Parte II: Las enseñanzas sublimes de Haridās
8. Equiparar el
canto de los Santos Nombres a las actividades piadosas
Haridās continuó: “¡Oh, Señor, otras actividades
piadosas nunca podrán ser iguales al canto de los santos nombres! El Señor
Supremo es el Sol trascendental, y Su forma divina es plenamente espiritual;
ésta es la maravillosa y misteriosa verdad. Sus manifestaciones en las formas
de las Deidades son absolutas. Son trascendentales, así como Su nombre, morada,
pasatiempos, etc. Todos Sus nombres directos no son diferentes de Él, a
diferencia de los objetos hechos de materia inerte que son separados de sus
nombres. Los santos nombres del Señor cantados por el devoto puro descienden directamente
de Goloka, el cielo espiritual. El nombre puro, por tanto, emana de su alma e
impregna su cuerpo entero, danzando en la punta de su lengua. Quien canta con
esa comprensión, en verdad está cantando el nombre; asimismo, quien alimenta un
concepto material acerca del nombre se ahoga en el desaliento. Sufre
eternamente en el infierno, y un devoto nunca debe ver su rostro.
“Las escrituras declaran sin equívoco que el Supremo
Señor Kṛṣṇa es el único asunto y objeto de indagación y, de la misma forma, el
proceso para encontrarlo fue demostrado con claridad. Conforme las habilidades
del indagador individual, ese proceso singular puede ser múltiple. Así,
diferentes sendas como karma, jñāna, bhakti, etc., surgieron.
A aquellos absortos en el materialismo se recomienda seguir la senda de karma
para la purificación de la conciencia. Para las almas alucinadas por la ilusión
de māyā, la senda sugerida es el cultivo de filosofía monista. Y para el
resto de los seres vivos, el servicio devocional puro es lo más adecuado. Las
personas absortas en la vida material comienzan a adorar al Señor Supremo por
miedo a la muerte. Los pies de loto del Señor son el refugio perfecto, libre de
ansiedad. Son el único medio para atravesar el ilimitado océano de la
ignorancia. Pero cuando el proceso para obtener la protección del Señor se
vuelve teñido por motivos materiales, se vuelve mundano. Aunque el Señor esté
siendo alabado, aún así, porque el proceso de adoración no es completamente
trascendental, no pasa de una actividad piadosa o śubhakarma. Śubhakarma
incluye: obras altruistas, sacrificios, abluciones y baños sagrados,
sacrificios de fuego, caridad, yoga, la práctica de varṇāśrama-dharma,
peregrinación, votos, ofrendas a los antepasados, meditación, austeridades,
etc. Todas estas actividades están en la plataforma mundana. Gradualmente, a
través de este proceso mundano, el practicante obtiene la meta de todos sus
esfuerzos: el Señor Supremo. A esa altura, abandona todo proceso mundano
temporal. No le atraen más las modalidades mundanas, pues ya encontró el
servicio devocional al Señor, bhakti, y conoce la genuina esencia de
todos los deberes religiosos. El contacto del ser vivo con la materia genera su
descontentamiento y sufrimiento. Todo ello sucede por el plan maestro de la
Providencia, que gradualmente guía al ser vivo a la perfección. Las almas
condicionadas no pueden existir sin contacto próximo con la materia. Todas sus
actividades y pensamientos están íntimamente entrelazados al tejido del
materialismo. Las actividades piadosas (śubhakarma) proporcionan los
medios para que el ser vivo se aproxime a la devoción pura a través del
contacto material. Por tanto, śubhakarma es de hecho el camino más
viable para que cualquier alma se aproxime a la meta final, amor por Dios. Con
todo, un hecho debe destacarse claramente: alcanzar la perfección por medio de
śubhakarma es un proceso prolongado. El objetivo final es kṛṣṇa-prema,
que es plenamente espiritual. Así, hay un abismo de distancia entre los medios
y el objetivo.
“Por Su compasión sin causa, el Señor Supremo encarnó
como los santos nombres, volviéndose disponible para los seres vivos. Así, los
santos nombres son aceptados por los seres vivos piadosos como el mejor método
para la perfección. Las escrituras recomiendan el nombre del Señor como el
medio más eficaz para obtener al Absoluto, pero los seres vivos entendieron mal
considerando que eso significa que cantar es una de las muchas śubhakarmas.
Este concepto equivocado es similar al de creer que Viṣṇu es un semidiós más,
como el Señor Śiva y el Señor Brahmā.
“Los santos nombres son plenamente espirituales y
trascendentales a la naturaleza material. No son corrompidos por la materia.
Aunque el ser vivo sea espiritual, piensa que es material debido a la
ignorancia grosera. Consecuentemente, piensa que todo, inclusive los santos
nombres del Señor, son igualmente materiales. Así, cantar los santos nombres
del Señor Kṛṣṇa vino a ser catalogado como śubhakarma; los seres vivos
con inclinaciones māyāvādīs están convencidos de que eso es cierto y
correcto. Mas quien adhiere a esa visión es excluido de la senda del servicio
devocional.
“Los santos nombres son el repositorio del éxtasis
perfecto; ellos descendieron a este mundo material para convertirse en el medio
por el cual se obtiene el summum bonum de bhakti. Las escrituras
alaban Sus glorias divinas, pues los nombres de Kṛṣṇa son tanto el medio como
el fin. Conforme al grado individual de perfección espiritual del ser vivo, él
considera los santos nombres del Señor como el medio o el fin. Mientras no haya
alcanzado la autorrealización, los santos nombres son el medio para llega a su
meta. El medio para la autorrealización puede ser de dos tipos: principal o
secundario. Śubhakarma es el medio secundario, y los santos nombres del
Señor son el medio principal. Aunque los santos nombres sean considerados un
medio, no obstante son eternamente el medio principal. Todos los śubhakarmas
siempre son considerados sólo como medios secundarios. Una vez que este punto
de vista sea comprendido claramente, la diferencia entre los santos nombres y śubhakarma
se hará manifiesta automáticamente. El veredicto de las escrituras es que los
santos nombres son la esencia, y por tanto son incomparables a cualquier śubhakarma.
