Desarrollar una relación sana con nuestra mente


Bhagavad-gītā 3.33

Atención plena , Nútrete
Generalmente no nos damos cuenta de cuánto nos controla nuestra mente. Sin embargo, podemos vislumbrar su control sobre nosotros cada vez que intentamos disciplinarnos. Supongamos que decidimos abandonar un hábito particularmente problemático. Pero nos encontramos no sólo fracasando en nuestra resolución sino que también nos entregamos aún más a ese hábito. Tales experiencias pueden obligarnos a reconocer que nuestra mente puede habernos esclavizado.
Alarmados por estar dominados por nuestra mente, es posible que busquemos no sólo controlarla sino aplastarla. Sin embargo, nuestra mente también contiene las impresiones que dan forma a nuestros intereses innatos. Estos intereses comprenden nuestra naturaleza psicofísica, que determina las áreas de la vida en las que podemos contribuir mejor. Y el Bhagavad-gītā (3.33) afirma enfáticamente que nadie, ni siquiera los conocedores, puede reprimir su naturaleza. Esto significa que no podemos hacer que nuestra mente sea esclava de nuestra voluntad.
Entre los extremos de estar esclavizado por la mente y esclavizarla está el camino intermedio - entablar amistad con ella en términos mutuamente aceptables. La mente tiene impresiones potencialmente ruinosas asociadas con la lujuria, la ira y la codicia; debemos regularlas firmemente y eliminarlas gradualmente.
¿No se opondrá la mente a tal disciplina? Sí, lo será. Por eso necesitamos determinación. Al mismo tiempo, podemos endulzar el trato aceptando aquellos intereses de la mente que se corresponden con nuestra naturaleza psicofísica. Cuando brindamos oportunidades adecuadas para canalizar y cultivar esos intereses, la mente no se siente ahogada. A medida que hace lo que le gusta y aprende a hacerlo mejor, empieza a darse cuenta de que nuestros términos de disciplina son razonables. Y se convierte en nuestro amigo.
Conclusión:
No seas esclavo de tu mente, pero tampoco esperes que ella lo sea; aprende a hacerte amigo de ella en términos mutuamente aceptables.
Piénsalo:
· ¿Alguna vez te has dado cuenta de cuánto te controla tu mente? Reflexiona sobre tus intentos de autodisciplina para lograr o profundizar esa realización.
· ¿Por qué no podemos hacer de nuestra mente nuestra esclava?
· ¿Cómo podemos hacernos amigos de nuestra mente en términos mutuamente aceptables?
Incluso el hombre que posee conocimiento actúa conforme a su propia naturaleza, pues todo el mundo sigue la naturaleza que ha adquirido de las tres modalidades. ¿Qué puede lograrse con la represión? - Bhagavad-gītā 3.33

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