Ver la disciplina como una lucha por la libertad


Bhagavad-gītā 3.37

Si alguien nos impusiera externamente restricciones, impidiéndonos hacer algo que es importante para nosotros, lucharíamos enérgicamente para recuperar nuestra libertad. Incluso si fracasáramos repetidamente, seguiríamos intentándolo; no veríamos nuestros esfuerzos como un drenaje inútil de nuestra energía, lejos de ello, nos volveríamos aún más decididos a luchar por nuestra libertad.
Necesitamos una visión positiva y resuelta similar de nuestra batalla por la autotransformación. Desgraciadamente, a menudo nos frena una visión opuesta, negativa. Por ejemplo, cuando nos esforzamos por romper cualquier hábito poco saludable como dormir demasiado, comer en exceso, o el consumo excesivo de los medios sociales, o incluso el abuso de sustancias, tendemos a verlo como una lucha exigente y agotadora en la que tenemos que renunciar a algo que disfrutamos. Peor aún, puede que incluso lo veamos como una lucha inútil porque nuestros esfuerzos anteriores para abandonar ese hábito pueden haber sido repetidamente infructuosos.
¿Cómo podemos replantear nuestro esfuerzo de autotransformación para que no nos parezca tan negativo y un gasto de energía? Visualizando nuestros hábitos insanos como agresores que se han inmiscuido en nuestra conciencia y han coartado gravemente nuestra libertad para hacer las cosas que son importantes para nosotros. En concreto, podemos ver nuestras recaídas como imposiciones por la fuerza de un intruso formidable que se ha hecho con nuestro control. Cuando vemos el hábito insano como algo separado de nosotros, estamos más convencidos de que nuestra lucha contra él es una lucha por nuestra libertad.
¿Cómo podemos ver nuestros hábitos malsanos como algo separado de nosotros cuando esas impresiones están dentro de nosotros? Partiendo de la idea fundamental del Bhagavad-gītā de que nuestra naturaleza esencial es espiritual -somos almas- y que las impresiones asociadas a nuestros hábitos malsanos son externas a nuestra esencia espiritual. Llevando esta visión más allá, el Bhagavad-gītā (3.37) describe el ansia autodestructiva como un depredador vicioso y voraz.
Nuestro anhelo de libertad es uno de nuestros anhelos más profundos. Y este anhelo puede generar una de las energías emocionales más fuertes dentro de nosotros. Cuando aprovechemos esa energía, nos sentiremos capacitados para avanzar hacia la autotransformación de forma mucho más constante, firme y rápida.
Conclusión:
Ver la disciplina no como una lucha para renunciar a las cosas que nos gustan, sino como una aventura para recuperar nuestra libertad.
Reflexiona:
¿Por qué solemos ver negativamente la disciplina para cambiar nuestros hábitos poco saludables?
¿Cómo podemos replantear de forma más positiva el esfuerzo por la autotransformación?
¿Cómo nos ayuda la sabiduría del Gītā en ese replanteamiento?
La Suprema Personalidad de Dios dijo: Es únicamente la lujuria, Arjuna, que nace del contacto con la modalidad material de la pasión y luego se transforma en ira, y que es el pecador enemigo de este mundo, enemigo que lo devora todo. - Bhagavad-gītā 3.37

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