50. El servicio en separación

Nuestro encuentro y separación en el mundo material es como la crecida del río. Durante la crecida del río, tantos diferentes artículos flotantes se encuentran juntos, y con la corriente son de nuevo separados por el movimiento de las olas. Esa es exactamen­te la dirección de la vida material. Pero nues­tra separación, aun cuando se asemeja exac­tamente a la material, es completamente diferente. En el mundo espiritual, la separa­ción es más gozosa que el encuentro. En otras palabras, en el mundo espiritual no hay separación. La separación es eterna, y el en­cuentro también es eterno. La separación es simplemente otra característica del encuen­tro.
Carta a Bhāvānanda Goswami (3 abril 1969)

«El hecho de que Prabhupāda tenía el poder de facultar a chicos y chicas jóvenes para que fueran alrededor de todo el mundo y establecieran este movimiento es una realidad trascendental. Esa era su gloria. Y la gente que no estaba con él fí­sicamente, estaban teniendo experiencias igualmente intensas, y a veces más intensas. Algunas veces Prabhupāda estaba presente de manera más intensa en aquellos lugares.
»La realidad de la aparición de Prabhupāda en la Tierra se está extendiendo aun hoy en día. No es que sea una persona material, ese es todo el punto. Prabhupāda no era un ser humano confinado solamente adonde se encontraba presente personalmente. Su pre­sencia personal era especial; y esos eran pa­satiempos especiales. Pero Prabhupāda era prácticamente como el Sol: expandía su potencia por todos lados. Y todavía lo está haciendo así. Prabhupāda es el jagad-guru que se expande a través de todo el mundo y continúa expandiéndose en los corazones de todo el mundo.
»Eso está declarado en el Bhāgavatam, en el caso de Sūta Gosvāmī: taṁ sarva-bhūta hṛdayaṁ munim ānato ’smi. Sūta dijo acerca de su guru, Śuka, “Ofrezco mis reverencias a mi maestro espiritual, quien entra en el cora­zón de todo el mundo”. Y similarmente, Vyāsadeva glorificó a su guru, Nārada, di­ciendo: tvaṁ paryatann arka iva tri-lokīm antaś‑caro vāyur ivātma‑sākṣī. “Tú eres como el Sol. Tú vas por todas par­tes, exactamente como el Sol va por todo el universo”. Así, Vyāsadeva dijo antaś‑cara: “En realidad tú entras dentro de todo”. Y vāyur iva: “Tú eres exactamente como el viento. Tal como el aire entra y sale de todos los cuerpos, así mi maestro espiritual puede entrar y salir de todo”. Así debería comprenderse que Prabhupāda en realidad estuvo y está expandiéndose a través de todo el universo.»
Hṛdayānanda dāsa Goswami

«Alguien que toma muy en serio el Bhak­tivedanta Book Trust (BBT o Fondo Editorial Bhaktivedanta), considera que esa es su re­lación con Prabhupāda. Yo pienso que fui su sirviente personal porque ayudé a mani­festar sus libros tan rápidamente como fue posible. Mi relación con Prabhupāda ha sido siempre de esa manera, leyendo sus libros, haciéndolos, y distribuyéndolos en saṅkīrtana, y jamás he sentido caren­cia de asociación. Cuando editaba los libros de Śrīla Prabhupāda me sentía completamente satisfe­cho con sólo entregar aquellos capítulos ca­da semana. Eso era todo lo que yo quería en la vida.»
Devāmṛta Swami

«Yo sé que mientras que tratemos de complacer a Prabhupāda predicando dentro de ISKCON, no podemos andar mal. Así que mi refugio —desde que Prabhupāda abandonó el planeta— fue permanecer en su asociación, con los devotos y con la prédica que continúa. Yo sé que Prabhupāda bendecirá a todo aquel que permanezca en esta asociación, es­pecialmente a sus discípulos.»
Jaya Mādhava dāsa

