Aprenda a ver los apegos materiales como patrimonio negativo

Bhagavad-gītā 5.12

Un activo que cuesta más de lo que produce es un patrimonio negativo. Si nos enteramos de que un activo potencial se convertirá en un patrimonio negativo, evitaremos adquirirlo.

Nuestros apegos materiales a los placeres sensuales son como un patrimonio negativo: el problema que conlleva supera con creces el placer. Aunque se promociona enormemente el disfrute sensual, el placer real dura escandalosamente efímero. Aún así, ese placer fugaz es tan embriagador que aprisiona nuestra conciencia en ciclos repetitivos de anhelo y lamento. Anhelamos el placer; cuanto más fuerte es el apego, más nos atormenta el anhelo hasta que simplemente nos rendimos, no tanto para obtener placer sino para aliviar el tormento. Y después de darnos el gusto, lamentamos que el placer haya terminado tan pronto. O, si hemos estado tratando de resistir la tentación, entonces nos lamentamos de tener una voluntad tan débil que no podemos resistirla. El efecto general del apego material sobre nosotros es tremendamente negativo: la gratificación es mucho menor que la agitación.

De manera pertinente, el Bhagavad-gītā (5.12) advierte que el apegado debe quedar atado. Al mismo tiempo, nos guía hacia una solución más pragmática que el mero desapego: para alcanzar la paz de estar libres del apego, necesitamos conectarnos espiritualmente. Luego (5.29), el Gītā revela con quién conectarse: la realidad espiritual suprema, Kṛṣṇa, quien es nuestro mayor bienqueriente. Cuando entendemos que Él es a la vez el disfrutador supremo y la fuente del disfrute supremo, vemos el apego a Él como el patrimonio positivo supremo.

Mientras veamos los apegos materiales como patrimonio positivo, no podremos renunciar a ellos. Pero cuando aprendemos a verlos como patrimonio negativo y, más importante aún, a ver el apego a Kṛṣṇa como el patrimonio positivo supremo, comenzamos a practicar bhakti-yoga de todo corazón para redirigir nuestro apego de las cosas materiales a Kṛṣṇa.

El alma firmemente consagrada logra una paz inmaculada, porque Me ofrece los resultados de todas las actividades; mientras que una persona que no está unida a lo Divino, que codicia los frutos de su labor, se enreda. – Bhagavad-gītā 5.12