Obtenga doble empoderamiento para la eternidad como destino


Bhagavad-gītā 8.16

La eternidad es un anhelo universal de todos los seres vivos, humanos y subhumanos. Este anhelo se percibe en todas las especies a través de los esfuerzos ingeniosos e infatigables que realizan para vivir el mayor tiempo posible. Sin embargo, como todo lo material es por naturaleza temporal, ninguna especie puede vivir eternamente en el nivel material.
¿Significa esto que el anhelo de eternidad está condenado al fracaso?
No, en absoluto. Nosotros, como almas, somos inmortales; sólo necesitamos empezar a vivir a nivel espiritual.
El Bhagavad-gītā (8.15) indica que podemos alcanzar la vida eterna si redirigimos nuestro amor de la materia temporal al espíritu eterno, específicamente a la realidad espiritual suprema: Kṛṣṇa.
La sabiduría del Bhagavad-gītā explica que esta redirección es especialmente posible en la forma humana, ya que esta forma ofrece a las almas la capacidad de indagar metafísicamente. Al utilizar esta capacidad, podemos reconocer la ineludible temporalidad del nivel material y desprendernos de él. Además, podemos reconocer la incorruptible eternidad del nivel espiritual y apegarnos a él. De este modo, podemos amar lo espiritual y, de ese modo, alcanzar lo eterno.
Si deseamos activar nuestro amor por lo espiritual, la sabiduría del Bhagavad-gītā nos estimula con una rica revelación de la vida en el mundo espiritual. La vida allí es una eterna y deliciosa celebración del amor con la Verdad Absoluta, Kṛṣṇa, que es todo atractivo y todo amor. Para redirigir de manera fácil y eficaz nuestro amor desde la materia hacia Él, la sabiduría del Bhagavad-gītā nos proporciona el proceso del bhakti-yoga.
Así, el doble empoderamiento que nos otorga el Bhagavad-gītāes la revelación gemela de Kṛṣṇa como meta en la eternidad y de bhakticomo proceso hacia la eternidad. Así empoderados, podemos marchar con confianza en un viaje espiritual que culmina en el destino eterno.
Este es el mayor éxito de la vida. Nos llama a todos. ¿Por qué perdérnoslo?
Desde el planeta más elevado del mundo material hasta el más bajo de ellos, todos son lugares de sufrimiento en los que ocurre el reiterado proceso del nacimiento y la muerte. Pero aquel que llega a Mi morada, ¡oh, hijo de Kuntī!, nunca vuelve a nacer. – Bhagavad-gītā 8.16

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