Bhagavad-gītā 8.22
Siempre que emprendemos un reto, nuestra actitud determina si perseveraremos o nos daremos por vencidos. Durante nuestro viaje espiritual, nuestra actitud también es fundamental.
¿Qué es una actitud saludable? La actitud de centrarse no en la lejanía del mundo espiritual, sino en la proximidad de Kṛṣṇa, la esencia más entrañable de ese mundo.
El Bhagavad-gītā afirma que más allá de este mundo material destructible existe el mundo espiritual indestructible (8.20), que es la morada personal de Kṛṣṇa (8.21). Todo está situado en Él, y Él está situado en todo, y se lo puede alcanzar mediante la devoción (8.22).
Siempre que nos sintamos desanimados pensando que estamos muy lejos de la morada de Kṛṣṇa, podemos recordar que Kṛṣṇa está siempre con nosotros. Él impregna toda la existencia (7.7); está presente en nuestros propios corazones (15.15); está situado más cerca de nosotros de lo que nuestros seres queridos jamás podrán estarlo, incluso si nos abrazan con fuerza. Cuanto más practicamos bhakti-yoga, más apreciamos su proximidad y misericordia -en el pasado, presente y futuro.
Hasta ahora, nos ha guiado a través de muchas vidas, incluso cuando éramos espiritualmente apáticos. Incluso ahora, mientras practicamos bhakti, nos está ayudando en el camino hacia Él, a pesar de nuestra inconsistencia y desgana. De ahora en adelante, sin importar cuán exigente sea el camino que tenemos por delante, siempre nos dará fuerza si simplemente buscamos su refugio.
Cuando contemplamos así el amor incansable de Kṛṣṇa, nos sentimos llenos de energía para corresponderle ofreciéndole nuestro amor según nuestra capacidad. De ese modo, saboreamos destellos de Su dulzura que nos espera en Su plenitud y riqueza en Su morada. Mediante esa contemplación y experiencia devocional, podemos perseverar en nuestro viaje con Kṛṣṇa en nuestro corazón hacia Kṛṣṇa en Su morada.
A la Suprema Personalidad de Dios, quien es más grande que todos, se lo consigue mediante la devoción pura. Aunque Él se encuentra en Su morada, es omnipresente, y todo está situado dentro de Él. – Bhagavad-gītā 8.22
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