El destino determina nuestras situaciones, pero nosotros determinamos nuestras decisiones en esas situaciones


Bhagavad-gītā 18.35

Siempre que nos encontramos en una situación inesperada y desfavorable, incluso insoportable, podemos resentirnos e incluso condenar a Dios o a nosotros mismos por tener un destino tan terrible. Afortunadamente, el destino no lo controla todo. Aunque nuestras situaciones están fuera de nuestro control, nuestras decisiones no lo están. Lo que hagamos en esas situaciones depende enteramente de nosotros. Incluso si hay una pequeña cosa que podamos hacer; si empezamos a hacer esa pequeña cosa positiva, eso creará positividad en nuestro interior y nos llevará hacia la positividad exterior.

Y aquella determinación que no puede ir más allá del sueño, el temor, la lamentación, el mal humor y la ilusión, esa determinación poco inteligente, ¡oh, hijo de Pṛthā!, está en el plano de la modalidad de la oscuridad. – Bhagavad-gītā 18.35

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