En noviembre de 1976, Purīdāsa dāsa visitó a Prabhupāda en Vṛndāvana.
Purīdāsa había llegado de París, y había traído con él la reciente traducción
al francés de El Libro de Kṛṣṇa. Purīdāsa
se sentía nervioso cuando entró en la habitación de Prabhupāda y ofreció sus
reverencias. Śrīla Prabhupāda estaba hablando con un estudiante venido de
América. Prabhupāda y Purīdāsa intercambiaron unas pocas palabras; luego Purīdāsa
dijo que había traído el nuevo libro de Kṛṣṇa en francés. —¡Ah —dijo Śrīla
Prabhupāda—, esto es lo que a mí me gusta!—, y comenzó a hojear el nuevo libro.
Mientras pasaba las páginas, su rostro se encendió y levantó el libro para que
todos los presentes en la habitación lo vieran. Entonces se volvió al
estudiante de América y le dijo que estos muchachos y muchachas en todos los
países del mundo están tomando seriamente la conciencia de Kṛṣṇa. —Cantar,
bailar, comer y filosofía: esta es la conciencia de Kṛṣṇa —dijo Prabhupāda al
muchacho, y otra vez comenzó a mirar el nuevo libro.
Entrevista con Purīdāsa dāsa
En el verano de 1974, Prabhupāda viajó a París para instalar a Śrī Śrī Rādhā-Parísīśvara.
Las Deidades eran muy grandes y requirieron de varios hombres para que las
llevasen al templo. Prabhupāda estaba muy complacido por cuán primorosamente se
había decorado el templo. Durante el abhiṣeka,
Śrīla Prabhupāda se paró por un momento a mirar el rostro de Śrīmatī Rādhārāṇī.
Había una pequeña mancha de pintura en su cara, y Prabhupāda tomó un poco de
yogur con la punta del dedo y comenzó a masajear la mancha con gran cuidado y
devoción. Él hizo esto durante algún tiempo y los devotos pudieron comprender
que Prabhupāda estaba con conciencia de que la Deidad era Rādhārāṇī misma.
De esta manera demostró una absorción completa en la adoración de la Deidad.
Entrevista con Madana-mohana-mohiṇī-devī dāsī
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