Bhagavad-gītā 3.34
Al comienzo del Bhagavad-gītā, Arjuna se siente abrumado por innumerables emociones complejas que lo llevan al borde de una crisis emocional.
Al final del primer capítulo del Gītā, Arjuna queda abatido por sus emociones incluso antes de que sus enemigos hayan disparado una sola flecha. Es en este contexto de un guerrero intrépido reducido a lágrimas y temblores que se pronuncia el mensaje espiritual central del Gītā.
El Gītā explica que todos somos almas eternas destinadas a una vida emocionalmente rica de amor inmortal con Kṛṣṇa. Sin embargo, nuestras emociones actuales frecuentemente son provocadas por cosas materiales temporales. Es por eso que la sabiduría del Gītā nos insta a dejar que nuestras vidas sean guiadas no por la emoción, sino por la razón - una razón fundada en la sabiduría de las Escrituras.
Las directrices escriturales tienen en cuenta nuestras emociones y prescriben mandatos acordes a nuestra naturaleza psicofísica. Sin embargo, incluso mientras cumplimos con nuestros deberes prescritos emocionalmente compatibles, las Escrituras nos advierten que no permitamos que las emociones sean las únicas cosas en la cuenta. El Gītā ( 3.34 ) advierte contra permitir que nuestros apegos y aversiones predeterminados sean el único determinante de nuestro comportamiento. Como tales emociones no están intrínsecamente conectadas con nuestra esencia espiritual, pueden, si no se regulan, llevarnos por mal camino espiritual. En realidad, las emociones no reguladas pueden engañarnos no sólo espiritualmente sino también materialmente.
Para ayudarnos a encontrar la plenitud emocional, la sabiduría del Gītā respalda sin ambigüedades el bhakti-yoga. Este yoga de devoción nos conecta con Kṛṣṇa, la Persona Suprema, todo atractivo y todo amor. Incluso cuando todavía somos devotos practicantes, el bhakti-yoga ofrece vislumbres de la satisfacción emocional que nos espera en el futuro.
Inspirándonos en tales vislumbres, si seguimos firmemente el camino de la devoción pavimentado por los cercos de la razón escritural, eventualmente podremos alcanzar la morada de Kṛṣṇa, donde el amor reina supremo y el corazón encuentra satisfacción eterna.
Existen principios para regular el apego y la aversión relacionados con los sentidos y sus objetos. Uno no debe quedar bajo el control de ese apego y esa aversión, pues ambos son obstáculos en el sendero de la autorrealización. - Bhagavad-gītā 3.34
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