es glorificación espiritual pura del servicio a Dios. A Kṛṣṇa le agrada escuchar Su santo nombre pronunciado por Su devoto puro. Este amor por Kṛṣṇa que tanto deseamos se intensificará más y más a medida que cantamos así —desamparadamente. “¡Oh Kṛṣṇa, Oh energía de Kṛṣṇa! Por favor, estoy cantando pero aún estoy atascado. Por favor llévame a Tu energía espiritual, libre de todos estos anarthas. Solamente quiero servirte”.

Cantamos para servir a Dios clamando Su nombre. A Él le gusta mucho que cantemos Su santo nombre para desarrollar amor por Él. No es que Él lo necesite y sea una persona incompleta — “Tu, canta por favor”. No. Él está completo en Sí Mismo, y tiene ilimitados sirvientes. Él no necesita tu canto adicional, pero se complace mucho si lo sirves cantando Su santo nombre— “¡Oh, Kṛṣṇa!, ¡oh, energía de Kṛṣṇa!, por favor ocúpame en Tu servicio. Hare Kṛṣṇa”. Él se complace al escuchar Su nombre cantado por Sus devotos caídos. “Él está regresando a Mí. Él está tratando de acercarse a Mí cantando Mi nombre. Qué bueno”. La esencia del canto es la de complacer a Kṛṣṇa. Y Kṛṣṇa puede ocuparse de todo lo de­más.

Nuestra iniciación en el canto de Hare Kṛṣṇa es en realidad una glorificación de Dios, un proceso espontáneo y autorizado para pedirle al Señor: “Por favor acéptanos en Tu servicio. Por favor acéptanos en la sucesión discipular, y por favor permítenos cantar el santo nombre para que podamos volvernos Tus sirvientes puros”. No estamos orando por algún beneficio material, pues eso es una religión ritual. Este canto de Hare Kṛṣṇa no es eso, algo material; es algo puramente espiritual, del alma a Dios.

Así que cantar Hare Kṛṣṇa es trascendental a los resultados materiales. Pero da los mejores resultados, para todos. Difunde la bendición del santo nombre. Por esto el Señor Caitanya dice ceto-darpaṇa-mārjanaṁ bhava-mahā-dāvāgni-nirvāpaṇaṁ. “Todas las glorias al canto del santo nombre, que limpia el corazón de todo el polvo acumulado por muchas vidas, y extingue el fuego de repetidos nacimientos y muertes. Es lo último de todo el conocimiento trascendental, incrementa el océano de bienaventuranza trascendental, y nos da una prueba del néctar por el cual estamos siempre an­siosos”. El glorifica el santo nombre por lo que beneficia a la humanidad. Así como la Luna se llena en el cielo, día tras día, al uno cantar Hare Kṛṣṇa en la sociedad de devotos conscientes de Kṛṣṇa, la bendición de la Luna del Señor Caitanya aumentará y aumentará, aun en el Kali-yuga, y todos se beneficiarán. Sus propias lunas de amor por Dios crecerán. Es mucho más que alguna actividad piadosa.

Uno canta Hare Kṛṣṇa: “Mi querido Señor, puedes hacer lo que quieras conmigo. Podrás partirme el corazón al no estar pre­sente ante mí. O me podrás tratar duramente al abrazarme. Pero yo soy Tu sirviente para siempre. Deseo cantar Hare Kṛṣṇa de esta manera”. Estudia estos versos del śikṣāṣṭaka y podrás comprender cómo cantar con devoción pura.

El canto es el llanto del alma caída por Kṛṣṇa. “Por favor ocú­pame en el servicio de Tu Señoría”. Eso es lo mejor que podemos hacer, el mejor servicio para Kṛṣṇa y también para otros. Cualquier deseo que tengamos de ayudar a los demás se llevará a cabo en la plataforma purificada del servicio devocional, al difundir las glorias del nombre a otros, porque únicamente mediante el santo nombre puede alguien liberarse del sufrimiento en esta era. Así que toma el santo nombre y dáselo a otros. Esto es servicio. Pero no hagas del nombre un sirviente o siquiera pienses en él como una oración al servicio de la humanidad. Es puramente glorificación trascendental de Kṛṣṇa por el devoto en servicio devocional puro. Y este es el tra­bajo de bienestar social más auspicioso para todo el universo.

