38. Un profundo deseo de servir a Śrīla Prabhupāda



Prabhupāda visitó San Francisco en julio de 1974. Después de su llegada, los devotos lo acompañaron a su apartamento cerca del templo. Se sentó en su mecedora, y sus discípulos principales se sentaron a sus pies de loto. Prabhupāda comenzó a hablar acerca de una canción de Bhaktivinoda Ṭhākura en la cual Bhaktivinoda dice que él simplemente quiere ser el perro de los vaiṣṇavas. Estas palabras penetraron profundamente en el corazón de Hṛdayānanda dāsa Goswami, y le hicieron sentir un profundo deseo de servir a Śrīla Prabhupāda. A medida que Prabhupāda hablaba, el deseo de Hṛdayānanda Goswami de servir se hizo incluso más intenso. En su mente comenzó a pedir a Kṛṣṇa que le permitiese hacer algún servicio para Śrīla Prabhupāda. Entonces Prabhupāda le entregó una pila de cheques y le ordenó: —Escribe los números de estos cheques.
Entonces Prabhupāda le pasó su bolígrafo y una hoja de papel. Hṛdayānanda Goswami se puso extático y se dio cuenta de que su petición había sido oída. Escribió los números, esforzándose intensamente por hacerlo de manera apropiada. Entonces la reunión terminó y Prabhupāda se marchó de la habitación.

Entrevista con Hṛdayānanda dāsa Goswami

Una vez Prabhupāda visitó Australia. Cuando entraba en el templo de Sidney, Jagattāriṇī-devī dāsī se adelantó corriendo para quitar del vyāsāsana su cuadro y sus zapatos. Al ver a Prabhupāda ella comenzó a llorar, Prabhupāda le preguntó al presidente del templo quién era, y éste le respondió que era la esposa de Bhūrijana. Entonces Prabhupāda le preguntó a Jagattāriṇī si había estado discutiendo con su marido.
—No —mintió ella.
—Bien —dijo Prabhupāda—. Marido y mujer no deberían pelearse nunca.
Entonces contó una historia de cómo una vez Gandhi echó a su esposa de casa, pero más tarde le permitió regresar. Explicó que incluso si marido y mujer se peleaban, eso no debe tomarse muy seriamente. Comparó tales discusiones con las nubes que truenan mucho pero no producen lluvia.

Entrevista con Jagattāriṇī-devī dāsī

Durante el Kumbha-melā de 1977, Prabhupāda dijo que quería bañarse en el Triveṇī, pero no quería mezclarse con la multitud. Les pidió a los devotos que fueran a la hora auspiciosa del baño y regresasen con agua para que él pudiera bañarse al día siguiente. Dos devotos se las arreglaron para llegar al Triveṇī y regresaron con un balde de agua. A la mañana siguiente, Prabhupāda dio un darśana. Todos querían saber cómo había sido su baño. Prabhupāda pensó durante un momento y dijo que había sido como cualquier baño que uno tomase en la ducha. Continuó explicando que incluso aunque muchos millones de personas van al Triveṇī durante el Kumbha-melā para tomar un baño auspicioso, cualquier servicio que uno haga en cualquier lugar del mundo para el placer de Kṛṣṇa es más auspicioso.

Entrevista con Śuka Śravaṇa dāsa

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