31. Prabhupāda dijo: Acerca de los científicos


Sobre sannyāsa
Prabhupāda una vez habló con su sirviente, Hari-śauri, acerca de aquellos discípulos que rompían sus votos. Dijo que él simplemente estaba tratando de ocupar a todos —a los necios, sinvergūenzas, ladrones, a cualquiera— en expandir la conciencia de Kṛṣṇa. Dijo que si un discípulo no podía mantenerse como sannyāsī, entonces debería cambiar su āśrama, mas no debería vivir como un hipócrita. Hari-śauri preguntó acerca de un sannyāsī que había rendido mucho servicio pero que recientemente se había caído. Prabhupāda dijo que él podía ya bien retomar su āśrama de nuevo o hacerse gṛhastha. Entonces Hari-śauri mencionó la historia del Caitanya-caritāmṛta acerca de Chota Haridāsa y dijo que parecía muy difícil que un sannyāsī caído recuperase la misericordia del Señor Caitanya. Prabhupāda dijo que a tal sannyāsī se lo llama vāntāsi, alguien que come su propio vómito. Prabhupāda entonces dijo que si el maestro espiritual sigue aceptando a su discípulo caído, entonces Kṛṣṇa también lo acepta, y que más tarde el devoto incluso puede aceptar sannyāsa de nuevo. Prabhupāda mencionó cómo había permitido a dos de sus discípulos sannyāsīs caídos hacerse gṛhasthas en lugar de despedirlos, pero dijo que era una posición vergonzosa. Prabhupāda dijo que sus propios hermanos espirituales y prácticamente todos los sannyāsīs en la India lo criticaban por dar iniciación de brāhmaṇa y de sannyāsa en Occidente, por instalar Deidades allí y por permitir que vivieran mujeres en los templos. Dijo que por permitir todo aquello él estaba expandiendo la conciencia de Kṛṣṇa, y en cambio los otros con toda su estrictez no estaban haciendo nada.
Diario de Hari-śauri dāsa

Referente a tus preguntas sobre cómo ofrecer respetos a los sannyāsīs, a todo sannyāsī —incluso si ves a un sannyāsī māyāvādī— ofrécele tus reverencias. Esto no produce ningún daño. Como puedes haber observado, nosotros seguimos la instrucción del Señor Caitanya de ofrecer a los demás todos los debidos respetos considerando su posición. Sin embargo, no hay necesidad de asociarse continuamente con cada uno de ellos. Incluso si alguien es vaiṣṇava, pero no tiene buen carácter, podemos darle el respeto que se le debe a un vaiṣṇava, pero no podemos asociarnos con él.
Carta a Jayapatākā dāsa (30 abril 1970)

Sobre predicar a los necios
Brahmānanda: Él dice que debido a que el Śrīmad-Bhāgavatam contradice el conocimiento científico mundano, personas que tenían algo de fe en Kṛṣṇa se desaniman y se alejan de Él.
Śrīla Prabhupāda: Déjalos que se vayan. No te preocupes de ellos. Deja que los necios se vayan. Hay un proverbio bengalí: «En lugar de mantener unas pocas malas vacas, deja que el establo quede vacío». Nosotros debemos preferir que el establo quede vacío, sin ninguna vaca, que mantener muchas malas vacas que no dan leche y que se perturban.
Devoto: En nuestro templos...
Śrīla Prabhupāda: Nosotros estamos dando una oportunidad, pero no queremos malas vacas. No tenemos que estar de acuerdo con sus puntos de vista. Ellos deben aceptar los nuestros, entonces pueden vivir con nosotros. Si no, deja que se vayan. Esta es nuestra postura.
Clase sin fecha

