49. Personal: Su actitud informal

A veces Śrīla Prabhupāda usaba el sombrero «swami» de una manera có­mica, con las alas sobresaliendo a cada lado de la cabeza. A veces se recostaba con el cuerpo tendido atravesado en su asiento, los pies y las piernas suspendidos por encima de los cojines laterales, completamente relajado. A veces dormitaba trascendental­mente sentado en su habita­ción. Naturalmente, no se comportaba de manera tan informal cuando habían invitados.
Su caminar con el bastón era aristocráti­co, como lo era la inclinación de su cabeza. Todo el mundo lo recibía como un caballe­ro refinado. Usualmente era visto en público con un gran séquito. A menudo cuando esta­ba solo o por lo menos en grupos más peque­ños, las casuales y gráciles poses de su cuer­po, al sentarse o al caminar, sus movimientos al sostener un vaso de agua, con el meñique extendido (un mudrā que significa perfección), el puño de seda de su manga asomándose por debajo de su suéter, y luego las palmas de sus manos delicadas y de líneas suaves ex­puestas mientras hablaba —todo esto encanta­ba y apaciguaba el corazón.
A veces Prabhupāda estaba predicando largamente y luego de repente se levantaba y salía de la habitación, mientras todos esperaban su regreso. Al salir y al entrar de vuelta todo el mundo le daba reverencias. Estos pequeños y placenteros aspectos de su presencia eran un segundo plano del serio asunto que era vivir con Śrīla Prabhupāda. Prabhupāda era severo y grave, siempre hablando de planes inmedia­tos y de difíciles renuncias que les pedía a sus discípulos. Y con todo, la constante alegría de estar con Prabhupāda estaba siempre ahí. Ambas estaban ahí —la alegría de estar cerca de su persona, y la dificultad para seguir sus órdenes. Y en su presencia, la protección de Kṛṣṇa es­taba siempre ahí.
Satsvarūpa dāsa Goswami


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