Bhagavad-gītā 2.48
“Trabaja sin apego para el éxito o el fracaso”. Este mensaje del Bhagavad-gītā (2.48) plantea la pregunta: ¿para qué vamos a trabajar si no es por el éxito?
Amor, responde la sabiduría de Gītā.
El amor es nuestra necesidad más íntima. Buscamos el éxito como medio para amar; esperamos que, si tenemos éxito, el mundo, especialmente las personas de cuyo amor tenemos sed, nos amará más.
Desafortunadamente, el mundo frustra nuestra esperanza en una de cuatro formas:
1. no lo logramos
o
2. Incluso si lo logramos, no atrae el amor que esperábamos.
o
3. Incluso si somos amados, la gente nos ama por nuestro éxito y no por lo que somos. Esto nos hace perpetuamente inseguros porque internamente nos volvemos dependientes del éxito externo, cuyo logro y preservación nunca está del todo en nuestras manos.
o
4. Incluso si experimentamos el amor auténtico, termina agonizantemente en el momento de la muerte.
Para evitar tal frustración, la sabiduría del Gītā nos insta a sacar al mundo de la ecuación buscando un amor más allá del mundo: el amor de Kṛṣṇa. Él siempre está esperando en nuestro corazón para corresponder el amor con nosotros. Podemos empezar a amarlo practicando bhakti-yoga que nos guía a realizar nuestras actividades mundanas como ofrendas de amor por Él. Esta motivación devocional nos inspira a hacer esas actividades lo mejor que podamos, asegurando así que con frecuencia tengamos éxito. Pero el enfoque en Kṛṣṇa proporciona seguridad y satisfacción internas, reemplazando la inseguridad y la frustración que nos habían preocupado antes.
Por lo tanto, la dulce paradoja del mensaje del Gītāes que, al dejar al mundo fuera de la ecuación, establecemos la mejor base para alcanzar el amor y también el éxito no solo en el próximo mundo sino también en este mundo.
Desempeña tu deber de un modo equilibrado, ¡oh, Arjuna!, abandonando todo apego al éxito o al fracaso. Esa clase de ecuanimidad se denomina yoga. - Bhagavad-gītā 2.48
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