Bhagavad-gītā 6.8
Comprensión de los conceptos del Gita
Supongamos que alguien se muere de hambre. Si se les da comida y pasan todo el tiempo examinándola, tal comportamiento sería realmente extraño.
Los alimentos deben comerse, no sólo examinarse. Por supuesto, debemos examinar los alimentos antes de comerlos, especialmente si comemos en un lugar desconocido que puede resultar antihigiénico. Pero si muchos han comido y saboreado la comida, y si la hemos examinado debidamente, entonces seguir examinándola sin comerla es privarnos a nosotros mismos.
El mismo principio se aplica al estudio de textos espirituales como el Bhagavad-gītā. El Gītā es esencialmente una guía para la vida. Si somos nuevos en esto, debemos analizarlo para comprobar si tiene sentido. Para aquellos que quieran analizarlo, el Gītāofrece una visión del mundo intrigante cuyos fundamentos son los siguientes. Somos seres espirituales; nuestra vida se vuelve significativa y plena cuando evolucionamos espiritualmente; Podemos evolucionar espiritualmente conectándonos con el ser espiritual supremo, Kṛṣṇa.
El Gītā explica que quienes practican bhakti-yoga no sólo pueden comprender sino también disfrutar estas verdades espirituales (2.9). Mediante la práctica de bhakti-yoga, nuestro conocimiento florece hasta convertirse en realización, otorgándonos satisfacción sublime (6.0). El Gītā ha servido como una guía confiable para millones durante milenios, incluidas muchas de las personas más sabias que han caminado sobre la Tierra, quienes se han deleitado con su sabiduría y han encontrado una dicha duradera.
Dada la potencia del Gītā para satisfacer nuestro anhelo de felicidad, ¿por qué alguien debería limitarse a analizarlo sin aplicarlo? ¿Por qué tener hambre cuando la comida está lista?
Piénsalo:
· ¿Cuál es la cosmovisión fundamental del Gītā?
· ¿Cómo podemos saborear la sabiduría del Gītā?
· ¿Cómo puedes aplicar mejor cualquier enseñanza del Gītā en tu vida?
Se dice que una persona está establecida en la comprensión del ser y se le da el nombre de yogī [o místico], cuando ella se encuentra plenamente satisfecha en virtud del conocimiento y la comprensión que ha adquirido. Esa persona está situada en la trascendencia y es autocontrolada. Ella ve todo igual, ya sean guijarros, piedras u oro. – Bhagavad-gītā 6.8
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