Bhagavad-gītā 1.44
El mundo generalmente nos define por nuestras posesiones: lo que
usamos, lo que manejamos, lo que poseemos, por ejemplo. Al estar influenciados
por este espejo social omnipresente, con demasiada frecuencia nos definimos de
manera similar.
Pero tal autodefinición es voluble y falible. Inconstante
porque puede cambiar dramática o traumáticamente a medida que cambia nuestra fortuna
material. Y falible porque no revela nuestro carácter, nuestro corazón, la
esencia de lo que somos.
Sí, algunas personas están tan desesperadas por ver un reflejo
halagador de sí mismas en el espejo social que anhelan frenéticamente y se
esclavizan para aumentar sus posesiones, e incluso pisotean su moralidad e
integridad. Se vuelven ciegos a la realidad indicada por Arjuna en el Bhagavad-gītā
(1.44) de que esas personas, sin saberlo, se exponen a cosechar graves
consecuencias kármicas.
Para evitar estas consecuencias, no tenemos que renunciar a
nuestras posesiones; solo necesitamos cambiar nuestra
autodefinición. Las últimas secciones del Gītā abordan las
preocupaciones de Arjuna al refinar y revisar su autodefinición. El Gītā
reemplaza la autodefinición voluble y falible que ofrece la sociedad con
nuestra autodefinición eterna y de hecho: somos almas eternas en un viaje de
varias vidas destinado a culminar en nuestro regreso a la morada suprema de Kṛṣṇa
para una vida de amor sin fin. Durante este viaje, nuestro amor por Kṛṣṇa
que se desarrolla progresivamente es nuestra única posesión duradera. Nada
más durará, aunque puede hacer una contribución duradera si se usa para el
servicio de Kṛṣṇa: puede purificarnos e impulsarnos hacia adelante en nuestra
odisea espiritual.
Animados por nuestra comprensión revisada de quiénes somos y qué es
realmente nuestro, actuamos como custodios competentes de nuestras
pertenencias, usándolas al servicio de Kṛṣṇa. Así, nuestras posesiones se
convierten en vehículos reinventados en nuestra evolución espiritual en curso.
¡Ay de mí!, ¡cuán extraño es que nos estemos disponiendo a cometer grandes actos pecaminosos! Llevados por el deseo de disfrutar de felicidad imperial, estamos decididos a matar a nuestros propios parientes. – Bhagavad-gītā 1.44
No hay comentarios:
Publicar un comentario