Sobre sannyāsa
Prabhupāda una vez habló con su sirviente, Hari-śauri, acerca de
aquellos discípulos que rompían sus votos. Dijo que él simplemente estaba
tratando de ocupar a todos —a los necios, sinvergūenzas, ladrones, a
cualquiera— en expandir la conciencia de Kṛṣṇa. Dijo que si un discípulo no
podía mantenerse como sannyāsī,
entonces debería cambiar su āśrama,
mas no debería vivir como un hipócrita. Hari-śauri preguntó acerca de un sannyāsī que había rendido mucho
servicio pero que recientemente se había caído. Prabhupāda dijo que él podía ya
bien retomar su āśrama de nuevo o
hacerse gṛhastha. Entonces Hari-śauri
mencionó la historia del Caitanya-caritāmṛta
acerca de Chota Haridāsa y dijo que parecía muy difícil que un sannyāsī caído recuperase la
misericordia del Señor Caitanya. Prabhupāda dijo que a tal sannyāsī se lo llama vāntāsi,
alguien que come su propio vómito. Prabhupāda entonces dijo que si el maestro
espiritual sigue aceptando a su discípulo caído, entonces Kṛṣṇa también lo
acepta, y que más tarde el devoto incluso puede aceptar sannyāsa de nuevo. Prabhupāda mencionó cómo había permitido a dos
de sus discípulos sannyāsīs caídos
hacerse gṛhasthas en lugar de
despedirlos, pero dijo que era una posición vergonzosa. Prabhupāda dijo que sus
propios hermanos espirituales y prácticamente todos los sannyāsīs en la
India lo criticaban por dar iniciación de brāhmaṇa y de sannyāsa en Occidente, por instalar Deidades allí y por permitir
que vivieran mujeres en los templos. Dijo que por permitir todo aquello él
estaba expandiendo la conciencia de Kṛṣṇa, y en cambio los otros con toda su
estrictez no estaban haciendo nada.
Diario de Hari-śauri dāsa
Referente a tus preguntas sobre cómo ofrecer respetos a los sannyāsīs, a todo sannyāsī —incluso si ves a un sannyāsī
māyāvādī— ofrécele tus reverencias. Esto no produce ningún daño. Como
puedes haber observado, nosotros seguimos la instrucción del Señor Caitanya de
ofrecer a los demás todos los debidos respetos considerando su posición. Sin embargo,
no hay necesidad de asociarse continuamente con cada uno de ellos. Incluso si
alguien es vaiṣṇava, pero no tiene
buen carácter, podemos darle el respeto que se le debe a un vaiṣṇava, pero no podemos asociarnos con
él.
Carta a Jayapatākā dāsa (30 abril 1970)
Sobre
predicar a los necios
Brahmānanda: Él dice que debido a que el Śrīmad-Bhāgavatam contradice el conocimiento científico mundano,
personas que tenían algo de fe en Kṛṣṇa se desaniman y se alejan de Él.
Śrīla Prabhupāda: Déjalos que se vayan. No te preocupes de ellos. Deja
que los necios se vayan. Hay un proverbio bengalí: «En lugar de mantener unas
pocas malas vacas, deja que el establo quede vacío». Nosotros debemos preferir
que el establo quede vacío, sin ninguna vaca, que mantener muchas malas vacas
que no dan leche y que se perturban.
Devoto: En nuestro templos...
Śrīla Prabhupāda: Nosotros estamos dando una oportunidad, pero no
queremos malas vacas. No tenemos que estar de acuerdo con sus puntos de vista.
Ellos deben aceptar los nuestros, entonces pueden vivir con nosotros. Si no,
deja que se vayan. Esta es nuestra postura.
