Bhagavad-gītā 2.55
Si comemos algún alimento que nos causa diarrea, aprendemos a evitarlo en el futuro. Incluso si otras personas disfrutan de esa comida, nosotros nos mantenemos alejados de ella.
La diarrea física es fácilmente evidente, pero cuando sucede algo similar a nivel mental, no es tan evidente. Nos exponemos a algunos estímulos que hacen que nuestra mente se vuelva loca, con deseo, ira, miedo o cualquier otra cosa. Tal agitación y la alteración de nuestras intenciones y de nuestra vida que sigue es similar a la diarrea mental. Así como aprendemos a evitar las sustancias que causan diarrea física, debemos aprender a evitar los estímulos que causan diarrea mental.
El Bhagavad-gītā (2.55) nos insta a rechazar los deseos mundanos y así, con la mente purificada, encontrar satisfacción dentro de nosotros mismos.
Así como algunas sustancias pueden ser muy apetecibles para nuestra lengua pero desagradables para nuestro cuerpo, lo que hace que resistirlas sea especialmente difícil, de manera similar, algunos estímulos pueden parecernos muy placenteros inicialmente, pero al final pueden hacernos daño, lo que hace que resistirlos sea especialmente difícil.
Las personas materialistas a menudo piensan que es una señal de su experiencia el poder llegar a objetos sensoriales difíciles de alcanzar. Los espiritualistas que operan con un sistema de valores diferente ven como un signo de inteligencia y experiencia si pueden resistir objetos sensoriales difíciles de resistir. Esa resistencia es un arte y se aprende mejor practicando bhakti-yoga, que nos conecta con Kṛṣṇa, nuestro Señor todo atractivo cuyas partes somos todos eternamente. Conectarnos con Él nos da satisfacción interior, lo que hace que resistirnos a la gratificación exterior sea más fácil. Y cuando mediante la práctica regular de bhakti aprendemos a conectarnos fácil y constantemente con estímulos espirituales (estímulos que llevan nuestra conciencia hacia la verdad espiritual y, en última instancia, hacia la verdad espiritual más elevada, Kṛṣṇa), entonces automáticamente dominamos la habilidad de evitar la diarrea mental.
La Suprema Personalidad de Dios dijo: ¡Oh, Pārtha!, se dice que un hombre se halla en estado de conciencia trascendental pura, cuando abandona todas las variedades de deseos de complacer los sentidos, deseos que surgen de la invención mental, y cuando su mente, purificada de ese modo, encuentra satisfacción únicamente en el ser. - Bhagavad-gītā 2.55
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