Bhagavad-gītā 7.18
La mayoría de las personas piensan en Dios sólo cuando tienen problemas, especialmente aquellos que no pueden resolver por sí solos. Esperan que Él los saque de apuros.
Para esas personas, su propia vida en el nivel material es la preocupación central; Dios es invitado a su vida sólo si está dispuesto a actuar como un solucionador de problemas competente y rápido.
Si bien muchos considerarían natural esa actitud, la sabiduría del Gītā la considera poco deseable, ya que trágicamente subutiliza el potencial de nuestra relación con Dios.
El Gītā revela una visión de Dios mucho más elevada y rica que la concepción de alguien que soluciona problemas: Dios como el amante supremo, como la persona supremamente amorosa y adorable, Kṛṣṇa. En Su propio mundo eterno de amor, Kṛṣṇa realiza pasatiempos con Sus devotos, inundando a todos con olas extáticas de amor. Es a este mundo al que pertenecemos. Y es por este mundo que nuestros corazones anhelan por siempre.
Desafortunadamente, no reconocemos este anhelo más profundo de nuestro corazón, porque las preocupaciones externas dominan nuestros pensamientos. Todos somos almas con una atracción innata por Kṛṣṇa. Pero debido a la identificación errónea del cuerpo y a los apegos materiales, hemos hecho de las cosas mundanas nuestras preocupaciones principales, si no solitarias.
Incluso ahora, Kṛṣṇa nos ama tanto que, como indica el Gītā ( 7.18 ), nos aprecia cuando lo traemos a nuestra vida, sea cual sea el motivo. Además, el mismo verso exalta a aquellas personas que no reducen a Kṛṣṇa a un medio para alcanzar alguna meta mundana, sino que son lo suficientemente sabias como para reconocerlo como su meta final.
Al hacer de Kṛṣṇa nuestro mayor objeto de amor y no condicionar nuestra relación con Él a si Él resuelve nuestros problemas aquí, le permitimos que nos lleve a Su vida para el amor eterno y la felicidad eterna.
Todos estos devotos son indudablemente almas magnánimas, pero aquel que está situado en el plano del conocimiento acerca de Mí, Yo considero que es tal como Mi propio ser. Como él está dedicado a Mi trascendental servicio, es seguro que llegará a Mí, lo cual es la meta más elevada y perfecta de todas. – No traigas simplemente a Kṛṣṇa a tu vida; deja que Kṛṣṇa te lleve a Su vida
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