No debemos ser los hacedores, pero debemos hacer


Bhagavad-gītā 3.27

Las enseñanzas del Bhagavad-gītā sobre el hacedor son paradójicas. Inicialmente, ( 3.27 ) considera engañados a aquellos que se creen hacedores. Sin embargo ( 18.63 ) concluye pidiéndole a Arjuna que haga lo que desee, después de deliberar su mensaje.

 

¿Cómo reconciliamos esta contradicción?

 

Profundizando en la cosmovisión del Gītā.

 

Afirma que no somos los hacedores porque no somos los únicos hacedores. Somos pequeñas partes de un gran cosmos interconectado, en el que nuestras acciones comprenden sólo un factor en una compleja red de factores. Esta red que descansa en última instancia en la voluntad divina determina si el resultado llega o no.

 

Sin embargo, somos hacedores en el sentido de que deseamos - deseamos ciertas cosas y, en consecuencia, tratamos de hacerlas. Cuando deseamos y buscamos el placer egocéntrico, alteramos el orden del cosmos. ¿Por qué? Porque somos partes de Kṛṣṇa y estamos destinados a servirle desinteresadamente y encontrar en ello la felicidad suprema. Nuestros deseos perturbadores nos hacen kármicamente culpables, siendo nuestra culpabilidad proporcional a la perturbación de nuestras intenciones.

 

Cuando deseamos y nos esforzamos por servir a Kṛṣṇa desinteresadamente, contribuimos a restaurar el orden en el cosmos. El Gītā (11.33) señala esta resolución divina del dilema entre hacedor y no hacedor cuando le pide a Arjuna que simplemente se convierta en un instrumento para Kṛṣṇa. Debemos hacerlo en el sentido de que tenemos que cultivar el deseo de servir a Kṛṣṇa puramente y hacer nuestro mejor esfuerzo para servirle. No debemos ser los hacedores en el sentido de que nosotros solos no determinamos los resultados, por lo que no debemos sentirnos orgullosos cuando llegan ni abatidos cuando no llegan.

 

Así, las declaraciones paradójicas del Gītā sobre el hacedor pretenden liberarnos de la ilusoria obsesión por nosotros mismos para que podamos armonizarnos con Kṛṣṇa, alcanzando así gradualmente la suprema realización del amor eterno.


El alma espiritual que está confundida por la influencia del ego falso se cree la autora de actividades que en realidad son ejecutadas por las tres modalidades de la naturaleza material. – Bhagavad-gītā 3.27


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