----------

LA NOVENA OFENSA es instruir las glorias del santo nombre a las personas que carecen de fe. Solamente alguien que es piadoso y austero puede apreciar la naturaleza confidencial del santo nombre —Hare Kṛṣṇa, Rādhā-Kṛṣṇa. Aunque debemos presentar a todos el canto de Hare Kṛṣṇa, no debemos explicar las glorias íntimas del Señor a alguien que es hostil, pues esto sólo aumentaría su actitud blasfema. Es mejor que tratemos de acercarnos a personas inocentes que por lo menos son un poco receptivas.

Aunque la prédica es para el no devoto, no debemos predicarle al ateo total que blasfema contra el santo nombre. En nuestra pré­dica, por supuesto que todos carecen de fe, pero debemos evitar una exposición prolongada a la blasfemia, qué decir de presentarle las glorias íntimas del santo nombre a tal pícaro. Prabhupāda ha citado un dicho cristiano: “Uno no debe darle perlas a los cerdos”. Así que en lo posible, acércate a aquellas personas que tienen alguna inclinación.

Somos muy liberales; distribuimos la conciencia de Kṛṣṇa a todas las personas. Pero las glorias del santo nombre no se deben predicar a personas que incurren en nuevas ofensas. No debes ser un instrumento para eso. En realidad hasta que uno mismo se vuelva sumiso y purificado por seguir el camino de la conciencia de Kṛṣṇa, no puede entender estos elevados principios. Pero los que son inocentes, pueden ser abordados. Ese es el espíritu de la prédica.

Tampoco se le debe dar la iniciación al santo nombre a alguien que no tiene completa fe en el santo nombre, en las Escrituras, y en el maestro espiritual. Eso también es una ofensa.

----------

LA DÉCIMA OFENSA es que después de tantas instrucciones, uno esté todavía apegado a las cosas materiales, y no tenga fe en el canto de Hare Kṛṣṇa, sino que mantenga apegos materiales.

Yo no soy este cuerpo. Ahaṁ brahmāsmi, y no ahaṁ mameti. Ahaṁ mameti quiere decir: “Creo que soy este cuerpo”. Creo que cualquier cosa que este cuerpo sea, eso soy yo, y que las cosas conectadas con ese cuerpo son mías. Estos son conceptos materiales falsos. Así que, la prueba de tu progreso en el canto de Hare Kṛṣṇa es cuánto has abandonado estas ideas. Uno no debe cantar Hare Kṛṣṇa y continuar con estos conceptos corporales de la vida. Si mantienes apegos materiales y hábitos a pesar de haber recibido tantas instrucciones, entonces no tienes plena fe en el santo nombre, y esta es la décima ofensa. Se espera que por cantar no permanecerás perpetuamente en el estado del ego falso, pensando: “Yo soy este cuerpo, y las cosas relacionadas con ese cuerpo son mías”.

Claro que no esperamos que el principiante se encuentre en una plataforma elevada. Si alguien quiere permanecer un tiempo con nosotros, cantar y tomar prasādam, entonces nos sentiremos felices de servirle. Pero si alguien dice: “Deseo hacer pleno avance. Quiero servir al Señor. Quiero liberarme de este mundo material”, entonces se le aconseja que siga más estrictamente. Y si es iniciado, él mismo es un predicador y está cantando Hare Kṛṣṇa bajo un voto. Ahora él trabaja cuidadosamente para cantar sin ofensas, porque desea progresar rápida y totalmente, para que en esta vida pueda regresar de vuelta a Dios gracias a su canto libre de ofensas.

