Sé valiente, no falto de tacto


Bhagavad-gītā 1.3

Empodérate, nútrete

Supongamos que un soldado se siente inspirado para luchar sin miedo contra un ejército invasor tiránico. Pero si él solo carga contra ese ejército, terminará asesinado; necesita planear cuidadosamente y con tacto la resistencia.
En la guerra del Mahābhārata, los Pāṇḍavas no tuvieron miedo al enfrentarse a los Kauravas, cuyo ejército era casi el doble de grande que ellos. Sin embargo, no carecían de tacto; planearon bien sus estrategias de guerra. De hecho, su formación militar impresionó incluso a su principal oponente, Duryodhana (Bhagavad-gītā 1.3).
¿Cómo podemos ser intrépidos-no-faltos de tacto en nuestra vida diaria? Consideremos dos escenarios.
Supongamos que tenemos un jefe explotador. Para hacerles frente, tenemos que ser intrépidos. Pero no podemos gritarles sin tacto por maltratarnos y trabajar demasiado, no sea que acabemos despedidos. Necesitamos planificar cuidadosamente: mejorar nuestro conjunto de habilidades, solicitar otro trabajo, obtener una oferta y usar esa oferta como palanca para obtener mejores condiciones de trabajo.
Supongamos que aspiramos a practicar la vida espiritual en la cultura materialista de hoy. Necesitamos coraje para elegir de manera diferente a quienes nos rodean, y necesitamos tacto para explicar nuestras elecciones sin antagonizarlos innecesariamente. Por ejemplo, podemos negarnos a tomar tragos sin adoptar una actitud de superioridad moral; podemos atribuir nuestra negativa a razones de salud: después de todo, las bebidas son perjudiciales para nuestra salud espiritual.
Cuando trabajamos por una causa que vale la pena, debemos estar dispuestos a sacrificarnos por ella, incluso a convertirnos en mártires por ella. Con frecuencia, sin embargo, lo que necesitamos sacrificar no es nuestra vida, sino algo más: el impulso de nuestra mente por una confrontación sensacional o el impulso de nuestro ego por un martirio de interés periodístico. Al enfocarnos cuidadosamente en nuestro propósito, podemos aprender a ser valientes y discretos.
Conclusión:
Sea valiente para no dejarse intimidar por las consecuencias negativas y tenga tacto para buscar el mejor camino hacia los resultados positivos.
¡Oh, maestro mío!, he ahí el gran ejército de los hijos de Pāṇḍu, dispuesto de manera tan experta por tu inteligente discípulo el hijo de Drupada. – Bhagavad-gītā 1.3

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