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Las diez ofensas
Existen diez ofensas al cantar
Hare Kṛṣṇa. Estas involucran no solamente el momento en que nos sentamos a cantar
japa, sino toda nuestra vida devocional. Estas ofensas —desobedecer las
órdenes del maestro espiritual, cometer pecados deliberadamente a cuenta del
canto, blasfemar contra el devoto— van más allá que la simple pronunciación
correcta de los nombres del Señor. De modo que, nuestra prueba es si podemos
llevar a cabo las órdenes del maestro espiritual. Para cuando te sientas a
cantar, ya está determinado por tu actitud de servicio —o ya has cometido las
ofensas, o no. Tanto el canto sin ofensas como el seguir son interdependientes.
Por cantar cuidadosamente,
obtienes la fuerza para seguir las órdenes de tu maestro espiritual a medida
que te asocias con el nombre de Kṛṣṇa. Pero sabemos que si te asocias sin
ofensas es mucho más efectivo. Seguir los cuatro principios y vivir en servicio
devocional te garantiza el evitar las diez ofensas.
El cantar Hare Kṛṣṇa tiene el
poder de erradicar todos los pecados, pero si te vuelves un ofensor de los
santos nombres del Señor, entonces no tienes oportunidad de ser liberado.
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LA PRIMERA OFENSA es la de
blasfemar contra aquellas personas que de hecho han dedicado sus vidas a
propagar las glorias del Señor, la Suprema Personalidad de Dios. A esto se le
llama vaiṣṇava-aparādha. Acostumbramos pensar primero en el guru, guru-aparādha,
pero esta ofensa se refiere a todos los devotos, incluso los tales
devotos menores con quienes vivimos.
Devoto
significa cualquiera que en realidad está rendido a
las
enseñanzas de Dios. No puedes ponerte a encontrar
faltas o criticar a tal persona. Uno que ha dedicado su vida al servicio de
Dios no debe ser considerado una persona ordinaria. Y no solamente debes
refrenarte de blasfemarlo, sino que debes hacerle compañía. Cuando Rūpa Gosvāmī
menciona cosas favorables al servicio devocional, declara saṅga-tyāgāt sato vṛtteḥ ṣaḍbhir bhaktiḥ prasidhyati: Uno debe evitar la compañía del no devoto, y
mantener la compañía del devoto y valorarla.
Hemos estado hablando acerca
de la comunidad de devotos. Así que yo soy un devoto; cada uno de nosotros es
un individuo. Tenemos que honrar a todos los devotos. Cualquiera que canta Hare
Kṛṣṇa tiene que ser honrado mentalmente. A cualquiera que es iniciado y está
siguiendo los principios y regulaciones, se le ofrecen reverencias. A
cualquiera que en realidad es un devoto avanzado se le ofrece servicio. Aunque uno mismo sea un devoto —que se
ha iniciado; que está cantando hari-nāma —debe considerarse un sirviente
de los devotos y venerar a los devotos.
No puedes cantar el santo
nombre y también hablar ofensivamente, actuar ofensivamente, pensar
ofensivamente acerca de otros que están cantando las glorias del santo nombre.
Las relaciones podrán ser diferentes, pero en ninguna de estas relaciones se
descuida al devoto genuino de Dios. Y si lo desatiendes, entonces estarás en
dificultad, no podrás cantar con un efecto puro. No puedes cantar con tus
cuentas y al mismo tiempo blasfemar o ser desatento con los devotos del Señor.
Eso es como tratar de encender un fuego mientras se le hecha agua. La potencia del
mantra Hare Kṛṣṇa es siempre absoluta. Pero si al mismo tiempo cometes
una ofensa tan grande, es como echarle agua al fuego. Harás un gran desastre de
tu vida devocional.
Alrededor de todo el mundo los
devotos de Dios están trabajando en diferentes religiones, como seguidores de
Mahoma o Jesús, y los devotos conscientes de Kṛṣṇa no deben blasfemar a estas
personas. Cualquiera que en realidad es un devoto del Señor es querido por el
Señor. No deben ser blasfemados.
También son una ofensa al
santo nombre las críticas entre discípulos de diferentes gurus (ya sea de discípulos de Prabhupāda hacia otros discípulos u
otros gurus), o entre los gurus, o entre los discípulos del mismo guru. Todos están predicando, todos han
recibido iniciación auténtica, todos están siguiendo. En lo que a mi concierne,
debo adorar a mi guru exclusivamente,
pero debo respetar a todos los otros devotos auténticos y maestros espirituales
de una manera humilde y tratar de mejorar mi propia conciencia de Kṛṣṇa en
relación con mi maestro. Y todos deben mantener los principios de la
iniciación, adorar a su maestro espiritual con la correcta comprensión y el
correcto siddhānta, y no blasfemar contra ningún devoto del Señor.
Si cantamos Hare Kṛṣṇa pero no
evitamos ésta y otras ofensas, entonces no habrá esperanza para nosotros. El
canto es tan purificante que todas las otras discrepancias y ofensas serán
lavadas. Pero si al cantar estás lleno de ofensas, ¿qué te puede salvar?
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LA SEGUNDA OFENSA es
considerar los nombres de los semidioses, tales como Brahmā y Śiva, iguales o
independientes del nombre del Señor Viṣṇu o Kṛṣṇa. Vemos esta ofensa
especialmente en quienes han sido educados erróneamente, en nombre del
hinduismo o la cultura védica, que existen muchos dioses y que todos son lo
mismo. No, krsnas tu bhagavan svayam: Kṛṣṇa es la Suprema Personalidad
de Dios. Él tiene muchos nombres, pero solamente los nombres del Señor Supremo
están en la categoría del harināma kīrtana, y no se les puede comparar con los nombres que uno canta
por beneficio material.
El nombre de Kṛṣṇa no es
diferente de Kṛṣṇa. En realidad es Kṛṣṇa Mismo. Así, uno tiene que comprender
la posición del santo nombre. No es un nombre que designa a un dios; en
realidad es Dios, Kṛṣṇa. La vibración sonora no es diferente de Kṛṣṇa. Pero
aunque el Señor Supremo tiene diferentes nombres, uno no debe hacer
distinciones entre ellos. Uno no debe confundir los nombres de semidioses con
el nombre de Dios, o si no es como un ateo. El en realidad no comprende el
valor del nombre de Dios. Dios es uno; Él es supremo. Ya hemos explicado, que
Su nombre es diferente de cualquier otro nombre. Es purificante, liberador, y
no se puede comparar con ninguna otra meditación o mantra. Así que si
uno toma el nombre de un ser ordinario, o aun de un excelso semidiós como Brahmā
o el señor Śiva, si uno confunde el nombre de un semidiós con el nombre de
Dios, esto es ofensivo al santo nombre. Los semidioses también son expansiones
de Kṛṣṇa, ni independientes ni iguales a Kṛṣṇa. Dios es uno, supremo; Él no
tiene competidores.
Existe un mal entendido común
en el hinduismo. Es un hecho que muchos semidioses controlan diferentes partes
del universo, pero la gente piensa comúnmente que todos estos dioses son
iguales. Ellos piensan que el hinduismo es una religión de muchos dioses, un
politeísmo. No te metas en este revoltijo que ocurre en nombre del hinduismo.
En realidad no existe tal cosa como hindú en las Escrituras. La palabra no se
encuentra ahí; no es una palabra sánscrita. Es un error, un nombre inapropiado.
Los mahometanos de la frontera de la India
llamaban sindhu a las personas que vivían en el Río Indus, y luego la
palabra se convirtió en hindú. Y ahora hindú significa cualquier
cosa. Puedes ser un ateo, puedes adorar un fantasma, puedes adorar un
semidiós, Durgā —lo que quieras— y aún ser llamado hindú. Los líderes nacionales de la India están orgullosos de que cualquier cosa puede
ser hindú. Pero si bajo ese nombre equívoco dices: “Si, está perfectamente bien
y es religioso. Nuestros líderes, nuestros gurus,
dicen que cualquier adoración es buena. Si adoras a un perro, si adoras un
fantasma, si adoras a un político, si adoras a Kṛṣṇa. Todo es lo mismo, todo es
uno” —esto es una ofensa. El Señor es la Verdad Suprema. Todo emana de Él. Él
tiene muchos nombres, pero no confundas esos nombres o los consideres iguales
a nombres ordinarios de personalidades materiales.
Existen muchos nombres de Dios
—Jehová, Allah— en diferentes culturas religiosas. Cualquier nombre puede ser
cantado, con la comprensión de que es un nombre del Supremo. Pero creer que
cualquier otro nombre es lo mismo que el nombre de Dios es una ofensa. Y
nosotros estamos cantando este nombre Kṛṣṇa porque estamos siguiendo al Señor
Caitanya, quien cantaba Kṛṣṇa y quien nos dio evidencia de que éste es el
nombre supremo original del Ser Supremo. Así que tenemos que defender nuestra
posición cuando algún pícaro dice otra cosa, y en lo que a nosotros concierne,
ni siquiera podemos considerar adorar a ningún semidiós al lado del Señor Kṛṣṇa.
Kṛṣṇa desea adoración exclusiva —anyābhilāṣitā-śūnyam— servicio
devocional puro. No cometan tal error.
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LA TERCERA OFENSA es minimizar
o blasfemar la orden del maestro espiritual. El maestro espiritual da el santo
nombre. Sampradāya-vihīnā ye mantrās te niṣphalā matāḥ. A menos de
que recibas el mantra del maestro espiritual en sampradāya, no
tendrá efecto. Una razón por la cual canto con mis discípulos cada mañana es
para enfatizar la conexión entre cantar y recibir el mantra del maestro
espiritual. A menos que hayamos recibido el mantra en sampradāya, no tendrá efecto. Sólo entonces podrás recibir la autoridad para
cantar los santos nombres del Señor.
Uno no debe minimizar al
maestro espiritual, quien también está practicando cantar el santo nombre,
quien está sumido en el gusto del santo nombre, y quien está enseñando el santo
nombre, y no debe pensar que otro maestro o enseñanza es más elevada. Los māyāvādīs piensan que la filosofía Vedanta
es lo último. Pero no, el santo nombre es el conocimiento más elevado. Así
que uno nunca debe olvidar que su maestro espiritual, al darnos el santo
nombre, nos está dando la enseñanza más elevada; no existe nada más profundo, ṣaṭ-karma-nipuṇovipro mantra-tantra-viśāradaḥ. El guru tiene
que ser vaiṣṇava. El guru vaiṣṇava que te da el santo nombre es el
maestro más grande.
El maestro espiritual, como se
declara en el Caitanya-caritāmṛta, es la presencia manifiesta de Kṛṣṇa.
Él es la misericordia de Kṛṣṇa manifiesta en el maestro espiritual. Así que él
está llevando la instrucción de Kṛṣṇa. Si descuidas o desobedeces eso,
entonces, ¿cuál es tu canto de Hare Kṛṣṇa? Es inútil. Así que cuando reconoces
que el maestro espiritual es el representante de Dios, debes seguir sus
instrucciones. ¿Cómo podemos desobedecerlo y esperar progresar? “Bueno, ahora
él está aquí. Tomaré iniciación y me comportaré bien hoy, pero mañana haré algo
en contra de su orden. Él nunca lo sabrá”. Pero él si lo sabrá. Kṛṣṇa lo sabrá,
y será muy malo para mí si hago esto. Este desafío, craso o sutil, es una
especie de suicidio. Nunca debe hacerse.
Cada mañana oramos, yasya
prasādād bhagavat-prasādo, pero algunas veces olvidamos lo que significa.
El verso significa que por la gracia del maestro espiritual uno obtiene la
misericordia de Kṛṣṇa. Si uno no complace al maestro espiritual, no tiene
oportunidad de avanzar. Así que esto se aplica a nuestro canto de Hare Kṛṣṇa.
Entonces, ¿cómo puedes desobedecer las instrucciones de tu maestro espiritual y
todavía tener éxito al cantar? Estas ofensas contradicen el espíritu y la
esencia del canto. ¿Cómo puede uno cantar mientras desobedece la orden del
maestro espiritual, y esperar las bendiciones de Kṛṣṇa? Las órdenes del
maestro espiritual son iguales a las de Kṛṣṇa, porque el maestro espiritual es
el medio para llegar a Kṛṣṇa. Hemos escuchado este verso muchas veces, yasya deve parā bhaktir yathādeve tathā gurau / tasyaite kathitā hy arthāḥ prakāśante mahātmanaḥ. Esto quiere
decir que solamente a aquellas grandes almas que tienen fe tanto en el Señor
como en el maestro espiritual, se les revelan los significados del conocimiento
védico en forma automática. Así que eso incluye que únicamente a aquellos que
tienen esa fe, se les puede revelar el canto de Hare Kṛṣṇa. Prabhupāda explica
en el Caitanya-caritāmṛta, “Creyendo en las palabras de Su maestro
espiritual, el Señor Caitanya introdujo este movimiento de saṅkīrtana, tal
como el actual movimiento para la conciencia de Kṛṣṇa empezó con la creencia en
las palabras de nuestro maestro espiritual. Queríamos predicar. Creímos en sus
palabras y de alguna manera tratamos de llevarlas a cabo. Y ahora este movimiento
ha tenido éxito en todo el mundo. Por eso la fe en las palabras del maestro
espiritual y la Suprema Personalidad de Dios es el secreto del éxito”.
Entonces, cómo podemos
disgustar o desobedecer la orden del guru y decir: “Pero está bien,
estoy cantando Hare Kṛṣṇa”. Ese canto no será efectivo. Tengo que cantar con
las bendiciones de mi maestro espiritual.
Aunque todavía no cantemos
completamente sin ofensas o no entendamos enteramente, cantamos bajo la orden
de nuestro maestro espiritual como lo hizo el Señor Caitanya, considerándose Él
Mismo un tonto. “Firmemente creo que con sólo cantar el santo nombre del Señor puedo quitar todos los conceptos
falsos del mundo material. Hago esto porque creo firmemente en las palabras de
mi maestro espiritual. Aunque los filósofos māyāvādīs
no gustan de ese cantar y bailar, lo hago a fuerza de las palabras de mi
maestro espiritual”.
Śrīla Prabhupāda estaba
cantando Hare Kṛṣṇa cuando llegó a la ciudad de Nueva York en 1965. Uno podía
haber pensado: “Bueno, él es un sannyāsi hindú. Esa es su religión. No
la mía”. Pero luego, cuando te vuelves su discípulo, cantas Hare Kṛṣṇa porque
él es el maestro espiritual y dice que éste es el proceso. Y cuando te vuelves
el sirviente y cantas de esa manera, entonces el nombre se te revelará. Pero no
puedes cantar sin tener esa conexión con el maestro espiritual como su
sirviente. Éste es el significado de dīkṣā.
“Es el maestro espiritual quien libera al discípulo de las garras de māyā al
iniciarlo en el canto del mahā-mantra Hare Kṛṣṇa. De esta manera un ser
humano dormido puede revivir su conciencia al cantar Hare Kṛṣṇa, Hare Kṛṣṇa, Kṛṣṇa
Kṛṣṇa, Hare Hare / Hare Rāma, Hare Rāma, Rāma Rāma, Hare Hare. En otras
palabras, el maestro espiritual despierta a la entidad viviente dormida a su
conciencia original para que pueda adorar al Señor Viṣṇu. Este es el propósito
de dīkṣā, o iniciación”. Así que, para que cualquier discípulo haga
avance en la vida espiritual, debe protegerse cuidadosamente contra esta
ofensa. Él no debe descuidar las órdenes del maestro espiritual.
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LA CUARTA OFENSA es
menospreciar las Escrituras védicas o la literatura que concuerda con la
versión védica. Las Escrituras son nuestra luz, nuestra guía. Sin ellas es
imposible avanzar en la conciencia de Kṛṣṇa. Sólo por la misericordia de la
encarnación del Señor Supremo como śāstra es que esta información ha
llegado a nosotros —a través de guru, śāstra
y sādhu. El guru está
repitiendo el śāstra, los sādhus
están repitiendo el śāstra. Yo soy el
sirviente de los sādhus y el guru,
de modo que escucho el śāstra del guru y del sādhu; el śāstra es mi
vida. No hay posibilidad de tomar una actitud mundana, especulativa, y
menospreciar de alguna manera las palabras de las Escrituras. Nuestra autoridad
es Kṛṣṇa, y Kṛṣṇa habla a través de las Escrituras. Así que esta es nuestra
autoridad.
Entonces uno podrá decir:
“Bueno, esta declaración está aquí en el śāstra,
pero no la tomamos literalmente”, o “no significa esto, significa otra cosa”, o
“estos libros fueron escritos hace mucho tiempo”. No, no. Esta es la palabra de
Kṛṣṇa. No hay posibilidad de acercarse a Kṛṣṇa sin estos libros.
Estamos derrotando la
iconoclasia atea en contra de la conciencia de Kṛṣṇa a fuerza de śabda-brahma,
la prueba de las Escrituras, la vibración sonora proveniente de Kṛṣṇa,
proveniente de afuera de este mundo material, apauruṣeya. La verdad
absoluta nos llega así, descendiendo del Señor a nosotros a través de los mahājanas
autorizados. No se puede menospreciar las Escrituras y esperar cantar Hare
Kṛṣṇa. Cualquier cosa que se declara, uno la acepta. Toda razón se encuentra
ahí, pero uno acepta en base a la prueba de śabda,
o sonido.
Nuestra filosofía consciente
de Kṛṣṇa está basada en la autoridad de las palabras de Kṛṣṇa manifestadas a
través de los Vedas, brahmākṣara-samudbhavām. La respiración del Supremo Señor es el conocimiento
védico. No lo tomes como alguna filosofía ordinaria. No seas “demasiado
inteligente” y menosprecies tontamente los mandatos védicos, sin entender el
verdadero conocimiento. No tenemos que ser originales, inventivos o confeccionar
algo. Más bien, tenemos que repetir las palabras de Kṛṣṇa y seguir las instrucciones
dadas ya por Kṛṣṇa y los mahājanas del pasado. Pero si estás mal guiado de alguna manera y tomas una actitud atea
y sofisticada hacia las Escrituras, y no comprendes su naturaleza como verdad
absoluta y axiomática, entonces esto es una gran ofensa.
Toda nuestra conclusión,
nuestra prueba, es śabda-brahma, las Escrituras, y nunca debemos
especular ni menospreciarlas. Pero tampoco es que debo tan sólo respetarlas
guardándolas en un escaparate de museo —tienen que ser escuchadas
regularmente. No menospreciar las
Escrituras significa que las estudias, que escuchas de ellas, sin
especulación, sino con sumisión y preguntas. Si surgen dudas, leer y escuchar
regularmente de las Escrituras es la mejor manera de quitar estas dudas. Esto
es muy importante. Así que, junto con el cantar debemos escuchar de estos
libros para volvernos predicadores competentes y combatir nuestras propias
dudas, porque todo está basado en la autoridad de la Escritura. Nos atenemos a
la verdad del śāstra.
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LA QUINTA OFENSA es considerar
las glorias del santo nombre un producto de la imaginación. La quinta ofensa y
la sexta ofensa son similares —creer que el canto de Hare Kṛṣṇa es algo
imaginario, o considerar que las afirmaciones sobre el canto son una
exageración.
Esta mañana leímos que si un
hombre que lleva aún una vida pecaminosa canta Hare Kṛṣṇa, puede volverse mejor
que un brāhmaṇa. El śāstra también declara que estas dieciséis sílabas
del mantra Hare Kṛṣṇa contienen todas las posibles actividades
religiosas y rituales que se ejecutan con gran costo y esfuerzo. Todas son
realizadas con tan sólo cantar el mantra. El efecto del canto —que uno
termina su vida material y alcanza amor por Dios— no puede ser interpretado ni
exagerado. Ajāmila se salvó al momento de la muerte por cantar el nombre de Nārāyaṇa. Haridāsa Ṭhākura
dijo que si alguien canta el santo nombre descuidada o incluso
inadvertidamente, obtiene liberación. Estas no son exageraciones.
Tenemos que librar nuestras
mentes de la duda y la especulación mundana. No podemos comprender a Dios, ni
al universo material, y ni siquiera nuestro propio cuerpo, así que tenemos que
escuchar de la autoridad más elevada. Presentamos nuestras dudas ante el
maestro espiritual. Sus respuestas destruyen estas dudas. Luego nos acercamos
al śāstra y al santo nombre con plena
fe.
Nuestros críticos mundanos
consideran el mantra Hare Kṛṣṇa un sonido material, un sonido
imaginario. Pero el Señor Caitanya dice:
nāmnām akāri bahudhā nija-sarva-śaktis
tatrārpitā niyamitaḥ smaraṇe na kālaḥ
etādṛśī tava kṛpā bhagavan mamāpi
durdaivam īdṛśam ihājani nānurāgaḥ
tatrārpitā niyamitaḥ smaraṇe na kālaḥ
etādṛśī tava kṛpā bhagavan mamāpi
durdaivam īdṛśam ihājani nānurāgaḥ
“Kṛṣṇa está viniendo en Su
nombre. Él tiene muchos, muchos nombres. A pesar de que Él es fácilmente
accesible a través de Su nombre, no tengo ningún gusto por él”. Ésa es la
declaración del Señor Caitanya; el nombre está en realidad lleno de potencia. Kṛṣṇa
Mismo se ha invertido en Hare Kṛṣṇa. Así pues, no es algo imaginario. Las
gloriosas descripciones de cómo Hare Kṛṣṇa limpia el corazón —ceto-darpaṇa-mārjanaṁ bhava-mahā-dāvāgni-nirvāpaṇaṁ: limpia del
corazón el polvo acumulado por muchas, muchas vidas, extingue el fuego de la
vida material, y te da a probar del néctar por el cual siempre estás ansioso
—estas declaraciones no son imaginarias. Así que tenemos que cantar con fe en
glorificación del santo nombre.
Con solo cantar Hare Kṛṣṇa
puedes regresar de vuelta a Dios. Así que, al principio quizás no comprendas,
pero tienes que tener fe, y tienes que aprender del śāstra —no de tus
propias maniobras mentales— cómo funciona la ciencia de los santos nombres.
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LA SEXTA OFENSA es interpretar
el santo nombre. En el śāstra hay muchas diferentes declaraciones de los
poderes del santo nombre. El Nārada-pañcarātra declara que cantar el
santo nombre lo protege a uno de los malos efectos de esta era de Kali-yuga. El
Kali-santaraṇa Upaniṣad dice que el mahā-mantra contiene dentro de sus
sílabas todos los otros mantras y rituales védicos. Tan poderoso es. Así
que no interpretes —que el canto en realidad le hace algo a la mente, que
hipnotiza a la mente, o que está hecho para meditar en el Brahman, o cualquier
otra interpretación sutil. Escucha. Aprende. Lo que tu guru y los śāstras
dicen acerca del santo nombre es comprensión literal. No hagas alguna
interpretación inventada por ti. Cuando al principio cantábamos en Tompkins
Square Park, Alien Ginsberg estaba presente y un periodista le preguntó, “¿Qué
es este canto?”. Él dijo: “Es algo biológico. La descarga de oxígeno por el
constante cantar produce éxtasis en el cuerpo”. ¿Dónde demonios escuchó eso?
Debido a su fértil imaginación poética. Eso es su invención. O algunas veces
las personas dicen que los devotos están hipnotizados. Estas son explicaciones
materiales. Y no inventes tampoco las llamadas interpretaciones espirituales.
Cierta vez una joven le dijo a Prabhupāda, “Cuando canto, veo en mi cerebro una
gran luz; roja. ¿Qué debo hacer?”. “Tan solo continúa cantando”, dijo Śrīla Prabhupāda,
“ya desaparecerá”.
Así que debemos tener fe en la
autoridad védica del guru y śāstra. Por ejemplo, las Escrituras
dicen que en la era de Kali por cantar Hare Kṛṣṇa te puedes liberar de toda
contaminación. Sin embargo, alguien que desea vida espiritual la encuentra muy
difícil en este mundo material. La vida material está llena de sufrimiento, sin
embargo todos están tratando de disfrutar; y aun su pequeño disfrute es sólo
sufrimiento. Sus intentos por disfrutar más incrementan su sufrimiento, con
más y más agitación por la vida sexual, y las drogas y el alcohol. Uno puede
prácticamente sentir como incrementa su sufrimiento, pero continuará tratando
de disfrutar del holocausto. Esto es māyā, la ilusión; no nos hará
felices. ¿Cómo entonces permanecer espiritual en tal atmósfera?
Se nos da la información, harer
nāma harer nāma harer nāmaiva kevalam: Cantar Hare Kṛṣṇa en esta era de Kali te salvará.
Pero si piensas: “No, no lo creo. ¿Cómo pueden estos nombres, simplemente
cantar o recitar nombres, salvarme? Sí, yo deseo salir de este mundo material,
pero ¿cómo me puede ayudar este canto?”, —esto es ofensivo. No inventes tu
propia comprensión de lo que el canto hace, o rehúses creer las bendiciones
atribuidas al cantar Hare Kṛṣṇa. Haridāsa Ṭhākura explicó que la sombra del
santo nombre, aunque cantada con ofensas, y aun desatentamente, le dará a uno
la liberación. Un escéptico escuchó y dijo, “Haridāsa Ṭhākura, estás
exagerando. ¿Cómo puede ser que tan sólo por la sombra del nombre uno obtiene
liberación?”.
Haridāsa Ṭhākura contestó, “No
lo dudes. Ésta es la declaración del śāstra. El santo nombre es tan
grande que Ajāmila cantó la palabra Nārāyaṇa al momento de la muerte y fue salvado.
No seas incrédulo”.
“Tú puedes decir eso”, dijo el
hombre, “pero si la sombra del santo nombre no nos da la liberación, entonces
te cortaré la nariz”.
Así que, todos se sintieron
muy ofendidos por este hombre, quien después perdió su propia nariz porque Kṛṣṇa
tomó el insulto a Su devoto tan
seriamente. Si está en el śāstra, no lo tomes de una manera diferente
—imaginación, interpretación, o exageración. Lo que el śāstra, el guru
o el sādhu dicen
acerca del santo nombre es autoritativo; no es para que algún arribista lo
interprete. El nombre de Kṛṣṇa no es diferente de Kṛṣṇa, y Kṛṣṇa es Su nombre.
Así como no puedes especular sobre el inconcebible Kṛṣṇa con argumento y
lógica, así también el nombre es inconcebible. Solamente lo puedes comprender
en paramparā. No trates de interpretar el santo nombre.
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LA SÉPTIMA OFENSA, una ofensa
muy grande, es la de cometer actividades pecaminosas intencionalmente mientras
se canta Hare Kṛṣṇa. Algunas veces esto se practica en diferentes religiones:
uno obtiene el perdón del sacerdote confesando sus pecados, pero luego comete
inmediatamente los mismos pecados otra vez. Ciertamente que el representante de
Dios está apoderado para liberarte de los pecados, si realmente pides perdón.
Pero no que deliberadamente sales y pecas otra vez. “Este proceso de cantar es
muy bueno porque me purificará de los pecados que repetidamente deseo cometer”.
Este es un trato ofensivo del santo nombre. Y si repetidamente una persona no
reforma su actividad, no puede esperar que sólo por pedir perdón quedará
resuelto el asunto. Tiene que haber realmente una reforma.
Has hecho una promesa al
maestro espiritual ante el fuego, ante los devotos y ante las Deidades. Ahora
no hagas planes para una vida pecaminosa. “Este es mi plan; cantaré Hare Kṛṣṇa,
cometeré algunas actividades pecaminosas, y el canto nuevamente me limpiará.
Pero en realidad no tengo verdadera intención de dejar estas actividades
pecaminosas. Utilizaré el canto para mi propio beneficio”. Esta mentalidad
—confesar pecados, obtener bendición, y continuar pecando— es condenada.
Obstaculizará grandemente tu avance. Podremos preguntarnos: “¡Oh!, he estado
cantando por tanto tiempo. ¿Por qué no siento el efecto?”. Es por esto. Śrīla Prabhupāda
dijo, “Puedes cantar a gritos durante millones de años y no hacer ningún
avance, si no cantas como un devoto y tratas de evitar estas ofensas”.
Podemos cometer un error, que
puede ser rectificado. Pero si en realidad planeas hacer una profesión de
cantar Hare Kṛṣṇa y romper las reglas, entonces no harás ningún avance.
Arruinarás tu enredadera devocional. Sé honesto y sincero. Los śāstras son
tan profundos, que la gente no los puede comprender. Hasta los sabios de Naimiṣāraṇya
preguntan: “Por favor explícanoslos”. Por eso, simplemente seguir las
Escrituras no es suficiente. Sino que tienes que seguir a alguien que pueda
explicar las Escrituras: mahā-jano yena gataḥ sa panthāḥ.
Si cantas el santo nombre de
Dios, sigues estas reglas y eres sincero, habrás asimilado la conclusión de los
Vedas. Si podemos permanecer fijos así —”Ahora el maestro espiritual es
el representante de Dios. Él me dio este nombre. No puedo romper estas reglas.
No importa lo que digan. Simplemente tengo que mantener el pacto. Aunque no
conozca tantas cosas, esta única cosa tengo que hacerla”— entonces llegarás a
la perfección más elevada.
Cuando aceptamos la
iniciación, tomamos responsabilidades que no teníamos antes como no devotos.
Ahora, si cometemos una ofensa, es todavía más vergonzosa que la ofensa del no
devoto, así como el policía que roba es más deshonrado que el ciudadano
ordinario. Así que al recibir este gran regalo no debemos utilizarlo como un
instrumento del pecado.
Uno podrá pensar, “soy muy
débil. Fui criado de otra manera. No puedo seguir las reglas y regulaciones, pero cantaré Hare Kṛṣṇa”.
Pero es ofensivo hacer el mal deliberadamente. Si vas a cometer actividades
pecaminosas y luego tratar de borrarlas mediante el cantar, entonces estás
empleando mal el santo nombre. El nombre no es para limpiar tu sucia situación,
para que puedas nuevamente realizar algo sucio con borrón y cuenta nueva, y
después cantar Hare Kṛṣṇa, y nuevamente realizar actividades pecaminosas. No
utilices el santo nombre en planes infames como ese. Acércate al santo nombre
cuando quieras servir a Kṛṣṇa, glorificar a Kṛṣṇa, y pedirle a Kṛṣṇa que te
readmita en el eterno servicio devocional. Ese es el poder de Hare Kṛṣṇa.