Pero incluso después de tanta conciencia de Kṛṣṇa y canto, si no comprendes que ahaṁ brahmāsmi —”No soy ese cuerpo”— y no actúas con desapego —vairāgya-vidyā— entonces tu canto es ofensivo. No es que eres una persona con apegos materiales ordinarios que canta Hare Kṛṣṇa. Animamos a todos cantar, incluso al bo­rracho —”Cante Hare Kṛṣṇa en toda circunstancia”— pero la inicia­ción significa un nuevo nacimiento y progreso rápido, siempre y cuando evites estas ofensas.

----------

TAMBIÉN ES UNA OFENSA estar desatento al cantar. La mente siempre está yendo de aquí para allá, pero tenemos que can­tar y poner la nuevamente bajo el control del yo superior. Si ni si­quiera luchas por controlar la mente, tu canto será algo muy distraído. Hay gente que fuma un cigarrillo, toma café, lee el pe­riódico y hace otras cinco cosas al mismo tiempo. Pues el canto no es así —cantar un rosario mientras haces algo más. Cantar es samādhi; es meditación; es un servicio completo en sí cuando cantas dieciséis rondas. A través del día podemos cantar mientras estamos haciendo diferentes cosas, pero cuando cantamos nuestras rondas tenemos que ser de lo más atentos. Si no, nuevamente es aparādha, una ofensa. Por eso, la conciencia de Kṛṣṇa es mantra-yoga. Tienes que cantar y escuchar.

En la misma técnica del mantra-yoga es ofensivo no estar atento. Cada forma de yoga —hatha-yoga, kriya-yoga, kuṇḍalinī-yoga— posturas para sentarse, control de la respiración— está hecha para controlar los sentidos. Y controlar los sentidos para poder controlar la mente. Y controlar la mente para poder pensar en el Supremo Bhagavān, Kṛṣṇa. Nuestro yoga también controla los sentidos; controlamos la mente mediante dos sentidos. Un sentido está vibrando, pronunciando con la lengua, y el otro sentido está escuchando. Si esos dos sentidos están fijos, entonces puedes controlar tu mente. Nosotros pronunciamos el mantra Hare Kṛṣṇa y escuchamos.

Así que, debes ponerle atención a esta técnica. No pienses en otras cosas. Esto se menciona en el Bhagavad-gītā, Capítulo Sexto. No puedes levantarte e ir de aquí para allá; no puedes hacer nego­cios; no puedes hacer nada, excepto este yoga. Esa es la idea. Deja tus otras actividades, siéntate y medita. Así que, cuando nos sentamos a meditar, no debemos hacer nada más. Siéntate firmemente, y escucha y canta, escucha y canta —apenas dos horas diarias. Hasta que dejes de cometer ofensas en el canto, no podrás progresar a una plataforma más elevada o al gusto superior. Tenemos que ir de lo ofensivo a lo libre de ofensas, y seguir cantando Hare Kṛṣṇa.

Lo mejor es que te escuches cantando los nombres mismos, el mantra Hare Kṛṣṇa. Esta es la forma de cantar sin perder la atención. Nuestra mente debe estar fija en el sonido. Como Prabhupāda ha escrito, la boca debe moverse. Uno no debe balbucear Hare Kṛṣṇa, Hare Kṛṣṇa. Uno no debe quedarse dormido mientras canta su tal llamado bhajana. Como Kṛṣṇa aconseja a Arjuna en la práctica del yoga: “A dondequiera que la mente vague, debido a su naturaleza inquieta y fluctuante, tienes que arrastrarla de vuelta”. Así que esto se aplica a nuestro canto. Tienes que cantar con atención. Permanece despierto y canta con devoción.


La mayoría de las ofensas se relacionan a la vida del devoto. Su vida es cantar, pero las actividades en su vida tienen que ser puras para poder cantar. Nuestro movimiento depende del canto sin ofensas, y el avance espiritual depende del canto sin ofensas, sea cual fuere tu servicio particular. Al mismo tiempo, para tomar la misericordia del santo nombre y crecer espiritualmente, debes evitar las actividades pecaminosas: la vida sexual ilícita, los juegos de azar, las drogas y el alcohol, comer carne, y debes ser muy fiel al servir a tu maestro espiritual. Esta combinación producirá el avance perfecto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario