Bhagavad-gītā 1.16
Todos
somos irreductiblemente individuales. Naturalmente, todos tenemos
diferentes opiniones sobre varios temas. Cuando estas opiniones difieren
fuertemente, se producen conflictos. ¿Cómo podemos tratar estos conflictos
con madurez?
Entendiendo
lo que nos separa, entendiendo lo que nos une y centrándonos en lo
último.
Lo que
nos separa son nuestras diferentes opiniones. Nuestras opiniones surgen, entre
otras cosas, de nuestras condiciones y nuestros
condicionamientos. Nuestras condiciones se refieren a las situaciones
físicas, sociales y financieras en las que estamos y hemos estado. Nuestros
condicionamientos se refieren a las impresiones psicológicas que se han formado
dentro de nosotros, de esta y de vidas anteriores. Y debido a que todos
tenemos diferentes condiciones y diferentes condicionamientos, naturalmente
vemos las cosas de manera diferente.
En medio
de visiones y opiniones tan diferentes, ¿qué puede unirnos? Una causa
común. Esa causa puede ser la familia, la comunidad, la profesión, el
trabajo social o el servicio devocional, o incluso una combinación de
estos. En última instancia, la mayor fuerza unificadora es la conexión que
compartimos innata y eternamente con todos: nuestra conexión
espiritual. Todos somos almas, que somos partes del todo, la realidad
última, Kṛṣṇa. Al centrarnos en Su servicio y comprender que Su servicio
conduce al bien supremo de todos, podemos unirnos, a pesar de nuestras
diferencias.
Los Pāṇḍavas
ejemplifican brillantemente la unidad de propósito en medio de la diversidad de
personalidad. Cada uno de ellos es un individuo poderoso por derecho
propio, con sus propios talentos y puntos de vista. Quizás la diferencia
más radical fue entre el pacífico Yudhiṣṭhira y el belicoso Bhima. La
personalidad de Arjuna estaba en el medio, ofreciendo equilibrio.
El
comienzo del Bhagavad-gītā describe cómo los Pāṇḍavas se unieron en el
servicio de Kṛṣṇa: todos soplaron sus caracolas para indicar su disposición a
trabajar unidos por la causa de Kṛṣṇa (1.15-16).
Al
enfocarnos de manera similar en nuestra causa común, podemos trascender las
diferencias mutuas y trabajar en armonía.
Piénsalo:
En nuestras relaciones, ¿qué nos separa?
En nuestras relaciones, ¿qué nos une?
¿Cómo trabajaron los Pāṇḍavas unidos?
El rey Yudhiṣṭhira, el hijo
de Kuntī, hizo sonar su caracola, la Anantavijaya, y Nakula y Sahadeva hicieron
sonar la Sughoṣa y la Maṇipuṣpaka. - Bhagavad-gītā 1.16
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