Revelar nuestros sentimientos es el principio de la curación


Bhagavad-gītā 1.29

Al comienzo del Bhagavad-gītā (1.29), Arjuna revela a Krsna los sentimientos de ansiedad y miseria que le embargan. En busca de alivio, se entrega a Kṛṣṇa (2.07). Y el Gītā concluye con la declaración de Arjuna (18.73) de que sus sentimientos negativos han desaparecido, de que ha sido curado.

 

El bhakti-yoga, que es la recomendación central del Gītā, es esencialmente un proceso para sanar nuestros sentimientos. Actualmente nos encontramos en un estado emocional enfermo porque nuestros sentimientos están mal dirigidos hacia las cosas materiales. Como las cosas materiales son cambiantes y fugaces, el apego a ellas acaba siempre en miseria.  La psicosis, la neurosis, los complejos y todos esos problemas emocionales tienen su origen en nuestro deseo equivocado de disfrutar de la materia.

 

El bhakti-yoga purifica nuestras emociones, redirigiéndolas de la materia a Kṛṣṇa. Cuando practicamos el bhakti, necesitamos, como Arjuna, revelar a nuestros mentores espirituales nuestros sentimientos, especialmente aquellos sentimientos que nos afectan fuertemente. Sin embargo, debemos recordar que revelar nuestros sentimientos es sólo el comienzo de la curación, no es la curación en sí misma. No debemos quedarnos estancados en el principio, reciclando sin cesar viejas heridas y complejos, descargando nuestra carga emocional en los demás y, en general, entregándonos a una fiesta de lástima.

 

Para curarnos realmente, necesitamos practicar el bhakti con determinación. Así que, al igual que los pacientes informan a sus médicos sobre sus síntomas para aprender sobre el tratamiento, nosotros informamos a nuestros mentores sobre nuestros sentimientos para aprender cómo podemos practicar mejor el bhakti.

 

Analizar nuestros sentimientos bajo una guía puede ayudarnos a comprender mejor nuestra enfermedad y nuestra cura. Las cosas mundanas que desencadenan sentimientos salvajes en nosotros son síntomas de nuestra enfermedad - nos muestran nuestros apegos y debilidades, las cosas de las que tenemos que protegernos. Las cosas devocionales que desencadenan sentimientos sublimes en nosotros constituyen nuestra terapia espiritual personalizada: si realizamos más esas actividades, podemos obtener un gusto superior que haga tolerables las austeridades y saboreable el bhakti yoga.

 

Todo el cuerpo me tiembla y tengo el vello erizado. Mi arco Gāṇḍīva se me está resbalando de la mano, y la piel me arde. - Bhagavad-gītā 1.29


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