Lo que está más allá de ser anticuado está más allá de volverse obsoleto


Bhagavad-gītā 4.1

Algunas personas preguntan: “El Bhagavad-gītā se habló hace miles de años. ¿No lo hace eso obsoleto?
Para nada.
La sabiduría del Gītā no puede atarse a cualquier fecha histórica particular. ¿Por qué? Porque el Gītā ( 4.1 ) menciona que su mensaje esencial fue pronunciado antes, hace muchos milenios, para iluminar al ser que ilumina el mundo - el dios Sol. Incluso esa no fue su primera aparición; el mismo verso declara que su sabiduría esencial es imperecedera (avyayam). La sabiduría del Gītā es coeterna con la existencia y sirve como manual para el mundo. Se revela repetidamente a lo largo de la historia cada vez que la humanidad comienza a extraviarse espiritualmente, como indica el Gītā ( 4.3 ).
Alguien puede dudar: “Hoy en día las cosas han cambiado mucho. ¿No será necesario cambiar el manual en consecuencia?
No exactamente.
La forma del Gītā se adapta según el contexto y el clima cultural e intelectual de aquellos tiempos. Por ejemplo, el Gītā dirigido al dios del Sol no habría contenido el verso que afirma que este mensaje fue dirigido al dios del Sol hace mucho tiempo - que la contextualización es para beneficio de Arjuna. De manera similar, algunos de los ejemplos del Gītā pueden no ser inteligibles para personas que no estén familiarizadas con la cosmovisión védica, como por ejemplo las ilustraciones del capítulo décimo sobre las opulencias de Kṛṣṇa. Es pertinente que el Gītā ( 4.34 ) insista en que, para comprender su importancia, necesitamos videntes vivos contemporáneos, maestros que ilustren sus principios eternos con ejemplos oportunos.
Y esos principios eternos trascienden todos los cambios. Aunque los cambios actuales puedan parecer deslumbrantes y sin precedentes, sólo cambian las formas externas de nuestras actividades, no su propósito interno. Todavía buscamos comer, dormir, aparearnos y defendernos, aunque sea de forma de alta tecnología. Y todavía necesitamos aprender el amor espiritual puro por Kṛṣṇa si queremos encontrar la felicidad eterna.
Enseñarnos que la sabiduría es la contribución esencial y duradera del Gītā, una contribución que va más allá de ser anticuada y de volverse obsoleta.
La Personalidad de Dios, el Señor Śrī Kṛṣṇa, dijo: Yo le enseñé esta imperecedera ciencia del yoga a Vivasvān, el dios del Sol, y Vivasvān se la enseñó a Manu, el padre de la humanidad, y Manu a su vez se la enseñó a Ikṣvāku. – Bhagavad-gītā 4.1

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