Bhagavad-gītā 2.7
Supongamos que estamos conduciendo un automóvil y llegamos a una
intersección. Si no sabemos qué camino tomar, le pediríamos orientación a
alguien de confianza.
En nuestro viaje de vida, sin embargo, rara vez buscamos tal
dirección. La cosmovisión materialista de hoy nos hace creer que la vida
está destinada al placer mundano. En consecuencia, elegimos ese camino que
promete el máximo placer mundano. Pero cuando todos los caminos amenazan
tal placer, nos sentimos perplejos. Aun así, en lugar de preguntarnos si
la vida tiene un propósito más elevado, seguimos buscando el placer mundano, lo
que a menudo empeora las cosas.
Arjuna demuestra el beneficio de buscar guía espiritual en medio de la perplejidad. Antes
de la guerra de Kurukṣetra, se enfrentó a un dilema agobiante. Si no
luchaba, su familia perdería el reino que le correspondía. Si luchaba,
perdería a sus venerables mayores, Bhīṣma y Drona. Para resolver este
dilema, humildemente se volvió hacia Kṛṣṇa en busca de guía (2.7).
Para guiarlo, Kṛṣṇa pronunció el Gītā. Explicó que todos
somos almas, partes eternas del todo atractivo supremo, Kṛṣṇa. Todas las
almas están en un viaje de múltiples vidas de evolución espiritual hacia el
amor y la alegría eternos. Nuestros diversos deberes están destinados en
última instancia a promover esa evolución. Para evolucionar así,
necesitamos actuar en un estado de ánimo de amoroso servicio a Kṛṣṇa y
armonizar nuestros deberes con ese estado de ánimo. La comprensión de este
principio permitió a Arjuna recuperar la compostura y actuar con confianza
(18.73).
Durante nuestro viaje de vida, también podemos enfrentar perplejidades,
situaciones en las que todos pierden donde todas las opciones parecen privarnos
del placer mundano. En medio de tales perplejidades, si nos volvemos
humildemente hacia la sabiduría del Gītā, experimentaremos seguridad en
nuestra conexión eterna con Kṛṣṇa. Ese refugio interior disminuirá nuestro
miedo a perder el placer mundano y facilitará la claridad
espiritual. Entonces, podemos orar y reflexionar sobre la mejor manera de
servir a Kṛṣṇa en esa situación, y así encontrar un camino sabio por delante.
Ahora estoy confundido en cuanto a mi deber, y he
perdido toda compostura a causa de una mezquina flaqueza. En esta condición, Te
pido que me digas claramente qué es lo mejor para mí. Ahora soy Tu discípulo y
un alma entregada a Ti. Por favor, instrúyeme. - Bhagavad-gītā 2.7
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