El aspecto femenino de Dios


(Nota: Este artículo no está presentado como Obra de Teatro, pero bien se puede utilizar como tal para alguna fiesta especial o para mismo Rādhāstami)

SG. Satyarāja dās

En los últimos años, mi hermana Carol se volvió una feminista radical. Yo acompañé este proceso. A medida que devoraba libro tras libro sobre los fracasos del patriarcado y de las sociedades dirigidas por hombres, ella comenzó a ver a su hermano que era devoto de un Dios masculino como una víctima de los filósofos sexistas, burlado por hombres con poco respeto por las mujeres. En otras palabras, ella sabia que yo era devoto de Kṛṣṇa, que ciertamente es un hombre; esto era suficiente para colocarme en el grupo de aquellos que menospreciaban a las mujeres. Mientras, Carol se sentía confusa por percibir que yo no acostumbraba a usar frases machistas de doble sentido, que a pesar de mi devoción a un Dios masculino yo era justo y sensato, pues no depreciaba a las mujeres. Ella concluyó que yo era bastante inteligente para confrontarme directamente.

Carol: ¿Por qué tú eres devoto de este jovencito azul, Kṛṣṇa? ¿Por qué finalmente ver a Dios como hombre? ¿Por qué no imaginar a Dios como mujer?

Satyarāja: Bien, Él es Dios. Además de esto, nosotros no imaginamos a Dios a nuestro propio gusto. Aprendemos sobre Él en fuentes autorizadas, las escrituras, sean los Vedas de la India, o las escrituras de occidente como la Biblia o el Corán.

Carol: ¿Pero cómo tienes seguridad? Puede ser que estos libros mientan. Yo diría que Dios debería ser una mujer suprema, con toda la sensibilidad y educación que esto implica.

Satyarāja: Pero ¿esto no sería sexismo, dirigido en sentido opuesto? En fin, si Dios es la mujer suprema, ¿esto no dejaría a los hombres fuera de la ecuación? ¿Esto no sería lo mismo que decir que la forma femenina es mejor que la masculina? Tú serías acusada por el mismo error que atribuyes a la religión patriarcal.
 
Carol: Pero tú aún dices que Dios es masculino...

Satyarāja: Antes de cualquier cosa, de acuerdo con la conciencia de Kṛṣṇa, Dios es masculino y femenino. ¿Esta no sería una visión más igualitaria de Dios?

Carol: Bien, puede ser si esto fuese verdad.

Satyarāja: Mira, Kṛṣṇa es descrito como Dios en la literatura Védica porque Él tiene todas las calificaciones de Dios. ¿Cómo sabes tú que el Presidente de los Estados Unidos es el presidente? Porque él tiene las calificaciones de Presidente. Él tiene algunas credenciales. Tu no puedes simplemente imaginar que alguien es presidente y entonces puff! él es el Presidente. No. Entonces, si tú estudias a Kṛṣṇa cuidadosamente, verás que Él tiene todas las opulencias en plenitud: fuerza, belleza, riqueza, fama, conocimiento y renunciación. Cualquier persona que tenga todas estas cualidades en plenitud es Dios.

Pero la conciencia de Kṛṣṇa sigue adelante, Rādhārāṇī es la manifestación femenina de Dios. Ella es la mujer suprema. Por lo tanto, entendemos a Dios como hombre y mujer.

Carol: Si tú aceptas que Dios es hombre y mujer, ¿por qué su mantra principal, esta oración que tu estás cantando el día entero realza a Kṛṣṇa, el aspecto masculino de Dios?

Satyarāja: ¿Tú conoces el mantra que yo canto, este al cual te referiste?

Carol: Hare Kṛṣṇa, Hare Kṛṣṇa, Kṛṣṇa, Hare Hare/ Hare Rāma, Hare Rāma, Rāma Rāma, Hare Hare.

Satyarāja: ¿Tú sabes lo que significa Hare?

Carol: No.

Satyarāja: Es una súplica vigorosa a Rādhā. Cuando cantamos Hare, suplicamos a la Madre Hara, que es otro nombre de Rādhā. Hare es la forma vocativa de Hara. Básicamente, el mantra llama por la Madre Hara, o Rādhā. Por favor, acéptame al servicio del Señor.

Carol: ¿Tú quieres decir que el mantra Hare Kṛṣṇa es una oración al aspecto femenino de Dios?

Satyarāja: De alguna forma.

Carol: Dime, ¿qué significa la palabra Rādhā?

Satyarāja: Significa la mejor devota de Kṛṣṇa.

Carol: ¡Aha! Entonces, Rādhā no es Dios. ¡Si Ella es la mejor devota de Kṛṣṇa, entones ciertamente es diferente de Él!
 
Satyarāja: Esto no es verdad. Dios es la persona que mejor hace todo. Como Kṛṣṇa afirma en el Bhagavad-gītā, Él es el primero y mejor en todas las áreas. Entre las montañas, Él es el Himalaya, entre los mares Él es el océano, y así siguiendo. Por lo tanto, entre Sus devotos, Él también es el mejor. ¿Quién podría reverenciarlo mejor, sino Él mismo? Ninguno. Así, Él se manifiesta como Rādhā, Su aspecto femenino, demostrando que Él es el mejor devoto de Sí Mismo. Como Rādhā, Él es el Dios devoto, como Kṛṣṇa Él es el Dios a quién se devota, ambos por excelencia.

Carol: Humm... Habla más.