Clase sin fecha
Acerca de
los científicos
Cuando Prabhupāda visitó Nueva Vṛndāvana en 1969, se solía sentar sobre
la colina al lado de una pequeña mesa bajo un árbol de caqui. Solía mirar hacia
los bosques del valle. Una vez dijo que Kṛṣṇa había creado todos los árboles
con sus hojas. Luego imitó a alguien haciendo algo con sus manos y dijo que los
científicos hacen una hoja con gran esfuerzo, pero que Kṛṣṇa había hecho muchas
hojas. Dijo que los científicos solamente pueden imitar lo que Kṛṣṇa hace con
los árboles en otoño y que los científicos pueden usar sus bombas atómicas para
hacer que las hojas caigan pero no pueden crearlas.
Prabhupāda: Kṛṣṇa dice que en tanto que vivimos tenemos que sufrir —janma-mṛtyu-jarā-vyādhi [nacimiento,
muerte, vejez y enfermedades]— y ellos están haciendo planes para disfrutar. Kṛṣṇa
dice que la cosa real es el sufrir y estos pícaros están planeando justamente
como Rāvaṇa, que construyó una escalera para ir a los planetas celestiales. Todos
los lugares son de sufrimiento, pero nosotros tenemos que predicar entre tales
sinvergūenzas... Tenemos que tratar con ellos, hablarles, y tenemos que
predicar entre ellos. Tratamiento de manicomio... Nuestro tratamiento es
genuino. Si lo aceptan, se curarán. Sin embargo, debido a que todos ellos son
lunáticos, es muy difícil inducirlos a que acepten el tratamiento, sin embargo
este es el remedio correcto, mas ellos no lo tomarán porque son lunáticos...
Están construyendo sus propios planes... Científicos, filósofos, Darwin, Freud:
un fraude. Educación de charlatanes... ¿Cómo es que estas cosas están siendo
tomadas como ciencia? Estos sinvergūenzas no saben que ellos mismos están
atados y aun así están ofreciendo una teoría. El mundo entero está rodedo por
estos sinvergūenzas. Tenemos que inventar algún método: «Por favor, venga, tome
un poco de misericordia. Siéntese aquí, lea uno de estos libros». Tenemos que
trabajar así. No enfadarnos con este manicomio; de lo contrario la prédica se
terminará.
Entrevista con Toṣaṇa Kṛṣṇa dāsa
Sobre los
sueños
En lo que se refiere a tus sueños, es muy bueno que estés pensando en la
conciencia de Kṛṣṇa incluso cuando duermes. Kṛṣṇa es tan lindo que queremos
recordarlo incluso más de las 24 horas al día. En lo que respecta a las
instrucciones del maestro espiritual, no hay necesidad de tomar instrucciones
habladas en un sueño mientras el maestro espiritual aún está presente. El Señor
Jagannātha es muy amable y puede aparecer en la mente en Su propia forma, así
pues ¿por qué no lo haría en tus sueños?
Carta a Hlādinī-devī dāsī (19 febrero 1970)
Una vez, mientras estaba recibiendo su masaje de mediodía, Śrīla Prabhupāda
le dijo a su sirviente Hari-śauri que la noche anterior había soñado que el
patio del templo estaba inundado hasta la cima de las escaleras y que él estaba
pensando: «Oh, un centímetro más y todo se arruinará». Entonces Hari-śauri le
preguntó a Śrīla Prabhupāda acerca de los sueños. Prabhupāda explicó que son
impresiones almacenadas en la mente y que puede que vengan de vidas previas.
Dijo que aunque los objetos en los sueños son reales, los sueños son ilusorios.
Entonces ofreció un ejemplo. Tomando la botella del aceite de masaje, Prabhupāda
dijo que aunque la botella y su cama eran objetos reales, si él pusiera la
botella bajo la almohada entonces tal acto no tendría significado. —La almohada
y el aceite son reales —explicó—. Pero yo estoy loco.
Diario de Hari-śauri dāsa
Una vez tuve el siguiente sueño: que teníamos un templo móvil en el
agua, yendo de ciudad en ciudad. Ustedes están haciendo realidad ese sueño.
Muchas gracias. Háganlo bien y puede ser que yo también vaya y me una con
ustedes.
Carta a Abhirāma dāsa (3 agosto 1971)
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