«Yo sé cómo se sentía Prabhupāda acer­ca de varios aspectos del proyecto Māyāpura. Un día estaba subiendo por la carretera cuando de repente me vino a la mente que esta carretera es tan sagrada porque Prabhupāda solía tomar su caminata matutina aquí. Sentimientos como ese le dan a uno un afec­to y una motivación más fuertes en su servi­cio devocional, en sus proyectos. Ves un grifo goteando, y te acuerdas de cómo reaccionaba Prabhupāda a eso. Esa conciencia de Prabhupāda está ahí.»
Änakadundubhi dāsa


«Los devotos vienen aquí a la casa de Prabhupāda en Vṛndāvana, y se absorben com­pletamente en la modalidad de servicio de aquí. Muchos de ellos sólo vienen y se sientan solitarios y recuerdan a Prabhupāda cuando cantaba. Hubo tantas experien­cias íntimas aquí para tantos devotos de Prabhupāda, en estas pocas habitaciones. Así que me doy cuenta de que la casa de Prabhupāda es un sitio especial para tantos amorosos discípulos de Prabhupāda quienes tuvieron tantos intercambios personales con él aquí. Si el lugar no está bien cuidado, eso es una ofensa para ellos tam­bién, porque significa que la memoria de Prabhupāda no está siendo mantenida con esmero.»
Daivī-śakti‑devī dāsī


«Desde que Prabhupāda abandonó el planeta habré leído todos sus libros unas cuatro o cinco veces, y una cosa que puedo decir es que he empezado a sentir que en rea­lidad estoy con Prabhupāda cuando leo sus libros. Pienso: “Ahora es el momento de sen­tarme con Prabhupāda”. Así como si Prabhupāda viniese al templo de uno, si uno pudiera escaparse y escucharle hablar, lo haría con seguridad. Cuando el guru ha­bla, el discípulo debe venir tan pronto como sea posible. Así, de esa manera, trato cada día de dar tiempo a la lectura de los libros de Śrīla Prabhupāda.»
Rohiṇī-nandana dāsa


«Pienso que mi relación con Prabhupāda gira hasta cierto punto alrededor del deber. Él me dio mi servicio, y pienso que un devo­to no debe solicitar ningún otro servicio di­ferente.  Debe hacer el servicio que le dio su maestro espiritual hasta que se le pida que haga otra cosa, aun si eso significa que debe hacer el mismo servicio toda la vida. Me tomó cerca de diez años llegar a este punto. Antes de esto, siempre me venían ideas de “Probablemente puedo hacer otra cosa... Quizás no soy adecuado pa­ra esto y debería hacer algo diferente”. Pero pien­so que en la mayor parte de los casos eso es māyā. A un devoto se le da un cierto servi­cio, y al igual que en el ejército, uno debe cumplir con su deber aunque vaya a ser ma­tado. Este es para mí un princi­pio muy fuerte en mi conciencia de Prabhupāda: que no puedo abandonar el deber de empujar la conciencia de Kṛṣṇa en mi área.»
Bahūdak dāsa

Muchas gracias a ti y a todos los devo­tos por ofrecerme diariamente una guirnalda como lo estaban haciendo cuando estaba yo físicamente presente. Si un discípulo está constantemente ocupado en llevar a cabo las instrucciones de su maestro espiritual, se da por supuesto que se encuentra constantemente en compañía de su maestro espiritual. Esto se llama vāṇī-sevā. Así hay dos clases de servi­cio al maestro espiritual. Uno se llama vāṇī-sevā y el otro se llama vapuḥ-sevā. Vāṇī-sevā significa ‘ejecutar la instrucción’, y vapuḥ-sevā significa ‘prestar servicio personalmente’. Así que cuando el maestro espiritual no está presente físicamente, el vāṇī-sevā es más importante.
Carta a Karan­dhara dāsa (22 agosto 1970)


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