Bhagavad-gītā 2.21
El miedo a la muerte es uno de los temores más inquietantes de la vida. Curiosamente, este miedo inquietante puede volverse esclarecedor si le damos la vuelta a la pregunta habitual que plantea la muerte: en lugar de preguntarnos "¿Por qué tengo que morir?", preguntémonos "¿Por qué quiero vivir para siempre?".
Esta pregunta es razonable porque vivimos en un mundo en el que nada dura para siempre – incluso los enormes rascacielos y las montañas gigantescas que parecen inquebrantables están sujetos a la destrucción. Esta pregunta razonable desconcierta al sistema de creencias predominante hoy en día, el materialismo, que sostiene que nosotros -nuestro sentido de identidad y personalidad- somos sólo productos de la materia. Si todo lo que nos rodea, e incluso lo que constituye nuestro cuerpo, es destructible, ¿cómo es posible que la materia que soy yo haya desarrollado el anhelo de inmortalidad?
Ese anhelo, explica la sabiduría del Gītā, procede de algo que está más allá de la materia – el alma interior, cuya presencia en el cuerpo es la causa de la vida y cuya partida comprende la muerte. El Bhagavad-gītā (2.21) asegura que, cuando nos damos cuenta de la naturaleza indestructible del alma, aprendemos a ver nuestra noción actual de la muerte como una ilusión – la muerte le sucede a nuestra envoltura externa, nunca a nosotros.
Debido a la ilusión, nos identificamos erróneamente con nuestro cuerpo y proyectamos en él los anhelos que son naturales del alma. Por eso, aunque el cuerpo es inevitablemente destructible, seguimos anhelando una existencia indestructible. Y nos estremecemos ante la perspectiva de una inminente destrucción corporal, confundiéndola con la destrucción de nuestro propio ser.
Así, nuestro miedo a la mortalidad es un indicador de nuestra inmortalidad – como somos inmortales por naturaleza espiritual, tememos el estado antinatural de mortalidad que nos ha impuesto nuestra identificación corporal errónea.
Practicando yoga, especialmente bhakti-yoga, como recomienda el Gītā, podemos realizar nuestra inmortalidad espiritual y trascender el miedo a la muerte.
¡Oh, Pārtha!, una persona que sabe que el alma es indestructible, eterna, innaciente e inmutable, ¿cómo puede matar a alguien o hacer que alguien mate? - Bhagavad-gītā 2.21
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