Bhagavad-gītā 3.16
Amor Divino , Nutre tu devoción
El amor es uno de los temas más comunes en los medios populares, como películas y novelas. A medida que la cultura actual avanza cada vez más hacia el individualismo, a veces incluso hacia un individualismo obsesivo, la concepción contemporánea del amor ha cambiado drásticamente - hoy en día, el amor se trata mucho más de los propios sentimientos y de cómo la otra persona nos hace sentir bien.
Si bien ese es un aspecto del amor, tiene otro aspecto mucho más importante - un aspecto de sacrificio. Allí damos la debida importancia a las necesidades, intereses y preocupaciones de la otra persona y, en consecuencia, subordinamos apropiadamente nuestras propias necesidades, intereses y preocupaciones. Si rechazamos este espíritu de sacrificio, nos privamos de la capacidad de amar verdaderamente. Nuestro amor sigue siendo superficial, al igual que nuestra relación. Y descendemos a una conciencia baja, en la que perdemos la inclinación y la intención de profundizar en cualquier relación, presente o potencial. Sin un espíritu de sacrificio, nuestro corazón permanece vacío; y nuestra vida se llena de actividades que son inútiles, si no autodestructivas (Bhagavad-gītā 3.16).
¿Pero sacrificarnos no nos alejará de nosotros mismos? Al contrario, tiene el mayor potencial para sacar lo mejor de nosotros. ¿Cómo? Exhortándonos a sacar nuestro yo latente. El amor con espíritu de sacrificio nos inspira a ser mejores, si no por nosotros mismos, al menos por el bien de aquel a quien amamos. Y cuanto más glorioso es el objeto de nuestro amor, más sublima nuestro carácter el ofrecimiento de nuestra conciencia a ese objeto. Tal ofrecimiento nos inspira y nos fortalece para sacar a relucir nuestras virtudes y habilidades latentes mediante las cuales podemos expresar nuestro amor, sosteniendo y endulzando así esa relación.
Y el objeto de amor más glorioso es Kṛṣṇa. Por eso, cuando lo amamos con espíritu de sacrificio, progresamos rápidamente hacia la realización y el sabor de nuestro yo más profundo.
Conclusión:
Si creemos que podemos amar sin sacrificio, sacrificamos nuestra capacidad de amar.
Piénsalo:
· ¿Qué hay de malo en las concepciones contemporáneas del amor?
· ¿Qué sucede cuando descuidamos el aspecto sacrificial del amor?
· ¿Cómo nos ayuda el amor a manifestar nuestro mejor yo?
Mi querido Arjuna, aquel que en la vida humana no sigue el ciclo de sacrificios establecidos así por los Vedas, lleva ciertamente una vida llena de pecado. Dicha persona vive en vano, porque sólo vive para la satisfacción de los sentidos. – Bhagavad-gītā 3.16
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