Quien canta con un corazón puro experimenta cómo el éxtasis divino penetra en
su corazón y hace que éste se eleve en sublime placer. Ésa es la naturaleza
esencial de los santos nombres. Incluso el éxtasis de realizar el yo puro no
está en ese nivel.
“El estado de júbilo experimentado en la realización del
brahman o la liberación sāyujya mukti es meramente la cesación
del sufrimiento material. La abundancia ilimitada de éxtasis supremo en los
santos nombres del Señor es mucho mayor que cualquier cosa. La cualidad
maravillosa de los santos nombres es que durante el período de sādhana
(práctica) ellos (los santos nombres) son considerados el medio y, en la etapa
perfeccionada, son la meta final. Aun cuando están siendo utilizados como el
medio, los santos nombres siempre permanecen como la meta. Esto no puede
decirse de otros śubhakarmas, que son todos actividades mundanas. Los
santos nombres son puramente espirituales, auto-manifiestos por la bondad
divina. Aun durante la práctica del sādhana, los santos nombres están
situados en la bondad pura; las imperfecciones y anarthas del sādhaka
sólo parecen teñirlos. Los santos nombres deben ser cantados en asociación con sādhus:
entonces todas las perturbaciones y anarthas materiales desaparecen,
siendo sustituidos por los nombres puros de Kṛṣṇa. La práctica de cualquier śubhakarma
debe ser descartada al obtenerse el refugio del destino final; pero los que
cantan nunca precisan abandonar los santos nombres, ellos simplemente cantan
los nombres puros en la etapa perfeccionada. Los santos nombres del Señor son
diametralmente opuestos por naturaleza a las actividades mundanas śubhakarma.
En la fase de sādhana, el devoto debe, por la gracia de su maestro
espiritual y con base en las pruebas védicas, comprender la diferencia entre
los santos nombres y śubhakarma. Śraddhā, cuando es lo bastante
madura, nos lleva a la asociación de los sādhus. En dicha asociación se
inicia el servicio devocional. El corazón se limpia de los anarthas a
través del canto de los santos nombres del Señor. Conforme el corazón se limpia
de los anarthas, el canto se vuelve más puro en el mismo grado.
Paulatinamente, la persona se fija en la devoción y desenvuelve un gusto por
los santos nombres. El conocimiento de esas etapas de desarrollo primero debe
ser entendido con fe por el sādhaka, a través de la gracia de su maestro
espiritual. Si no, todos los anarthas se multiplicarán debido a la
realización de nāma-aparādha. Pero con la debida comprensión y fe, el
nombre puro se manifiesta dentro de poco.
La aparādha de equiparar los santos nombres con śubhakarma
es cometida debido a actividades pecaminosas. Se deben tomar medidas contrarias
inmediatamente. Las ofensas a los vaiṣṇavas son de hecho actividades
pecaminosas. Como resultado de esas ofensas, el ser vivo adquiere el pervertido
entendimiento māyāvādī de los santos nombres. Solamente la asociación de
los devotos puede disculpar tales ofensas. Para librarnos de nāma-aparādha,
debemos aproximarnos a un jefe de familia vaiṣṇava que originalmente provenga
de una casta muy baja; esto es para diezmar cualquier falso entendimiento sobre
la distinción de casta y posición. El ofensor debe entonces pasar en todo su
cuerpo, con gran respeto y fe, el polvo de aquel vaiṣṇava. Debe también
comer los restos de alimento del vaiṣṇava y beber el agua que lavó sus
pies. De esa forma, se desenvolverá nuevamente en el corazón del ofensor la
debida actitud para con los santos nombres. El mundo entero canta como Kalidāsa
fue salvado de dicho nāma-aparādha por la misericordia del Señor.
“Mi querido Señor, mis pensamientos y mi intelecto son
profundamente mundanos; por eso, simplemente pronuncio los nombres del Señor.
Soy lo bastante desafortunado como para experimentar las cualidades de la
piedra filosofal de los santos nombres. ¡Oh, Señor! Te imploro que por favor
permanezcas como los santos nombres y dances en mi lengua. Caigo a Tus pies de
loto y oro: si quieres, puedes mantenerme en este mundo material y privarme del
cielo espiritual; sea lo que sea que desees, eres libre de realizarlo. Pero,
por favor, permíteme saborear el néctar divino de los santos nombres de Kṛṣṇa.
Encarnaste entre los seres vivos para distribuir los santos nombres, por tanto,
por gentileza considera también a este insignificante ser vivo. Soy un alma
caída y Tú eres el salvador de los caídos. Que ésa sea nuestra relación. ¡Oh,
Salvador! Por la fuerza de nuestra relación, estoy implorándote por el néctar
de los santos nombres.
“En la Era de Kali todos los otros procesos, excepto los
santos nombres, son incapaces de redimir a las almas caídas. Por tanto, el
canto de los santos nombres es el yuga-dharma. El canto de los santos
nombres del Señor es la práctica religiosa más eficiente en todas las Eras. En
la Era de Kali, a diferencia de otras Eras, no hay otra religión disponible;
así, los santos nombres aparecen como la única religión que puede redimir a las
almas caídas”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario