Bhagavad-gītā 3.6
Si vemos a alguien cargando una enorme carga sobre sus espaldas, podemos sentir lástima por él. Sin embargo, es posible que nosotros mismos carguemos con una carga más pesada, aunque invisible - la carga de una máscara.
Las máscaras físicas del tipo que se usan durante Halloween no pesan mucho. Pero las máscaras que nos agobian son más sutiles; son las apariencias que presentamos ante el mundo. A pesar de estar estresados o angustiados, podemos actuar alegremente. A pesar de tener relaciones familiares tensas, podemos fingir que nuestra vida familiar está bien. A pesar de luchar en privado con las impurezas, podemos poner una fachada de pureza. Ponernos esas máscaras nos agota porque ocultar las cosas requiere un esfuerzo hercúleo.
Entonces, ¿deberíamos simplemente estar tristes, irradiando depresión por todos lados? No, podemos y debemos ser alegres y positivos mientras nos esforzamos por arreglar las cosas. Aun así, mientras tanto, necesitamos al menos unas cuantas personas que nos acepten tal como somos. Y necesitamos el coraje de bajarnos las máscaras con ellos.
En ocasiones, es posible que tengamos que actuar. Pero no podemos ser artistas las 24 horas del día; nadie puede serlo. Incluso los artistas profesionales necesitan descansos; por eso las estrellas de cine valoran su privacidad.
En el camino espiritual, las máscaras pueden privarnos de un crecimiento genuino. El Bhagavad-gītā (3.06) advierte que aquellos que enmascaran su sensualidad con una fachada de espiritualidad se engañan a sí mismos; permanecen espiritualmente estancados o incluso pueden retroceder.
Entonces, ¿cómo podemos crecer espiritualmente? Primero, quitarnos las máscaras ante algunos amigos de confianza admitiendo humildemente la brecha entre nuestro precepto y nuestra práctica. En segundo lugar, esfuérzate diligentemente por cerrar esa brecha practicando el proceso purificatorio del bhakti-yoga.
Mediante tal autoaceptación y diligencia devocional, podemos dar de manera pacífica y decidida pasos pequeños pero significativos hacia la realización de nuestro potencial divino como partes de la divinidad suprema, trascendiendo así la necesidad de máscaras.
Piénsalo:
· ¿Qué tipo de máscaras sutiles usamos a menudo?
· ¿Quitarnos las máscaras significa que estamos constantemente tristes?
· ¿Cómo podemos cambiarnos a nosotros mismos?
Aquel que restringe los sentidos de la acción pero cuya mente mora en los objetos de los sentidos, sin duda que se engaña a sí mismo, y se lo conoce como un farsante. – Bhagavad-gītā 3.6
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