Bhagavad-gītā 3.41
Aunque estamos expuestos a muchas distracciones, algunas son más dañinas que otras. ¿Cómo podemos saber qué distracción es más peligrosa para nosotros? Analizando si tiene las siguientes características.
Captura nuestra conciencia con mayor fuerza: Algunas distracciones simplemente entran a la fuerza en nuestra conciencia sin importar lo que estemos haciendo y luego atraen nuestra conciencia hacia ellas, incluso si lo que estamos haciendo es mucho más importante e incluso urgente. Por ejemplo, tan pronto como escuchamos alguna noticia política, podemos quedar cautivados, incluso si estamos trabajando en un proyecto vital con un plazo ajustado.
Consume nuestra conciencia más vorazmente: Al entrar en nuestra conciencia, algunas distracciones adquieren no sólo un punto de apoyo, sino una fortaleza. Es decir, se aferran implacablemente a nosotros; simplemente no podemos dejar de pensar en ellas, ni rechazar ni descuidar obras. Por ejemplo, si vemos una imagen obscena, es posible que permanezca dentro de nosotros, persiguiéndonos y atormentándonos durante mucho tiempo.
Corrompe nuestra conciencia de manera repugnante: Algunas distracciones alejan nuestra conciencia de nuestro comportamiento normal e incluso de los valores humanos básicos; nos llenan de fantasías e impulsos perversos. Por ejemplo, cuando escuchamos acerca de un crimen cometido por alguien que pertenece a un grupo racial o religioso que tememos o detestamos, podemos experimentar un impulso salvaje de bombardear a todo ese grupo hasta eliminarlo.
Al revisar nuestros encuentros pasados con diversas distracciones, podemos notar cuáles de esas tentaciones tienen cuál de las características anteriores. Incluso una distracción que tenga sólo una de estas características puede ser peligrosa; una distracción que tenga todas estas características es mortalmente peligrosa. Necesitamos minimizar enérgicamente, si no evitar por completo, toda interacción con esto, como se recomienda en el Bhagavad-gītā (3.41).
Resumen de una frase:
Entre las diversas distracciones, las más peligrosas son aquellas que capturan nuestra conciencia con mayor fuerza, la consumen con mayor voracidad y la corrompen de manera más repugnante.
Piénsalo:
· ¿Qué distracción captura tu conciencia con más fuerza?
· ¿Qué distracción consume tu conciencia más vorazmente?
· ¿Qué distracción corrompe tu conciencia de manera más repugnante?
Por lo tanto, ¡oh, Arjuna, el mejor de los Bhāratas!, desde el mismo principio domina este gran símbolo del pecado [la lujuria] mediante la regulación de los sentidos, y mata a esta destructora del conocimiento y la autorrealización. - Bhagavad-gītā 3.41
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