Bhagavad-gītā 8.20
“Un día moriré”. Nos resulta difícil aceptar este tipo de pensamientos porque nuestro interior se rebela ante la perspectiva de nuestra aniquilación. Podemos intentar evadir la sentencia de muerte que pende sobre nuestras cabezas intentando hacer algo que nos garantice un lugar en los libros de historia, con la esperanza de vivir así en la memoria de la gente. Sin embargo, el tiempo destruye implacablemente los recuerdos, a las personas e incluso los libros de historia.
La sabiduría del Bhagavad-gītā nos muestra una salida más realista a nuestra sentencia de muerte al revelarnos un mundo que está más allá de la muerte. El Bhagavad-gītā ( 8.20 ) dirige nuestra atención hacia otro reino de existencia que está libre de la destructibilidad que estropea nuestro reino material.
La sabiduría del Bhagavad-gītā explica que la muerte es una pesadilla que sufrimos sólo mientras permanecemos dormidos en la concepción materialista de la vida. Tan pronto como despertamos espiritualmente, nos damos cuenta de:
1. Nuestra identidad espiritual como almas invencibles que ni siquiera pueden ser tocadas, y mucho menos destruidas, por nada material, ni siquiera por la muerte.
2. Nuestra gloria espiritual como hijos amados del todo atractivo Supremo, Kṛṣṇa, quien siempre nos invita a una vida de amor eterno con Él en Su morada suprema.
Todos podemos despertar a esta conmovedora realidad aprovechando el poder del sonido divino, especialmente el poder supremo de los santos nombres de Kṛṣṇa.
Así, al informarnos sobre nuestra vida inmortal a nivel espiritual y dotarnos de los medios para despertar a esa realidad, la sabiduría del Gītā nos rescata de la pesadilla de la muerte.
Mas, existe otra naturaleza no manifiesta, que es eterna y trascendental a esta materia manifestada y no manifestada. Esa naturaleza es suprema y nunca es aniquilada. Cuando todo en este mundo es aniquilado, esa parte permanece tal como es. – Bhagavad-gītā 8.20
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