Cómo la lujuria distorsiona nuestro sistema de valores


Bhagavad-gītā 3.39

Supongamos que se construyera un centro comercial para manipular psicológicamente a los consumidores para que compraran cualquier cosa que les atrajera, sin considerar su coste. Si bien un centro comercial así sería el sueño de los vendedores, sería la pesadilla de los compradores.
Si bien es posible que la tecnología moderna no haya creado un centro comercial de este tipo, la sabiduría del Gītā explica que ya existe - es un centro comercial móvil; rodea objetos sexualmente atractivos. Cuando contemplamos tales objetos, desencadenamos un efecto en cadena que termina por destruir nuestra inteligencia, degradándonos con ello (2.63). Aquí, la inteligencia no se refiere a la experiencia técnica o profesional que aún podríamos conservar; se refiere a nuestro sistema de valores, nuestra comprensión de lo que es no negociable, negociable e insignificante. Cuando entramos en el centro comercial de la lujuria al detenernos indiscriminadamente en los objetos de los sentidos, comenzamos a valorarlos desproporcionadamente.
Una persona puede tener una buena posición familiar y social que ha construido cuidadosamente durante décadas, pero puede dejarla de lado sólo por una aventura sexual. Incluso si tal aventura pone en peligro lo que han construido durante su vida, simplemente no pueden verlo; la lujuria ha distorsionado tanto su sistema de valores que sólo ven el placer inmediato, nada más. Y una vez que la lujuria asigna un valor superior a un fruto prohibido en particular, destruye incluso el impulso de buscar sabiduría (3.41). Eso significa que pierden toda inclinación a reevaluar los costos de sus acciones; quedan completamente consumidos por varios planes para obtener ese fruto.
¿Cómo podemos protegernos de tal distorsión de valores? Recordándonos periódicamente las cosas que importan, las que perduran. Los textos sagrados como el Gita están llenos de recordatorios de este tipo; al estudiarlos periódicamente, podemos reforzar nuestro sistema de valores y estar mejor equipados para elegir sabiamente.
Conclusión:
La lujuria distorsiona nuestro sistema de valores; reorientarnos regularmente hacia las cosas que perduran.
Piénsalo:
· ¿Cómo nos engaña la lujuria?
· ¿Cómo podemos protegernos de la lujuria?
· ¿Se encuentra usted víctima de una distorsión de valores? Que puedes hacer para protegerte?
Así pues, la conciencia pura de la sabia entidad viviente es cubierta por su enemigo eterno en forma de la lujuria, que nunca se satisface y arde como el fuego. - Bhagavad-gītā 3.39

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