Estudie las Escrituras como un buscador existencial, no como un investigador histórico


Bhagavad-gītā 3.30

Algunas personas estudian las Escrituras en gran medida, si no en su totalidad, desde una perspectiva histórica - se centran en cuándo fueron escritas, cuál era la cultura general de entonces y cuáles eran los contextos específicos de sus declaraciones.

 

Este enfoque centrado en la historia, aunque útil para comprender algunos aspectos de las Escrituras, pierde su esencia. Las Escrituras son esencialmente la revelación guía de la divinidad a la humanidad, ofreciendo sabiduría sobre la vida y el vivir cuya relevancia se extiende a lo largo de la historia. El Bhagavad-gītā3.31 ) declara que sus ideas son eternas ( avyayam ): pueden ofrecer liberación y vida eterna a todos y cada uno en todo momento.

 

Una disposición transhistórica es evidente en el Gītā mismo, en palabras tanto del buscador Arjuna como del vidente Kṛṣṇa. Arjuna se enfrenta a un contexto histórico confuso - la indecisión al comienzo de una guerra mundial fratricida. Sin embargo, a pesar de las presiones de la situación, su mera pregunta a Krisna ( 2.07 ) no es contextual sino existencial: no "¿Qué debo hacer ahora?" sino "¿Cuál es mi dharma ahora?" Dharma, como sabemos, se refiere a principios y prácticas de vida independientes del tiempo.

 

Kṛṣṇa responde a Arjuna en términos no históricos sino existenciales. No analiza el contexto histórico para resaltar la necesidad sociopolítica de la guerra. De hecho, en todo el Gītā aparece una llamada directa a la lucha menos de media docena de veces, sin ninguna referencia en sus últimos seis capítulos. Se centra incesantemente en cuestiones existenciales perennes de identidad, actividad y destino. La cosmovisión dhármica delineada en el Gītā responde a las preguntas más profundas que subyacen a nuestra existencia misma: “¿Quién soy yo? ¿Qué es la vida? ¿Para qué debo vivir?

 

Si nos acercamos al Gītā con la actitud de un buscador existencial, no de un investigador histórico, descubriremos que es una mina interminable de joyas de sabiduría siempre nueva.

 

Por consiguiente, pelea, ¡oh, Arjuna!, entregándome a Mí todas tus obras, con pleno conocimiento de Mí, sin deseos de ganancia, sin sentido de posesión y libre de letargo. – Bhagavad-gītā 3.30


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