Bhagavad-gītā 2.4
Cuando alguien señala nuestras fallas, nuestro ego a menudo nos hace responder a la defensiva y negar esas fallas. La defensa es un instinto de supervivencia natural: si sentimos que algo afilado está a punto de perforarnos, nos alejamos o lo empujamos o nos armamos de valor. Pero ese instinto natural necesita estar subordinado a nuestra inteligencia. Si llegamos a saber que el objeto afilado es una inyección destinada a proteger nuestra salud, toleramos el dolor. Reconocemos que evitar la inyección no nos protegerá del dolor: protegerá la infección que será la causa de un dolor mucho mayor.
Del mismo modo, la actitud defensiva por defecto del ego no siempre nos protege; bien puede proteger las limitaciones que nos impiden realizar nuestro potencial. Tal mala dirección ocurre especialmente cuando nuestra actitud defensiva nos vuelve hostiles a las sugerencias bien intencionadas y bien informadas de nuestros simpatizantes.
Al comienzo de la guerra de Kurukshetra, cuando Arjuna se sintió abrumado, Kṛṣṇa consideró que su confusión era una debilidad del corazón (Gītā 2.3). Arjuna respondió a la defensiva afirmando que su confusión procedía de motivos más nobles como el respeto por los mayores (2.4) y la no codicia (2.5). Si bien estos jugaron un papel en su razonamiento, fue fundamentalmente engañado por la concepción corporal de la vida. Debido a que no había llegado a la raíz del problema, su razonamiento defensivo, sin importar cuán noblemente justificado, no podía mostrarle ningún camino a seguir (2.6). Siendo lo suficientemente inteligente como para reconocer que su argumentación no lo estaba llevando a ninguna parte, se sometió a Kṛṣṇa (7.2), abriéndose así a la sabiduría liberadora del Gītā.
De manera similar, cuando la actitud defensiva predeterminada de nuestro ego ofrece justificaciones que suenan nobles pero no nos ayuda a crecer, podemos usar nuestra inteligencia para liberarnos de esa actitud defensiva. Al abrirnos así a la sabiduría del Gītā, podemos allanar el camino hacia nuestra eventual iluminación y empoderamiento.
Arjuna dijo: ¡Oh, destructor de los enemigos!, ¡oh, destructor de Madhu!, ¿cómo voy a contraatacar con flechas en una batalla a hombres tales como Bhīṣma y Droṇa, que son dignos de mi veneración? - Bhagavad-gītā 2.4
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