8- Bhakti es el único medio:



Preceptos de Śrī Caitanya Mahāprabhu

8- Bhakti es el único medio:

Karma, tal como es, no puede directa e inmediatamente producir resultados espirituales; cuando lo produce, se hace mediante el bhakti. Aquí, bhakti es independiente y karma jñana son principios dependientes. Jñana, o el conocimiento de que el hombre es un ser espiritual, no nos puede llevar directamente al resultado final; cuando así lo hace, es con la asistencia del bhakti. Bhakti, por lo tanto, es el único medio de obtener la meta Suprema. Bhakti es el cultivo de un sentimiento amistoso por Kṛṣṇa, libre de todo deseo, excepto aquellos que mejoran nuestro propio sentimiento, y está desprovisto de ingredientes como el karma, el jñana, etc. Podrá notarse que bhakti es en sí un sentimiento y una acción. Bhakti tiene tres estados: sādhana-bhakti, bhāva-bhakti y prema-bhaktiSādhana-bhakti es el estado de cultura, cuando el sentimiento de amor por Kṛṣṇa no ha sido despertado. En bhāva-bhakti el sentimiento se despierta, y en prema-bhakti el sentimiento se manifiesta plenamente en acción. Bhakti es un sentimiento espiritual hacia el Ser espiritual.

El sādhana-bhakti se clasifica en dos: uno se llama vaidhī-sādhana-bhakti, y el otro, rāgānugā-sādhana-bhakti. La palabra “vaidhī” viene de “vidhī”, que quiere decir “regla”. Vaidhī-bhakti ha de aparecer por la regla de las Escrituras, mientras que en rāgānugā-bhakti, por tendencia natural, uno ama a Kṛṣṇa y existe un fuerte deseo de servir al Señor del corazón. Quien es encantado por la belleza de este proceso, es rápidamente habilitado para cultivar su sentimiento por Kṛṣṇa; pero de estos dos, rāgānugā-bhakti es más fuerte que vaidhī-bhakti. El cultivo del sentimiento de amistad por Kṛṣṇa se ejerce en nueve formas diferentes, a saber:

1- Escuchar el nombre, la forma, los atributos y pasatiempos espirituales de Kṛṣṇa.

2- Hablar y cantar las glorias de los mencionados.

3- Recordar y meditar los mencionados.

4- Servir Sus divinos pies.

5- Adorarle.

6- Darle reverencias.

7- Complacerle en todo.

8- Desarrollar amistad con Él.

9- Rendirse completamente a Él.

De todos estos procesos, kīrtan, o cantar el santo nombre de Kṛṣṇa, es el mejor.

Conocimiento humilde es necesario en estos tipos de adoración y las conversaciones innecesarias deben evitarse. Hay quienes se oponen a la idea de adorar Śrīmūrti (Kṛṣṇa en Su forma como Deidad). Ellos dicen: “Es idolatría adorar Śrīmūrti. Śrīmūrti es un ídolo formado por un artista y presentado por nada menos que el mismo Saṭanás. ¡Adorar tal objeto causaría la envidia de Dios y limitaría Su omnipotencia, Omnisciencia y Omnipresencia!”.

A esto contestamos: “¡Hermanos!, entiendan sinceramente el asunto y no permitan que ustedes mismos sean desorientados por dogmas sectarios. Dios no es envidioso, ya que Él es sin igual. Saṭanás no es más que objeto de la imaginación o sujeto de una alegoría. A un ser alegórico o imaginario no se le debe permitir actuar como obstáculo del bhakti.

Quienes creen que Dios es impersonal, simplemente Le identifican como un poder o atributo de la naturaleza, aunque en realidad Él está por encima de la naturaleza material, de sus leyes y regulaciones. Su divino deseo es ley y sería sacrilegio confinar Su ilimitada excelencia, identificándole con tales atributos (omnipresencia, omnisciencia, omnipotencia) que pueden existir en objetos creados, como el tiempo, espacio, etc. Su excelencia consiste en poseer dentro de Sí, poderes mutuamente contradictorios y atributos regidos por Su persona trascendental.

Él es Idéntico a Su supremamente bella forma, teniendo además poderes tales como los atributos antes mencionados, los cuales no pueden encontrarse en ninguna otra parte. Su santa y perfecta personalidad existe eternamente en el mundo espiritual y al mismo tiempo existe en cada objeto y lugar creados en toda su plenitud. Esta idea excede a todas las demás ideas de la Deidad. Mahāprabhu también rechaza la idolatría, pero considera la adoración a Śrīmūrti como el único medio familiar de cultivo espiritual.

Se ha demostrado que Dios es personal y sumamente hermoso. Sabios, tales como Vyāsa y otros, han visto tal belleza con los ojos de su alma y nos han dejado descripciones. Desde luego que las palabras llevan lo burdo de la materia. Pero la verdad es todavía perceptible en esas descripciones. De acuerdo a estas descripciones, uno delinea un Śrīmūrti y percibe al gran Señor de corazón con intenso placer. ¡Hermanos!, ¿es eso incorrecto o pecaminoso?

Quienes alegan que Dios no tiene forma material o espiritual, e imaginan una forma falsa para adorarle, ciertamente son idólatras. Pero quienes perciben la forma espiritual de la Deidad con la visión del alma, llevan esa impresión hasta lo más profundo de sus mentes, y luego enmarcan un emblema para la satisfacción de la vista material, para el continuo estudio del sentimiento superior; por consiguiente, no significa que estas personas sean idólatras. Cuando vean un Śrīmūrti, no vean siempre la imagen en sí, sino el modelo espiritual de la imagen, y serán teístas puros. ¡La idolatría y la adoración del Śrīmūrti son dos cosas diferentes! Pero mis hermanos, ustedes sencillamente confunden una cosa con otra, debido a la impaciencia.

A decir verdad, la adoración de Śrīmūrti es la única verdadera adoración a la Deidad, sin la cual no pueden cultivar suficientemente sus sentimientos religiosos. El mundo nos atrae por medio de los sentidos, y mientras no vean a Dios en los objetos de sus sentidos, ustedes vivirán en una condición peligrosa, que difícilmente podrá ayudarles a alcanzar su elevación espiritual. Instalen una Deidad en su casa. Piensen que el Señor Supremo es el guardián de la casa. Ofrézcanle alimentos y tómenlos como Su prāsada (misericordia). También, ofrézcanle flores perfumadas que pueden ser aceptadas como prāsada. Los ojos, los oídos, la nariz, el tacto y la lengua, todos los sentidos, tienen un cultivo espiritual. Háganlo con un corazón puro, y el Supremo Señor lo sabrá y juzgará por su sinceridad. Saṭanás no tendrá nada que ver con ustedes en este asunto.

Todas las clases de adoración están basadas en el principio del Śrīmūrti (representación de Kṛṣṇa en forma de Deidad). Observen en la historia de la religión y verán esta noble verdad. La idea semítica de un Dios patriarcal, tanto en el período pre-cristiano del judaísmo y el período post-cristiano de la cristiandad y del mahometismo, no es más que una idea limitada de Śrīmūrti. La idea monárquica de un Jove entre los griegos y de un Indra entre los arianos karma-kāndis, es también una visión distante del mismo principio. La idea de una fuerza y Jyotirmaya Brahma de los meditadores y una energía abstracta de los Shaktas, es también una visión bastante tenue del Śrīmūrti.

De hecho, el principio del Śrīmūrti es la verdad misma descrita por diferentes personas, de acuerdo a sus variadas formas de pensar. Inclusive, Jaimini y Comte, quienes no están preparados para aceptar un Dios creador, han prescrito ciertas fases del Śrīmūrti, simplemente porque han sido impelidos por alguna acción interna del alma. Y desde luego, nos encontramos con personas que han adoptado la Cruz, el śālagrāma-śīlā, el Śiva-liṅgam, y otros emblemas similares como indicadores de la idea interna del Śrīmūrti.

Además, si la compasión divina, el Amor y la Justicia pudieran ser dibujadas con un lápiz y expresadas con un cincel, entonces, ¿por qué la belleza personal de la Deidad no podría ser expresada en poesía o en imagen, o expresada por el pincel para beneficio del hombre? Si las palabras pueden imprimir los pensamientos, un reloj puede indicar la hora y un signo puede contarnos una historia, entonces, ¿por qué una imagen o una figura no pueden traernos asociación de pensamientos superiores y sentimientos relacionados con la belleza trascendental del Señor Supremo?”.

Los adoradores de la Deidad se dividen en dos clases: el ideal y el físico. Aquellos de la escuela física están autorizados, por sus circunstancias de vida y estado mental, para establecer instituciones templarias. Quienes por circunstancias y posición están autorizados para adorar al Śrīmūrti en la mente, con el debido respeto hacia las instituciones templarias, tienen una tendencia a adorar normalmente mediante el kīrtana (glorificación), y su Iglesia es universal e independiente de castas y color. Mahāprabhu prefiere esta última clase de adoración y ejemplarizó esta adoración en Su Śikṣāṣṭaka (ver apéndice). ¡Adoren sin interrupción, con un sentimiento de renuncia y en corto tiempo serán bendecidos con prema o amor puro por Dios!

 

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