Bhagavad-gītā 2.56
Con frecuencia nos agitamos por los altibajos de la vida. Sin embargo, esa agitación se ve especialmente agravada por las fuerzas del deseo, el miedo y la ira que residen en nuestro interior.
¿Cómo aumentan estas fuerzas nuestra agitación? Para entenderlo, comparemos el mundo con un océano. Así como las olas son intrínsecas a un océano, también lo son las dualidades en este mundo.
Cuando deseamos algo material, es como querer algo encima de una ola en particular. El anhelo y el esfuerzo por llegar a esa cosa, mientras la vemos aparecer y desaparecer a medida que la ola sube y baja, aumenta nuestra agitación.
Con el tiempo, cuando las olas amenazan con separarnos de nuestro objeto deseado, nos abruma el miedo. Cuanto mayor es la emoción y el esfuerzo que hemos invertido para conseguir ese objeto, mayor es nuestro miedo.
Por último, cuando las olas revoltosas alejan ese objeto de nosotros o nos alejan a nosotros de ese objeto, nos invade la ira - ira contra ese objeto por haberse ido o ira contra las olas por habérnoslo llevado o ira contra nosotros mismos por haberlo dejado escapar.
¿Cómo podemos minimizar nuestra agitación? Alejándose de los objetos en el océano y esforzándose por nadar hacia la tierra. Es decir, aprendemos a disminuir nuestra fijación emocional en las cosas materiales y aumentar nuestro enfoque en la realidad espiritual. El Bhagavad-gītā afirma que los sabios se desapegan de lo externo y se deleitan en su interior, en su espiritualidad (2.55). Aquellos que se liberan de las fuerzas del deseo, el miedo y la ira se mantienen firmes en medio de las dualidades, sin estar eufóricos por las ganancias ni abatidos por las pérdidas (2.56). La forma más fácil y segura de permanecer espiritualmente situado es absorbernos devocionalmente en la realidad espiritual suprema, Kṛṣṇa; allí obtenemos tanto conocimiento espiritual como gozo espiritual.
Por tanto, la absorción en Kṛṣṇa constituye la mejor protección contra la agitación.
Aquel cuya mente no se perturba ni siquiera en medio de las tres clases de sufrimientos, ni se alboroza en los momentos de felicidad, y que está libre de apego, temor e ira, se dice que es un sabio de mente estable. - Bhagavad-gītā 2.56
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