Bhagavad-gītā 2.17
En el Bhagavad-gītā, cuando Arjuna pregunta a Kṛṣṇa cuál debe ser su actividad, la secuencia de respuestas de Kṛṣṇa indica que la cuestión de la identidad tiene prioridad sobre la cuestión de la actividad; sólo cuando comprendemos correctamente quiénes somos podemos averiguar adecuadamente qué debemos hacer.
El Gītā nos ayuda a comprender que no somos lo que normalmente pensamos que somos: nuestros cuerpos materiales. Esta enseñanza del Gītā puede experimentarse a través de un sencillo experimento mental: centremos nuestra conciencia en nuestras partes corporales: manos, piernas, estómago y preguntémonos: "¿Soy yo?". Responderíamos: "Son mis manos, mis piernas, mi estómago... mi cuerpo, pero yo no soy esas partes; las estoy observando". La diferencia entre nosotros y nuestro cuerpo y sus partes no es sólo una cuestión de lenguaje, sino también de experiencia: nos sentimos percibidores y poseedores de nuestro cuerpo y sus partes, dejando así sin respuesta la pregunta de fondo: ¿dónde está el "yo" que reclama derechos de propiedad sobre el cuerpo y sus partes?
El Bhagavad-gītā (2.17) proporciona la respuesta al señalar el alma eterna como el "yo", el lugar de la conciencia que se irradia por todo el cuerpo.
Sabed que aquello que se difunde por todo el cuerpo es indestructible. Nadie puede destruir a esa alma imperecedera. – Bhagavad-gītā 2.17
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