Satyarāja: Ok, pero esto puede parecer un poco técnico. De acuerdo con el punto de vista vaiṣṇava, o conciencia de Kṛṣṇa, la energía femenina divina (śakti) presupone una fuente de energía divina (śaktimān). Así, como se evidencia en varias tradiciones vaiṣṇavas, la Diosa siempre tiene una contraparte masculina. Sītā se relaciona con Rāma; Lakṣmī corresponde a Nārāyaṇa; Rādhā con Su Kṛṣṇa. Como Kṛṣṇa es la fuente de todas las manifestaciones de Dios, Su esposa es la fuente de todas las śaktis, o energías. Por lo tanto, Ella es la Diosa original.

El vaiṣṇavavismo puede ser entendido como un tipo de śaktismo, en el cual pūrṇa-śakti, o la forma más completa de energía femenina divina, es reverenciada como el aspecto principal de la divinidad, eclipsando hasta al mismo Supremo masculino en algunos aspectos. Por ejemplo, en el Śrīvaiṣṇavismo, Lakṣmī (una expansión primaria de Śrī Rādhā) es considerada el mediador divino, sin el cual no se puede tener acceso a Nārāyaṇa. En nuestra tradición de la conciencia de Kṛṣṇa, Rādhā es reconocida como la Diosa suprema, porque Ella controla a Kṛṣṇa con Su amor. La perfección de la vida espiritual no puede ser conseguida sin Su gracia.

En la literatura vaiṣṇava tradicional, Kṛṣṇa es comparado al Sol y Rādhā al brillo solar. Ambos existen simultáneamente, pero uno proviene del otro. Aún así, estaríamos equivocados si dijésemos que el Sol existe antes que el brillo solar pues luego que el Sol aparece, surge su brillo. Lo más importante es que el Sol no tiene sentido sin su brillo, sin calor y luz. Por otro lado, no existirían calor ni luz sin el Sol. Por lo tanto, el Sol y su brillo coexisten, cada cual siendo igualmente importante para la existencia uno del otro. Se puede decir que son, al mismo tiempo, iguales y diferentes.

De la misma forma, la relación entre Rādhā y Kṛṣṇa es de identidad inconcebible en la diferencia. En esencia, ambos son una entidad única Dios -, que se manifiesta bajo la forma de dos personas diferentes para que haya cambio interpersonal.

Déjame leer algo sobre esto en el 
Śrī Caitanya-caritāmṛta Ādi-līlā 4.95-98: “Śrī Kṛṣṇa encanta al mundo, pero Śrī Rādhā Le encanta incluso a Él. Por tanto, Ella es la diosa suprema. Śrī Rādhā es el poder pleno, y Śrī Kṛṣṇa es el que posee el poder pleno. Ellos dos no son diferentes, según la evidencia de las Escrituras reveladas. Los dos son ciertamente el mismo, así como el almizcle y su perfume son inseparables, o como el fuego y el calor son idénticos. Así pues, Rādhā y Śrī Kṛṣṇa son uno y, sin embargo, han tomado dos formas para disfrutar la dulzura de Sus pasatiempos”.

A pesar de esto, Kṛṣṇa aún es la fuente. Él predomina.

Apenas en cierto sentido. En términos de tattva, o verdad filosófica, Él predomina. Pero en términos de līlā, o actividad amorosa de Dios, Rādhā predomina sobre Kṛṣṇa. Y līlā (o sea el pasatiempo de la actividad amorosa) es considerada más importante que tattva (o la verdad filosófica).

Carol: Yo no tenía idea.
 
Satyarāja: Pocas personas la tienen. Esta es la razón por la cual los devotos trabajan duro para distribuir los libros de Prabhupāda, queremos que este conocimiento llegue a las personas.
 
Carol me prometió que comenzaría a experimentar el māhā-mantra y nunca más juzgaría precipitadamente una religión, especialmente la conciencia de Kṛṣṇa. Además de esto, me pidió una oración que enfatizase la posición suprema de Rādhārāṇī, algo que pudiese cantar para acordarse que la conciencia de Kṛṣṇa reconoce y hasta mismo enfatiza el aspecto femenino de Dios. Pensé por un momento y, entonces, le enseñé un mantra compuesto por Bhaktivinoda 
hākura, que fue un gran maestro espiritual de principios del siglo XX.

ātapa-rakita suraja nāhi jāni
r
ādhā-virahita kṛṣṇa nāhi mani


Así como no puede haber Sol sin calor o luz, no acepto un Kṛṣṇa que no tenga Śrī Rādhā!
Bhagavad-gītāvali, rādhāstaka 8

Carol quedó emocionada y me confesó que hacía mucho tiempo aspiraba encontrar una tradición religiosa que no fuese sexista, que reconociese una forma femenina de la Divinidad. Evidentemente, ella no estaba totalmente convencida de que esto era así, mas ahora deseaba escuchar, dar una oportunidad a la Conciencia de Kṛṣṇa. Ella quería comenzar con algunas prácticas rudimentarias, por ejemplo, cantar y leer los libros de Śrīla Prabhupāda. He aquí una tradición que finalmente parecía atender sus expectativas, o sea, satisfacer sus necesidades como feminista. Rādhārāṇī era el sueño de mi hermana, que se tornó realidad una respuesta al ruego de una feminista. (Fin)


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Quintaesencia de buenaventura y compasión, 
Corporificación de la dulzura y esplendor, 
Síntesis de la astucia y gracia en el amor: 
Pueda mi mente refugiarse en Rhādā, 
Quintaesencia de todas las esencias.

Prabodhānanda Sarasvatī

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