La inacción no protege contra la reacción


Bhagavad-gītā 3.9

Si nos encontramos en una zona afectada por una epidemia, estaremos ansiosos por evitar infectarnos o, si ya lo hemos sido, por recibir tratamiento. De manera similar, cuando nos informamos espiritualmente, entendemos que estamos en un mundo afligido por la epidemia del materialismo y que ya estamos infectados. Esta infección viene en forma de deseos materiales parecidos a gérmenes. Esos deseos nos impulsan a realizar acciones materiales, que engendran reacciones kármicas que surgen como las diversas miserias de la existencia material.
Entonces, podemos inferir, como lo hacen muchos novatos espirituales, que debido a que la acción causa reacción, renunciar a la acción nos protegerá de la reacción. Sin embargo, la sabiduría del Gītā revela que lo que causa la reacción no es la acción per se, sino la motivación materialista egoísta que impulsa esa acción, del mismo modo que lo que causa la enfermedad no son sus síntomas externos sino los gérmenes internos. Y lo que lleva a la liberación no es renunciar a la acción, sino renunciar a esa motivación egoísta, así como lo que cura la enfermedad no es suprimir los síntomas sino eliminar los gérmenes. Por lo tanto, podemos renunciar eficazmente a la motivación material, no simplemente renunciando a toda acción, sino emprendiendo la acción espiritual, específicamente la acción desinteresada para servir a la todo atractiva Verdad Absoluta, Kṛṣṇa. Es pertinente que el Bhagavad-gītā ( 3.09) respalda trabajar con un espíritu de sacrificio por su bien.
¿Cuál es el fundamento de tal acción?
En primer lugar, en nuestro actual nivel materialista de conciencia, todas nuestras acciones están motivadas de manera material y egoísta, por lo que, para renunciar a tales acciones, tendremos que abandonar todas las acciones, una tarea verdaderamente imposible, como enfatiza el Gītā (5.03 ) .
En segundo lugar, debido a que Kṛṣṇa es el depósito de toda felicidad, servirle trae satisfacción espiritual. Experimentar esa plenitud nos ayuda a darnos cuenta de que renunciar a la acción egoísta es el camino no hacia la privación sino hacia una mayor satisfacción, haciendo así que nuestro viaje hacia la liberación sea más fácil, más rápido y más dulce.
El trabajo que se hace como un sacrificio en honor de Viṣṇu debe realizarse, pues, de lo contrario, el trabajo lo ata a uno a este mundo material. Así que, ¡oh, hijo de Kuntī!, desempeña tus deberes prescritos para la satisfacción de Él, y, de ese modo, siempre permanecerás libre del cautiverio. - Bhagavad-gītā 3.9

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