Bhagavad-gītā 2.42-43
El Bhagavad-gītā (2.42-43) considera no discriminatorias (avipashcitah) y miopes a las personas que piensan que la religión no tiene otro propósito que proporcionar ganancias materiales. Estas personas no ven en la oración más que un método de compra gratuito o barato. Al aferrarse a una visión tan materialista y utilitarista de la religión, cierran las puertas que podrían haber conducido al desarrollo de su potencial espiritual. Son, en gran medida, materialistas con un ropaje piadoso que descuidan la esencia espiritual y el propósito de la religión: reavivar el amor a Dios.
La sabiduría del Gītā nos impulsa a darnos cuenta de que la felicidad duradera nunca puede venir por tratar de satisfacer deseos materiales específicos, como trata de hacer el materialismo religioso. ¿Por qué? Porque tales deseos son insaciables e innumerables. Por el contrario, la felicidad duradera sólo puede venir cuando descansamos nuestro amor en el objeto eterno y recíproco del amor, Kṛṣṇa.
El materialismo religioso puede a veces funcionar en términos de satisfacer algunos de nuestros deseos, pero nunca funciona en términos de satisfacer nuestro corazón. ¿Por qué? Porque tal materialismo mantiene nuestra visión encerrada en los regalos materiales que satisfacen temporalmente nuestros deseos, cegándonos a Kṛṣṇa, cuyo amor es el único que puede satisfacer nuestro corazón completa y eternamente.
Por eso el Gītā nos advierte que no nos dejemos seducir por el materialismo cuando nos tienta poniéndose un disfraz religioso.
Hombres de escaso conocimiento se apegan mucho a las floridas palabras de los Vedas, que recomiendan diversas actividades fruitivas en aras de la elevación a los planetas celestiales, la consiguiente buena cuna, poder, etc. Como ellos están deseosos de disfrutar de los sentidos y de tener una vida opulenta, dicen que eso es todo lo que hay. – Bhagavad-gītā 2.42-43
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