Cualquiera que tiene algún
tiempo de estar practicando el canto, conoce por sí mismo sus buenos efectos. Él
puede sentir que lo está purificando. Recuerdo que al principio cuando iba a
cantar al templo, le pedí a un antiguo amigo que viniera conmigo. Él cantó con
nosotros y luego le pregunté qué le parecía. Él admitió que era muy
refrescante. Así que la gente puede sentir que esta purificación trae
felicidad. Nosotros también sabemos que al cantar uno se está limpiando del
deseo pecaminoso, y esto también trae alivio. Pero si te aprovechas de esta
purificación y deliberadamente continúas tus actividades pecaminosas, ésta es
la mayor ofensa. No puedes cometer actividades pecaminosas como embriagarte o
tener vida sexual ilícita, y después tomar el canto de Hare Kṛṣṇa sin ninguna
verdadera intención de dejar tu actividad pecaminosa. Es como las personas
que se emborrachan mucho. A la mañana siguiente sienten los efectos de la
embriaguez y se toman un Alka Seltzer o algo por el estilo. La idea es sentir
algún alivio y luego emborracharse nuevamente. Ellos no están tomando la
medicina para aliviarse definitivamente, sino para disfrutar otra vez.
En consecuencia, es una gran
ofensa usar así el mantra Hare Kṛṣṇa, pues este Hare Kṛṣṇa es en realidad Kṛṣṇa
Mismo, sólo es para desarrollar amor puro por Dios. Tantos pecados terribles se
pueden cometer en este mundo, inclusive asesinato. No obstante estos pecados
pueden ser perdonados por cantar Hare Kṛṣṇa. Pero si cometes ofensas contra el
santo nombre, cómo podrás entonces ser perdonado. El santo nombre es nuestra
última esperanza. Así que evita esta séptima ofensa a toda costa. Sé muy
cuidadoso de no caer en algún tipo de vida pecaminosa e inadvertida por el
hecho de ser un devoto. No tomes malos ejemplo de las actividades malas de
otros. Sé ejemplar. Te tienes que reformar.
Toma el santo nombre con
seriedad. Has hecho el voto de cantar por lo menos dieciséis rondas todos los
días, y de obedecer las cuatro reglas; —estos van juntos. Cuando Jagāi y Mādhāi
fueron perdonados de todos sus pecados cuando aceptaron el santo nombre, el
Señor Caitanya dijo también: “Pero no más pecados. Cualquier cosa que hayan
hecho no es importante, así que no tienen que preocuparse. Pero no más. Ahora
canten Hare Kṛṣṇa y sean pacíficos”. Esta es la naturaleza del perdón de Kṛṣṇa;
Él puede perdonar cualquier cosa. Pero ya no peques más. Y esto es posible si
sólo aceptamos nuestra posición de sirvientes y dependemos de Kṛṣṇa y la guía
correcta de Kṛṣṇa.
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LA OCTAVA OFENSA es considerar
que cantar Hare Kṛṣṇa es un ritual piadoso como los descritos en la sección karma-kāṇḍa de los Vedas. De
nuevo, es una ofensa entender erróneamente la naturaleza del santo nombre y
cantar por alguna causa material piadosa.
Uno le ora a Dios por alivio
de las cosas materiales. “Por favor Dios, ve que mi familia obtenga algún
dinero. Por favor, mejora mi salud. Por
favor, ve que obtenga una buena esposa, que mi negocio mejore”. El canto no
debe ser utilizado de esa forma —por buena salud, por alguna razón
nacionalista, o para ocasionar cambios en el clima, o conseguir dinero, ni por
alguna causa humanitaria. No podemos tomarlo como un acto material piadoso,
cantando el santo nombre para obtener de Dios alguna cosa utilitaria y
material, como tratamos a través de las actividades piadosas. Existe incluso un
grupo que abiertamente canta por beneficios materiales. En sus reuniones
alguien dará testimonio sobre el poder del mantra: “Tengo la experiencia
de que deseaba una guitarra y canté el mantra, y al día siguiente obtuve
esta guitarra. Por lo tanto es un mantra muy bueno”.
Uno puede orarle a Dios y eso
es piadoso. Pero no cantamos Hare Kṛṣṇa para acercarnos a Dios de una manera
material. No uses el nombre con este tipo de oración. Sólo pronuncia el nombre
cuando quieras servir a Kṛṣṇa. “¡Oh! Kṛṣṇa, ¡Oh! energía de Kṛṣṇa, por favor
ocúpame en Tu servicio”. “¡Oh nombre de Kṛṣṇa!, ¡Oh energía de Kṛṣṇa! por favor
sírveme”. Nosotros no cantamos así. Cuando uno quiere glorificar al Señor, uno
canta Hare Kṛṣṇa. Uno sirve a Dios. Y un servicio es —śravaṇaṁ, kīrtanaṁ— cantar Su nombre. Canta así. No le cantes a Dios para que te ayude con
algo mundano. Canta para volverte Su devoto, no para algún beneficio material.
No debemos pensar que el canto es como una actividad piadosa o una religión
material en la que el practicante está tratando de sacar algo material a cambio
de su poquita conciencia de Dios. Si glorificas a Dios como Su sirviente
eterno, entonces automáticamente recibes
todos los beneficios.
Aun si después de la
iniciación tengo que sufrir por mi pasado, si hay algún castigo simbólico de
parte de Kṛṣṇa para mi purificación definitiva, canto Hare Kṛṣṇa no para ser
salvado, sino: “Por favor sálvame de māyā
—māyā en la forma de sufrimientos, māyā en la forma de placer
material. Por favor ocúpame en Tu servicio”. Cuando uno continua cantando así,
se vuelve elegible para regresar de vuelta a Dios.
Como ya dijimos, el canto de
Hare Kṛṣṇa puede traer la liberación, pero éste no es su propósito. El
propósito de cantar está más allá de la liberación. Es glorificar a Dios,
servirlo. El cantar es servicio a Kṛṣṇa. Estamos orando para ser puestos al
servicio a Kṛṣṇa. Así que, tan sólo canta con la actitud de glorificar a Kṛṣṇa:
“Kṛṣṇa, Tú eres tan grande. Yo soy tan pequeño. Sin Ti no soy nada. Pero soy
tan pequeño, por favor ayúdame a cantar. Por favor ocúpame en Tu servicio
devocional”. No que: “Por favor Kṛṣṇa haz que esto suceda. Haz que aquello
ocurra”. No hagas que el nombre te sirva, sino que sirve al nombre. Tienes que
comprender que el canto de Hare Kṛṣṇa es glorificación espiritual pura del
servicio a Dios. A Kṛṣṇa le agrada escuchar Su santo nombre pronunciado por Su
devoto puro. Este amor por Kṛṣṇa que tanto deseamos se intensificará más y más
a medida que cantamos así —desamparadamente. “¡Oh Kṛṣṇa, Oh energía de Kṛṣṇa!