Acerca de los científicos
Cuando Prabhupāda visitó Nueva Vṛndāvana en 1969, se solía sentar sobre la colina al lado de una pequeña mesa bajo un árbol de caqui. Solía mirar hacia los bosques del valle. Una vez dijo que Kṛṣṇa había creado todos los árboles con sus hojas. Luego imitó a alguien haciendo algo con sus manos y dijo que los científicos hacen una hoja con gran esfuerzo, pero que Kṛṣṇa había hecho muchas hojas. Dijo que los científicos solamente pueden imitar lo que Kṛṣṇa hace con los árboles en otoño y que los científicos pueden usar sus bombas atómicas para hacer que las hojas caigan pero no pueden crearlas.
Prabhupāda: Kṛṣṇa dice que en tanto que vivimos tenemos que sufrir —janma-mṛtyu-jarā-vyādhi [nacimiento, muerte, vejez y enfermedades]— y ellos están haciendo planes para disfrutar. Kṛṣṇa dice que la cosa real es el sufrir y estos pícaros están planeando justamente como Rāvaṇa, que construyó una escalera para ir a los planetas celestiales. Todos los lugares son de sufrimiento, pero nosotros tenemos que predicar entre tales sinvergūenzas... Tenemos que tratar con ellos, hablarles, y tenemos que predicar entre ellos. Tratamiento de manicomio... Nuestro tratamiento es genuino. Si lo aceptan, se curarán. Sin embargo, debido a que todos ellos son lunáticos, es muy difícil inducirlos a que acepten el tratamiento, sin embargo este es el remedio correcto, mas ellos no lo tomarán porque son lunáticos... Están construyendo sus propios planes... Científicos, filósofos, Darwin, Freud: un fraude. Educación de charlatanes... ¿Cómo es que estas cosas están siendo tomadas como ciencia? Estos sinvergūenzas no saben que ellos mismos están atados y aun así están ofreciendo una teoría. El mundo entero está rodedo por estos sinvergūenzas. Tenemos que inventar algún método: «Por favor, venga, tome un poco de misericordia. Siéntese aquí, lea uno de estos libros». Tenemos que trabajar así. No enfadarnos con este manicomio; de lo contrario la prédica se terminará.

Entrevista con Toṣaṇa Kṛṣṇa dāsa

Sobre los sueños
En lo que se refiere a tus sueños, es muy bueno que estés pensando en la conciencia de Kṛṣṇa incluso cuando duermes. Kṛṣṇa es tan lindo que queremos recordarlo incluso más de las 24 horas al día. En lo que respecta a las instrucciones del maestro espiritual, no hay necesidad de tomar instrucciones habladas en un sueño mientras el maestro espiritual aún está presente. El Señor Jagannātha es muy amable y puede aparecer en la mente en Su propia forma, así pues ¿por qué no lo haría en tus sueños?

Carta a Hlādinī-devī dāsī (19 febrero 1970)

Una vez, mientras estaba recibiendo su masaje de mediodía, Śrīla Prabhupāda le dijo a su sirviente Hari-śauri que la noche anterior había soñado que el patio del templo estaba inundado hasta la cima de las escaleras y que él estaba pensando: «Oh, un centímetro más y todo se arruinará». Entonces Hari-śauri le preguntó a Śrīla Prabhupāda acerca de los sueños. Prabhupāda explicó que son impresiones almacenadas en la mente y que puede que vengan de vidas previas. Dijo que aunque los objetos en los sueños son reales, los sueños son ilusorios. Entonces ofreció un ejemplo. Tomando la botella del aceite de masaje, Prabhupāda dijo que aunque la botella y su cama eran objetos reales, si él pusiera la botella bajo la almohada entonces tal acto no tendría significado. —La almohada y el aceite son reales —explicó—. Pero yo estoy loco.
Diario de Hari-śauri dāsa

Una vez tuve el siguiente sueño: que teníamos un templo móvil en el agua, yendo de ciudad en ciudad. Ustedes están haciendo realidad ese sueño. Muchas gracias. Háganlo bien y puede ser que yo también vaya y me una con ustedes.


Carta a Abhirāma dāsa (3 agosto 1971)

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