La tolerancia se consigue meditando no sólo sobre lo efímero de la materia, sino también sobre la eternidad del espíritu


Bhagavad-gītā 2.14

La tolerancia es un gran poder que nos permite mantener las cosas pequeñas para poder centrarnos en las grandes.
¿Cómo podemos aumentar nuestra capacidad de tolerancia? Contemplando que las situaciones difíciles son temporales. El Bhagavad-gītā (2.14) nos insta a tolerar sabiendo que todas las sensaciones físicas y las emociones mentales que las acompañan tienen un límite temporal - empiezan y acaban.
Resulta significativo que este verso del Gītā sobre la tolerancia vaya precedido de un recordatorio de nuestra espiritualidad (2.13) y seguido de la seguridad de que quienes toleran lo efímero alcanzan lo eterno (2.15). Estos versos enmarcadores apuntan a un propósito más positivo de tolerar - no sólo lo efímero de las cosas materiales, sino también la eternidad de la realidad espiritual que puede alcanzarse tolerando las cosas materiales. Cuando contemplamos el fruto eterno de realizar nuestra espiritualidad, los inconvenientes temporales se hacen mucho más soportables.
De hecho, la tolerancia nos ofrece un fruto aún mayor: darnos cuenta no sólo de nuestra eternidad, sino también de nuestra relación con el ser eterno supremo, Kṛṣṇa. Él es nuestro mayor benefactor (5.29) - nos acompaña en nuestros corazones y orquesta las cosas para nuestro bienestar final.
Para ayudarnos a contemplar a Kṛṣṇa, el Gītā esboza el proceso del bhakti-yoga. Cuando practicamos el bhakti-yoga, percibimos que, sean cuales sean nuestras dificultades, Kṛṣṇa siempre está dispuesto a resguárdanos. Además, a medida que apreciamos su omni-benevolencia, empezamos a ver las dificultades bajo una nueva luz: no sólo como dificultades sin sentido que hay que sobrellevar apretando los dientes, sino como oportunidades llenas de propósito que se nos brindan para nuestra elevación espiritual final. Esta nueva visión hace que la tolerancia sea mucho más fácil.
Además, cuando nos absorbemos en Kṛṣṇa en medio de las dificultades, obtenemos alivio y fuerza, con lo que aumenta aún más nuestra capacidad de tolerancia.
En última instancia, si nos absorbemos constantemente en Kṛṣṇa, nuestra tolerancia de lo material se transforma en nuestra trascendencia de lo material.
¡Oh, hijo de Kuntī!, la aparición temporal de la felicidad y la aflicción, y su desaparición a su debido tiempo, es como la aparición y desaparición de las estaciones del invierno y el verano. Todo ello tiene su origen en la percepción de los sentidos, ¡oh, vástago de Bharata!, y uno debe aprender a tolerarlo sin perturbarse. – Bhagavad-gītā 2.14


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