6- El alma liberada de la ilusión



Preceptos de Śrī Caitanya Mahāprabhu

6- El alma liberada de la ilusión:

Ciertas jīvas (almas) están viajando en el sendero de la existencia mayika desde tiempo inmemorial, experimentando todo tipo de placer y dolor. ¿Cómo podrían liberarse de este estado de existencia tan desagradable? Los rituales religiosos, la ejecución del deber, yoga, (desarrollo de poderes corporales y mentales), sāṅkhya (análisis empírico filosófico), conocimiento sencillo de que uno es un ser espiritual, y vairāgya, abandonando todos los disfrutes del mundo, no son los medios apropiados por los cuales en realidad uno puede lograr lo que genuinamente desea. Cuando un hombre entra en contacto con un vaiṣṇava cuyo corazón ha sido derretido por el hari-bhakti-rāsa, es entonces cuando puede desear saborear los dulces principios del bhakti y seguir las santas huellas del devoto, mediante la práctica constante del Kṛṣṇa-bhakti. Gradualmente, él se limpia de su condición ilusoria y después de alcanzar su verdadera naturaleza, disfruta del más dulce rāsa puro, que es el logro más elevado del alma. Sat-saṅga (sādhu-saṅga), o la compañía de personas espirituales, es el único medio para alcanzar el objetivo final de la vida. El bhakti es un principio que pasa de un alma a otra, tal como la electricidad o el magnetismo en la materia burda se autoconduce de una fuente análoga a otra. El principio del bhakti es sincero y plena dependencia del Señor Supremo en cada acción de nuestra vida. El principio del deber no es parte del bhakti, ya que actúa como agradecimiento por el favor obtenido, e involucra obligación, lo cual es contrario al amor natural.

El principio de la moralidad en el mundo mortal, aunque bueno, escasamente ofrece resultados espirituales. Los tres principios que constituyen el śrāddha, o el verdadero anhelo por el bhakti, son la fe en la Belleza Suprema del Señor, un deseo por alcanzar el servicio desinteresado de ese Ser Supremo y una repulsión consecuente de cualquier pensamiento de placer o auto engrandecimiento. El bhakti es por naturaleza ananya, o exclusivo. Entonces, ¿es la casualidad la que trae el bhakti? No, sukṛti, o trabajo bueno, es el primer principio animante.

El trabajo bueno es de dos clases: el uno, pasando como moral, incluye aquellos trabajos que atraen virtud y engrandecimiento; el otro, abarca todo acto que tiende a producir progreso espiritual. Esta última clase de trabajo bueno, o sukṛti, lo pone a uno en contacto con un vaiṣṇava sincero, de quien uno recibe inicialmente el śrāddha, o fe en el espíritu, y luego, quedando capacitado para recibir el bhakti, uno obtiene la semilla del servicio devocional de ese vaiṣṇava, quien en realidad es el guru de la persona.


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