Śrīla Prabhupāda una vez estaba charlando con algunos discípulos, cuando
se paró y apuntó a un sauce. —Tomen algunas ramitas —dijo. Cuando Aravinda
hubo tomado tres o cuatro ramitas del árbol, Prabhupāda alzó su mano y le dijo
que no tomase más de las necesarias. Los devotos se dieron cuenta de que él no
quería causar un daño innecesario al árbol.
Entrevista con Yogeśvara dāsa
En 1972, en Los Ángeles, Prabhupāda dio dos paseos matinales vistiendo
un dhotī que le habían regalado los
devotos, demasiado grande para él. El dhotī
era dos veces más largo de lo normal, y casi dos veces más ancho. Prabhupāda lo
enrolló varias veces alrededor de su cintura de manera que formaba un bulto muy
grande alrededor de su estómago. Cuando los devotos lo vieron, todos —incluido
Prabhupāda— se rieron.
Cuando Ātreya Ṛṣi le preguntó a Prabhupāda si podía cortar el dhotī hasta el tamaño adecuado, Prabhupāda
se enfadó. Cortar, cortar, cortar —dijo—. Todo lo quieren cortar.
Entonces explicó que aunque sus muchachos occidentales eran
maravillosos, no tenían concepción alguna de cómo ahorrar la energía de Kṛṣṇa.
Entonces comenzó a quejarse de que el templo de Nueva York había sido repintado
dos, tres, cuatro veces. Prabhupāda miró a Ātreya Ṛṣi con una expresión
dolorida en su rostro, y Ātreya Ṛṣi sintió que Prabhupāda le estaba implorando
que lo ayudase a acabar con ese despilfarro.
Entrevista con Ātreya Ṛṣi dāsa
Navīna-kṛṣṇa dāsa era un gṛhastha
con muchas responsabilidades familiares. Una vez le preguntó a Prabhupāda que
—dado que tenía tantos deberes familiares— cómo le sería posible pensar en Kṛṣṇa
las 24 horas del día.
Prabhupāda miró a Navīna-kṛṣṇa dāsa y le preguntó si él tenía 24 horas
al día. Navīna-kṛṣṇa dijo que sí. Prabhupāda entonces dijo que de esas 24
horas, él trabajaba durante ocho o diez horas, pasaba seis o siete horas
durmiendo y usaba dos horas para comer. Así pues, quedaban cinco o seis horas
libres. Navīna-kṛṣṇa dāsa coincidió en que esta era una descripción exacta de
su programa diario. Entonces Prabhupāda le preguntó si él estaba utilizando
todo este tiempo extra para servir a Kṛṣṇa. Navīna-kṛṣṇa dāsa no pudo
responder. Prabhupāda le dijo entonces que si él utilizaba todo ese tiempo al
servicio de Kṛṣṇa, entonces Kṛṣṇa le mostraría cómo servirlo más. Al oír esto,
Navīna-kṛṣṇa dāsa quedó muy inspirado.
Entrevista con Navīna-kṛṣṇa dāsa
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