Por favor, estoy cantando pero aún estoy atascado. Por favor llévame a Tu
energía espiritual, libre de todos estos anarthas. Solamente quiero
servirte”.
Cantamos para servir a Dios
clamando Su nombre. A Él le gusta mucho que cantemos Su santo nombre para
desarrollar amor por Él. No es que Él lo necesite y sea una persona incompleta
— “Tu, canta por favor”. No. Él está completo en Sí Mismo, y tiene ilimitados
sirvientes. Él no necesita tu canto adicional, pero se complace mucho si lo
sirves cantando Su santo nombre— “¡Oh, Kṛṣṇa!, ¡oh, energía de Kṛṣṇa!, por
favor ocúpame en Tu servicio. Hare Kṛṣṇa”. Él se complace al escuchar Su nombre
cantado por Sus devotos caídos. “Él está regresando a Mí. Él está tratando de
acercarse a Mí cantando Mi nombre. Qué bueno”. La esencia del canto es la de
complacer a Kṛṣṇa. Y Kṛṣṇa puede ocuparse de todo lo demás.
Nuestra iniciación en el canto
de Hare Kṛṣṇa es en realidad una glorificación de Dios, un proceso espontáneo y
autorizado para pedirle al Señor: “Por favor acéptanos en Tu servicio. Por
favor acéptanos en la sucesión discipular, y por favor permítenos cantar el
santo nombre para que podamos volvernos Tus sirvientes puros”. No estamos
orando por algún beneficio material, pues eso es una religión ritual. Este
canto de Hare Kṛṣṇa no es eso, algo material; es algo puramente espiritual, del
alma a Dios.
Así que cantar Hare Kṛṣṇa es
trascendental a los resultados materiales. Pero da los mejores resultados, para
todos. Difunde la bendición del santo nombre. Por esto el Señor Caitanya dice ceto-darpaṇa-mārjanaṁ bhava-mahā-dāvāgni-nirvāpaṇaṁ. “Todas las
glorias al canto del santo nombre, que limpia el corazón de todo el polvo
acumulado por muchas vidas, y extingue el fuego de repetidos nacimientos y
muertes. Es lo último de todo el conocimiento trascendental, incrementa el
océano de bienaventuranza trascendental, y nos da una prueba del néctar por el
cual estamos siempre ansiosos”. El glorifica el santo nombre por lo que
beneficia a la humanidad. Así como la Luna se llena en el cielo, día tras día,
al uno cantar Hare Kṛṣṇa en la sociedad de devotos conscientes de Kṛṣṇa, la
bendición de la Luna del Señor Caitanya aumentará y aumentará, aun en el
Kali-yuga, y todos se beneficiarán. Sus propias lunas de amor por Dios
crecerán. Es mucho más que alguna actividad piadosa.
Uno canta Hare Kṛṣṇa: “Mi
querido Señor, puedes hacer lo que quieras conmigo. Podrás partirme el corazón
al no estar presente ante mí. O me podrás tratar duramente al abrazarme. Pero
yo soy Tu sirviente para siempre. Deseo cantar Hare Kṛṣṇa de esta manera”.
Estudia estos versos del śikṣāṣṭaka y podrás comprender cómo cantar con
devoción pura.
El canto es el llanto del alma
caída por Kṛṣṇa. “Por favor ocúpame en el servicio de Tu Señoría”. Eso es lo
mejor que podemos hacer, el mejor servicio para Kṛṣṇa y también para otros.
Cualquier deseo que tengamos de ayudar a los demás se llevará a cabo en la
plataforma purificada del servicio devocional, al difundir las glorias del
nombre a otros, porque únicamente mediante el santo nombre puede alguien
liberarse del sufrimiento en esta era. Así que toma el santo nombre y dáselo a
otros. Esto es servicio. Pero no hagas del nombre un sirviente o siquiera
pienses en él como una oración al servicio de la humanidad. Es puramente
glorificación trascendental de Kṛṣṇa por el devoto en servicio devocional puro.
Y este es el trabajo de bienestar social más auspicioso para todo el universo.
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LA NOVENA OFENSA es instruir
las glorias del santo nombre a las personas que carecen de fe. Solamente
alguien que es piadoso y austero puede apreciar la naturaleza confidencial del
santo nombre —Hare Kṛṣṇa, Rādhā-Kṛṣṇa. Aunque debemos presentar a todos el
canto de Hare Kṛṣṇa, no debemos explicar las glorias íntimas del Señor a
alguien que es hostil, pues esto sólo aumentaría su actitud blasfema. Es mejor
que tratemos de acercarnos a personas inocentes que por lo menos son un poco
receptivas.
Aunque la prédica es para el
no devoto, no debemos predicarle al ateo total que blasfema contra el santo
nombre. En nuestra prédica, por supuesto que todos carecen de fe, pero debemos
evitar una exposición prolongada a la blasfemia, qué decir de presentarle las
glorias íntimas del santo nombre a tal pícaro. Prabhupāda ha citado un dicho
cristiano: “Uno no debe darle perlas a los cerdos”. Así que en lo posible, acércate a aquellas personas que
tienen alguna inclinación.
Somos muy liberales;
distribuimos la conciencia de Kṛṣṇa a todas las personas. Pero las glorias del
santo nombre no se deben predicar a personas que incurren en nuevas ofensas. No
debes ser un instrumento para eso. En realidad hasta que uno mismo se vuelva
sumiso y purificado por seguir el camino de la conciencia de Kṛṣṇa, no puede
entender estos elevados principios. Pero los que son inocentes, pueden ser
abordados. Ese es el espíritu de la prédica.
Tampoco se le debe dar la
iniciación al santo nombre a alguien que no tiene completa fe en el santo
nombre, en las Escrituras, y en el maestro espiritual. Eso también es una
ofensa.
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LA DÉCIMA OFENSA es que
después de tantas instrucciones, uno esté todavía apegado a las cosas
materiales, y no tenga fe en el canto de Hare Kṛṣṇa, sino que mantenga apegos
materiales.
Yo no soy este cuerpo. Ahaṁ
brahmāsmi, y no ahaṁ mameti. Ahaṁ mameti quiere decir: “Creo que soy
este cuerpo”. Creo que cualquier cosa que este cuerpo sea, eso soy yo, y que
las cosas conectadas con ese cuerpo son mías. Estos son conceptos materiales
falsos. Así que, la prueba de tu progreso en el canto de Hare Kṛṣṇa es cuánto
has abandonado estas ideas. Uno no debe cantar Hare Kṛṣṇa y continuar con estos
conceptos corporales de la vida. Si mantienes apegos materiales y hábitos a
pesar de haber recibido tantas instrucciones, entonces no tienes plena fe en el
santo nombre, y esta es la décima ofensa. Se espera que por cantar no
permanecerás perpetuamente en el estado del ego falso, pensando: “Yo soy este
cuerpo, y las cosas relacionadas con ese cuerpo son mías”.
Claro que no esperamos que el
principiante se encuentre en una
plataforma elevada. Si alguien quiere permanecer un tiempo con nosotros, cantar
y tomar prasādam, entonces nos sentiremos felices de servirle. Pero si
alguien dice: “Deseo hacer pleno avance. Quiero servir al Señor. Quiero
liberarme de este mundo material”, entonces se le aconseja que siga más estrictamente.
Y si es iniciado, él mismo es un predicador y está cantando Hare Kṛṣṇa bajo un
voto. Ahora él trabaja cuidadosamente para cantar sin ofensas, porque desea
progresar rápida y totalmente, para que en esta vida pueda regresar de vuelta a
Dios gracias a su canto libre de ofensas.
Pero incluso después de tanta
conciencia de Kṛṣṇa y canto, si no comprendes que ahaṁ brahmāsmi —”No
soy ese cuerpo”— y no actúas con desapego —vairāgya-vidyā— entonces tu
canto es ofensivo. No es que eres una persona con apegos materiales ordinarios
que canta Hare Kṛṣṇa. Animamos a todos cantar, incluso al borracho —”Cante
Hare Kṛṣṇa en toda circunstancia”— pero la iniciación significa un nuevo
nacimiento y progreso rápido, siempre y cuando evites estas ofensas.
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TAMBIÉN ES UNA OFENSA estar
desatento al cantar. La mente siempre está yendo de aquí para allá, pero
tenemos que cantar y poner la nuevamente bajo el control del yo superior. Si
ni siquiera luchas por controlar la mente, tu canto será algo muy distraído.
Hay gente que fuma un cigarrillo, toma café, lee el periódico y hace otras
cinco cosas al mismo tiempo. Pues el canto no es así —cantar un rosario
mientras haces algo más. Cantar es samādhi; es meditación; es un
servicio completo en sí cuando cantas dieciséis rondas. A través del día
podemos cantar mientras estamos haciendo diferentes cosas, pero cuando cantamos
nuestras rondas tenemos que ser de lo más atentos. Si no, nuevamente es aparādha,
una
ofensa. Por eso, la conciencia de Kṛṣṇa es mantra-yoga.
Tienes que cantar y escuchar.
En la misma técnica del mantra-yoga
es ofensivo no estar atento. Cada forma de yoga —hatha-yoga, kriya-yoga,
kuṇḍalinī-yoga— posturas para sentarse, control de la respiración— está hecha para
controlar los sentidos. Y controlar los sentidos para poder controlar la mente.
Y controlar la mente para poder pensar en el Supremo Bhagavān, Kṛṣṇa. Nuestro yoga también
controla los sentidos; controlamos la mente mediante dos sentidos. Un sentido
está vibrando, pronunciando con la lengua, y el otro sentido está escuchando.
Si esos dos sentidos están fijos, entonces puedes controlar tu mente. Nosotros
pronunciamos el mantra Hare Kṛṣṇa y escuchamos.
Así que, debes ponerle
atención a esta técnica. No pienses en otras cosas. Esto se menciona en el Bhagavad-gītā,
Capítulo Sexto. No puedes levantarte e ir de aquí para allá; no puedes
hacer negocios; no puedes hacer nada, excepto este yoga. Esa es la
idea. Deja tus otras actividades, siéntate y medita. Así que, cuando nos
sentamos a meditar, no debemos hacer nada más. Siéntate firmemente, y escucha y
canta, escucha y canta —apenas dos horas diarias. Hasta que dejes de cometer
ofensas en el canto, no podrás progresar a una plataforma más elevada o al
gusto superior. Tenemos que ir de lo ofensivo a lo libre de ofensas, y seguir
cantando Hare Kṛṣṇa.
Lo mejor es que te escuches
cantando los nombres mismos, el mantra Hare Kṛṣṇa. Esta es la forma de
cantar sin perder la atención. Nuestra mente debe estar fija en el sonido. Como
Prabhupāda ha escrito, la boca debe moverse. Uno no debe balbucear Hare Kṛṣṇa,
Hare Kṛṣṇa. Uno no debe quedarse dormido mientras canta su tal llamado bhajana.
Como Kṛṣṇa aconseja a Arjuna en la práctica del yoga: “A dondequiera
que la mente vague, debido a su naturaleza inquieta y fluctuante, tienes que
arrastrarla de vuelta”. Así que esto se aplica a nuestro canto. Tienes que
cantar con atención. Permanece despierto y canta con devoción.
La mayoría de las ofensas se
relacionan a la vida del
devoto. Su vida es cantar, pero las actividades en su vida tienen que ser puras
para poder cantar. Nuestro movimiento depende del canto sin ofensas, y el
avance espiritual depende del canto sin ofensas, sea cual fuere tu servicio
particular. Al mismo tiempo, para tomar la misericordia del santo nombre y
crecer espiritualmente, debes evitar las actividades pecaminosas: la vida
sexual ilícita, los juegos de azar, las drogas y el alcohol, comer carne, y
debes ser muy fiel al servir a tu maestro espiritual. Esta combinación
producirá el avance perfecto.
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